La esquizofrenia es una enfermedad neuropsiquiátrica grave que afecta a un gran número de personas en todo el mundo. Sin embargo, sigue siendo poco comprendida y tratada eficazmente. Ahora, gracias a dos estudios recientes publicados en Biological Psychiatry, se han descubierto nuevas pistas sobre el desarrollo temprano de esta enfermedad, lo que podría abrir las puertas a tratamientos más efectivos en el futuro.
El primer estudio, liderado por investigadores del Hospital Universitario de Oslo, empleó una tecnología innovadora que utiliza organoides cerebrales tridimensionales para estudiar la esquizofrenia en modelos de desarrollo temprano del cerebro humano. Estos organoides, que se asemejan al desarrollo del cerebro fetal, se crearon a partir de células de la piel de pacientes con la enfermedad y de individuos sanos.
El Dr. Akkouh autor del estudio, hizo hincapié en que han identificado la desregulación axonal persistente como un factor de riesgo temprano para la enfermedad. Además, es importante destacar que se evaluaron la maduración de los organoides en diferentes momentos, lo que les permitió confirmar que estas alteraciones persisten a lo largo del desarrollo. Además, agregó que estos hallazgos proporcionan conocimientos novedosos y hasta ahora inaccesibles sobre las bases moleculares de la esquizofrenia durante el desarrollo temprano del cerebro.
Los resultados revelaron diferencias significativas en la expresión de miles de genes entre los organoides de los pacientes y los de los controles. Se identificó una desregulación persistente de los axones neuronales como un factor de riesgo temprano para la enfermedad.
El segundo estudio, dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, se centró en un locus de riesgo genético específico asociado con la esquizofrenia. Este locus de riesgo, conocido como 15q11.2, contiene cuatro genes y tiene una penetrancia superior al 10%. Se descubrió que un gen en particular, CYFIP1, está relacionado con la función sináptica en las neuronas y aumenta el riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, como la esquizofrenia y el autismo.
Los investigadores utilizaron tecnología de edición genética para eliminar CYFIP1 funcional de las células y descubrieron que esto afecta negativamente a la función de las microglías, las células inmunes del cerebro que desempeñan un papel crucial en el desarrollo adecuado del cerebro.
Hallazgos novedosos sobre la esquizofrenia
Estos hallazgos son de gran importancia, ya que proporcionan conocimientos novedosos y hasta ahora inaccesibles sobre las bases moleculares de la esquizofrenia durante el desarrollo temprano del cerebro. También resaltan la importancia de comprender no solo las neuronas, sino también otras células, como las microglías, para comprender completamente los trastornos cerebrales.
El Dr. John Krystal, editor de Biological Psychiatry, comentó que estos estudios revelan dos temas clave en la biología de la esquizofrenia: la eliminación acelerada de las sinapsis glutamatérgicas durante el desarrollo y las alteraciones en las propiedades de señalización de estas sinapsis. Estas alteraciones podrían perturbar el funcionamiento de los circuitos cerebrales, lo que resulta en síntomas y deterioros cognitivos asociados con la esquizofrenia.
El Dr. Roy H. Perlis, autor principal del segundo estudio, destacó la importancia de ir más allá de las neuronas para comprender los genes de riesgo. Identificar los loci de riesgo es solo el primer paso, pero comprender qué células son relevantes y qué hacen estos genes es fundamental para desarrollar tratamientos efectivos.
Los estudios representan avances significativos en la comprensión de la esquizofrenia y abren nuevas perspectivas para el desarrollo de tratamientos más efectivos. A medida que la investigación continúa, se espera que se descubran más detalles sobre los mecanismos subyacentes de esta enfermedad, lo que podría conducir a una mejor calidad de vida para las personas afectadas por la esquizofrenia y sus familias.