En México, el Instituto Nacional de Perinatología (INPer) aplica hasta 5 tipos de tamiz neonatal para la prevención y detección oportuna de enfermedades o alteraciones que podrían ocasionar discapacidad, daños irreversibles o la muerte de los menores.
De acuerdo con Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el país hay 2.6 millones de personas entre los 0 y 17 años con alguna discapacidad, lo que representan el 6.8% de toda la población en ese rango de edad; además, 1.23 millones de estas niñas, niños y adolescentes eran mujeres, mientras que los 1.38 millones restantes eran hombres.
La entidad utiliza el tamiz metabólico, auditivo, visual y cardíaco para detectar enfermedades de forma oportuna.
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Montserrat Flores Robles, coordinadora de Tamiz Neonatal Integral de INPer, indicó que estos tamiz favorecen a las población de riesgo, como con el caso del tamiz motor o el metabólico, que es una de las estrategias más costo-efectivas y que puede marcar la diferencia en que el niño o niña viva con alguna discapacidad o retraso mental que afecta a su igualdad de oportunidades.
Flores destacó que el país aplica estos tamiz neonatales de forma gratuita, ya que se busca detectar enfermedades que aparentemente no parten del nacimiento, pero que pueden poner en alto riesgo a los recién nacidos.
El Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) es la entidad encargada de registrar la incidencia de los casos de enfermedad metabólica por cada mil nacimientos, dado que la mayoría de estos padecimiento son de origen genético. A nivel global, se estima que los padecimientos metabólicos afectan a una de cada 500 niñas y niños.
En México la enfermedad metabólica más común es la malformación de la glándula tiroidea, con una incidencia de 1 cada 400 personas recién nacidas.
Por otra parte, la funcionaria explicó que otros tamiz como el cardíaco, permite a los profesionales detectar cardiopatías críticas que pueden poner la vida del niño en riesgo. Se estima que el 1% de los bebés nacidos en el país presentan cardiopatía congénita, de los cuales el 25% puede ser crítica.
En el caso del tamiz oftalmológico, que se lleva luego de un mes de vida, se evalúa el reflejo de la pupila y se revisa la retinas para encontrar alteraciones como la catarata congénita y el retinoblastoma, padecimientos que se presentan 1 de cada 10.000 menores. Existen otras alteraciones más leves que puede presentar hasta 25 por ciento de personas recién nacidas.
De la misma forma, el tamiz auditivo comprueba la respuesta a estímulos sonoros, se estima que 1 de cada 3.000 personas puede presentar sordera.
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