Un estudio de la Facultad de Enfermería Christine E. Lynn de la Universidad Atlántica de Florida en Estados Unidos, descubrió que la duración de la lactancia materna influye de manera significativa en la depresión posparto, es decir, que mientras más semanas se de pecho al bebé es menos probable desarrollar depresión.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, entre el 11% y el 20% de las mujeres que dan a luz cada año en Estados Unidos desarrollan síntomas de depresión posparto, posicionándose como el mayor factor de riesgo de suicidio materno e infanticidio. Teniendo en cuenta que en el país hay 4 millones de nacimientos anuales, el porcentaje equivale a casi 800.000 mujeres con depresión posparto anualmente.
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Los resultados del estudio, publicados en la revista ‘Public Health Nursing’, demuestran que la depresión posparto es un problema de salud importante entre las mujeres estadounidenses, ya que casi el 13% de la muestra está en riesgo. Adicionalmente, el estudio evidencia que las mujeres que estaban amamantando en el momento en que se recolectaron los datos tenían un riesgo estadísticamente inferior de tener depresión después del parto en comparación con las mujeres que no estaban amamantando.
“Las mujeres que sufren depresión posparto, que se produce en las cuatro semanas y hasta 12 meses después del parto, soportan sentimientos de tristeza, ansiedad y fatiga extrema que les dificulta el funcionamiento. Las mujeres con depresión posparto que no son tratadas también pueden tener resultados negativos, incluyendo la dificultad para vincularse con sus hijos y cuidarlos, pensamientos de dañarse a sí mismas o a su bebé, y también tienen un mayor riesgo de abuso de sustancias” explica la doctora Christine Toledo, autora principal y profesora asistente en la Facultad de Enfermería Christine E. Lynn.
Otro hallazgo para destacar es que las mujeres que han sufrido depresión posparto tienen un 50% más de probabilidades de sufrir nuevos episodios de depresión en embarazos posteriores. Así mismo, tienen 25% más riesgo de sufrir nuevos trastornos depresivos no relacionado con el parto hasta 11 años después.
La depresión posparto contribuye al aumento de la morbilidad materna y se asocia a un riesgo mayor de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2. “Los hallazgos de este importante estudio sugieren que la lactancia materna es un comportamiento rentable y saludable que puede disminuir el riesgo de una mujer de sufrir depresión posparto”, concluye la doctora Safiya George, decana de la Facultad de Enfermería Christine E. Lynn de la FAU.