“Debemos priorizar la salud renal en las agendas de salud pública en todo el mundo”

“Debemos priorizar la salud renal en las agendas de salud pública en todo el mundo”

Por: Dr. Jorge Rico Fontalvo. FSLANH. PhD
Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e HTA SLANH. 2023-2025.

Propuesta de proyecto de resolución para la 78ª Asamblea Mundial de la Salud de mayo 2025 que busca fortalecer la capacidad de los estados miembros para responder a la amenaza de la enfermedad renal.

El  2025, debe ser un año histórico para la nefrología porque hay esperanza de que nuestra lucha por una mejor salud renal para todos logre consolidarse y por fin la enfermedad renal crónica ( ERC)  se reconozca como una prioridad en las agendas de salud pública a nivel mundial. 

Antecedentes:

En el año 2015 se establecieron los Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS o SDG: Sustainable Development Goals). Dentro de los más importantes objetivos  se estableció reducir la mortalidad por Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) en un 30%. Para ese entonces, se definieron como ECNT prioritarias: la diabetes mellitus (DM) , la Enfermedad cardiovascular (ECV), el cáncer y la  enfermedad pulmonar crónica, entre otras. En esta oportunidad, no quedo la Enfermedad Renal Crónica (ERC). El argumento para no incluir a la ERC dentro de la lista de ECNT prioritarias es que, al tratar la diabetes mellitus y la hipertensión, teóricamente disminuiría la incidencia y prevalencia de la ERC. A lo largo de estos casi 10 años, este argumento no se ha cumplido y además no es necesariamente cierto, sobre todo en países en donde un gran porcentaje de personas sufren ERC no relacionada a hipertensión y diabetes (ERC no tradicional).

Datos actuales de la enfermedad renal crónica:

La enfermedad renal crónica (ERC) es un grave problema de salud pública en todo el mundo, con elevada prevalencia en la población adulta y cuyo diagnóstico con frecuencia ocurre tardíamente. Se estima que la ERC representará la quinta causa mundial de mortalidad hacia el año 2040, con un impacto creciente en la morbimortalidad . Asimismo, la ERC representa un desafío para América Latina, con una prevalencia promedio del 9.9% en la población adulta. Las principales causas son la diabetes, la HTA y obesidad, destacando que en nuestra región , principalmente en Centroamérica hay una prevalencia importante de ERC de causas no tradicionales. Asimismo, la ERC es un factor de riesgo importante para la enfermedad cardiovascular y la muerte. Cada vez se reconoce más que la ERC contribuye sustancialmente a los costos de la atención de salud, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos. Estos altos costos a menudo conducen a gastos de salud catastróficos para las personas afectadas y sus familias.

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Según el último reporte de la Cuenta de Alto Costo (CAC), en Colombia, para el periodo comprendido entre 1 julio del 2022 al 30  junio del 2023, se reportaron un total de 6.051.987 personas con diagnóstico de HTA, DM o ERC. Específicamente con relación a la ERC, se reportaron 99l.212 personas con este diagnóstico confirmado, lo que corresponde a una  prevalencia  de 1.9 casos por cada 100 habitantes. 

Qué esperamos en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud 2025:

La comunidad nefrológica mundial tiene como sueño y es que  por fin se reconozca la enfermedad renal crónica dentro de la lista de las ECNT prioritarias. Por tal motivo y gracias al liderazgo de Guatemala, durante la Asamblea Mundial de la Salud de mayo 2024, Guatemala planteó la necesidad y ofreció iniciar los esfuerzos para priorizar la salud renal en las agendas de salud pública en todo el mundo a través de una Resolución de la OMS.

Proyecto de resolución en salud renal:

Una Resolución es una recomendación oficial adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud (AMS), que es el órgano de toma de decisiones de la OMS. Aunque no tienen la fuerza de una ley para los estados miembros, las Resoluciones sí establecen prioridades de salud global, guían el trabajo de la OMS y abordan preocupaciones específicas de salud.

