Por: Francisco Vélez, Director general de Siemens Healthineers Colombia, Perú y Ecuador
El campo médico evoluciona entre cambios y avances constantes con el fin de mejorar la calidad de atención y tratamiento de los pacientes. Siendo así, la incorporación de la tecnología resulta siendo una pieza clave en muchos procedimientos médicos. En términos de imágenes diagnósticas, cuando esta se usa en radiología, se facilitan y mejoran diferentes intervenciones requeridas para casos de fracturas de huesos, detección de tumores, lesiones, neumonías, y más. De allí que los avances tecnológicos en radiología se destacan en dos aspectos: el ambiental y el tecnológico, que son necesarios para optimizar el cuidado y la atención. Ambos enfoques cuentan con distintos puntos de interés que pueden ser evaluados y potenciados.
Desde el frente ambiental, el sector de la salud requiere de grandes cantidades de energía para funcionar correctamente, dada la atención veinticuatro horas que garantizan los centros médicos para atender a los pacientes. Por su parte, los equipos médicos también necesitan de mucha energía para su funcionamiento, y entre estos, los equipos de radiología no son una excepción, por lo que el sector puede buscar formas de optimizar el sistema, mientras en paralelo, se compromete con el medio ambiente. Para ello, el sector puede adaptarse al incluir varios mecanismos que tendrían un gran impacto.
Algunas de estas prácticas incluyen ser parte de una economía circular, la planeación en el manejo de los recursos disponibles del corto, mediano y largo plazo, reducir las emisiones, y mantener una elección de costos que aseguren eficiencia. El sector de la salud tiene el reto de reducir el impacto ambiental de sus actividades económicas. Un gran ejemplo de cómo hacer esto es con equipos avanzados en radiología, especialmente aquellos que tienen un consumo bajo de energía, que son duraderos y que pueden ser reutilizados. Todo el ciclo y vida de estos equipos médicos debe ser pensado para reducir el impacto ambiental. Desde los materiales que este tiene, la huella de carbono, su reciclaje, expectativa de vida, entre otros, son factores que se tienen que tomar en cuenta en cada nivel del sector salud.
Desde el frente tecnológico, el sector se debe enfocar en la adaptación de nuevas herramientas y procesos que faciliten la ruta de atención del paciente. Esta comienza desde el historial médico, sigue por la planeación de la cita médica, luego se da con la adquisición de datos y el procesamiento de ellos, el experto los interpreta y reporta sus hallazgos. Los avances tecnológicos pueden fácilmente reducir los tiempos para una toma de decisiones más precisa.
Siendo así, la Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) recoge grandes bancos de información y la interpreta predecir con un alto grado de exactitud los diagnósticos en pacientes. Dado que los procesos pueden traer consigo un grado de error, la GenAI aumenta la eficiencia al crear imágenes más claras y facilitar la oportunidad de los expertos del sector en diagnosticar correctamente. Adicionalmente, los médicos pueden utilizar esta herramienta en caso de tener un historial médico incompleto o poco preciso. Entre más información tenga un médico al momento de realizar un diagnóstico, mayor probabilidad hay de tomar una ruta de tratamiento más efectiva.
Los avances en radiología son de gran importancia para todo el sector de la salud. La profesión de la salud no puede limitarse a los centros médicos, al usar tecnología responsable con el medio ambiente se trabaja por un mejor futuro colectivo para no solo los pacientes actuales sino futuros pacientes. Además, los avances tecnológicos como la aplicación de inteligencia artificial reducen la carga laboral y la efectividad de los radiólogos y todos los colaboradores. Esta es una gran oportunidad y en caso de ser aprovechada, la ruta de atención se ve optimizada en varios puntos, lo que resulta en más pacientes atendidos y potencialmente tratados de enfermedades o condiciones para salvar vidas.