La pandemia de COVID-19 ha dejado profundas cicatrices en la salud mental de la población mexicana. Según datos recientes, se estima que incluso en el año 2022, dos de cada diez mexicanos continúan enfrentando depresión o síntomas relacionados. Además, el número de defunciones por suicidio se mantiene en niveles históricamente altos, lo que refleja la gravedad de la situación.
La salud mental ha sido durante mucho tiempo una preocupación subestimada y relegada por la sociedad y la política pública. Sin embargo, con la llegada de la pandemia, se hizo evidente la creciente prevalencia de problemas como la ansiedad, la depresión y otros trastornos mentales. Además, las muertes por suicidio han alcanzado cifras alarmantes.
Según las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su informe Health at a Glance 2023, en medio de la crisis sanitaria y económica, la prevalencia de la depresión en México aumentó en un 71% en comparación con los niveles de 2019. Durante el mismo período, la ansiedad afectó a cinco de cada diez personas.
Aunque se ha logrado reducir la prevalencia de estas condiciones de salud mental en 2021 y 2022, todavía existe una preocupante proporción de la población mexicana que padece depresión o experimenta síntomas relacionados. Concretamente, dos de cada diez personas, lo que representa aproximadamente el 17% de la población.
Suicidio en aumento en la pospandemia
Si bien los niveles de ansiedad y depresión han disminuido en la era pospandémica, los casos de suicidio continúan aumentando. Durante el año 2020, se registraron 7,896 defunciones por suicidio, y para 2022, esta cifra se elevó a 8,239 casos. En la última década, los casos de suicidio han aumentado en casi un 50%.
Aunque la mayoría de los diagnósticos oficiales de depresión y ansiedad se dan en adultos, la mayoría de los suicidios ocurren en grupos de población más jóvenes. En 2022, fue la cuarta causa de muerte más común en niños y adolescentes de 10 a 14 años, y la tercera en el grupo de jóvenes de 15 a 24 años.
¿A qué se debe el aumento de los problemas de salud mental?
Según el informe de la OCDE, los datos sugieren que la histeria colectiva provocada por la crisis de COVID-19 ha sido un factor determinante en el aumento sin precedentes de los trastornos mentales. Sin embargo, se ha observado una mejora en estos niveles a medida que la situación de la pandemia ha ido mejorando.
A pesar de estos avances, la recuperación total aún no se ha logrado y la prevalencia de problemas mentales sigue siendo alta en México y en muchos otros países de la OCDE. En promedio, la prevalencia de depresión y ansiedad en el grupo de estos países es un 20% mayor que antes de la pandemia, según datos hasta el año 2022.
Otros factores externos e internos que contribuyen a la angustia y el deterioro de la salud mental, son el aumento en el costo de vida y las tensiones geopolíticas. Entre los factores de riesgo internos se encuentran el abuso infantil, el abuso sexual, el acoso escolar, el consumo de sustancias y el aislamiento social, siendo algunos de ellos especialmente impactantes en niños y adolescentes.
El estrés laboral también es un factor importante. En algunos países, se están abordando cuestiones como las largas jornadas laborales, las bajas remuneraciones, los largos tiempos de traslado y los ambientes de acoso y hostigamiento, ya que estos factores pueden aumentar el riesgo de problemas de salud mental en los adultos.
La OCDE destaca la necesidad de que países como México aumenten los recursos públicos destinados a la salud mental y amplíen la difusión de información sobre los síntomas, la detección y el tratamiento de enfermedades y trastornos mentales. De esta manera, podrían prevenirse y evitarse muchas de las muertes por suicidio relacionadas con la salud mental.