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La Resolución tiene cuatro áreas clave de enfoque y se alinea estrechamente con las iniciativas actuales de la OMS para la prevención y el control de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles:

Promover la conciencia y la educación global sobre la enfermedad renal: aumentar la conciencia pública y profesional sobre los factores de riesgo para enfermedad renal y las acciones preventivas a través de campañas e iniciativas políticas.

Mejorar la prevención y la identificación oportuna: abogar por la búsqueda de casos de enfermedad renal en los servicios de atención primaria, dirigidos a poblaciones de alto riesgo.

Apoyar el acceso progresivo a tratamientos asequibles y de calidad: garantizar el acceso a diagnósticos y medicamentos esenciales, ampliar progresivamente el acceso a terapias de reemplazo renal asequibles y atención de la enfermedad renal crónica, particularmente en entornos con recursos limitados.

Fortalecer los sistemas de salud para el manejo de las enfermedades renales: desarrollar capacidades en los países en desarrollo para brindar atención de alta calidad centrada en las personas con todo el espectro de la atención renal

Objetivos de la resolución:

Los objetivos de la resolución son crear conciencia sobre la importante carga de la enfermedad renal y su impacto en la salud y el bienestar, promover la acción preventiva y garantizar el acceso equitativo a la atención para la ERC, incluida la terapia de reemplazo renal. Su objetivo será ayudar a los Estados Miembros de las Naciones Unidas a fortalecer las políticas nacionales de salud, integrar la prevención y el tratamiento de la ERC en los sistemas de atención primaria de salud y abordar los determinantes sociales de la salud renal para reducir el impacto de la enfermedad en las poblaciones vulnerables. Los objetivos específicos son: 

Promover la concienciación y la educación mundiales sobre la ERC: Aumentar la concienciación pública y profesional sobre los factores de riesgo de la ERC y las medidas preventivas mediante campañas e iniciativas de política. 

Mejorar la prevención y la identificación oportuna: Abogar por la integración de la detección de casos de ERC en los servicios de atención primaria, centrándose en las poblaciones de alto riesgo. 

Apoyar el acceso a un tratamiento asequible y de calidad: Garantizar el acceso a diagnósticos y medicamentos esenciales, ampliar progresivamente el acceso a la terapia de reemplazo renal asequible y a la atención de la ERC, especialmente en entornos de recursos limitados. 

Fortalecer los sistemas de salud para la gestión de la ERC: Desarrollar la capacidad de los países de ingresos bajos y medianos para proporcionar una atención de alta calidad centrada en las personas a lo largo de todo el proceso de atención de la ERC. 

Necesidad de resolución y cohesión con las iniciativas existentes:

Esta resolución se alinea con las iniciativas existentes de la OMS y las refuerza, incluido el Plan de Acción Mundial para la Prevención y el Control de las ENT 2013-2030, y contribuye a la meta 3.4 de los ODS (Reducir la mortalidad prematura por ENT). Fortalece la labor de la OMS en materia de cobertura sanitaria universal al abordar los obstáculos a la atención de la ERC y promueve un enfoque multisectorial para abordar los determinantes sociales de la salud y los factores ambientales asociados con la enfermedad renal, como el cambio climático y los riesgos laborales, así como el reconocimiento de la ERC como causa y consecuencia de disparidades sociales y económicas más amplias. 

Contenido de la resolución:

En la resolución se piden básicamente 4 tópicos importantes: 

Apoyar a los Estados Miembros en el desarrollo de políticas de ERC: Colaborar con los Estados Miembros para crear e implementar políticas y marcos nacionales centrados en la prevención, identificación oportuna y manejo de la ERC en entornos de atención primaria. Esto incluye proporcionar orientación técnica sobre la integración de la atención de la ERC en marcos más amplios de ENT y Cobertura de Salud Universal (CSU). 

Elaborar una guía mundial sobre la ERC: Crear e integrar orientaciones sobre la prevención y el tratamiento de la ERC, que abarquen los grupos de alto riesgo (hipertensión, diabetes, obesidad) y los entornos de riesgo. Las orientaciones deben incluir protocolos para el cribado y el tratamiento de la ERC que se adapten a los distintos recursos y necesidades de los Estados Miembros, en particular de los países de ingresos bajos y medianos. 

Promover la investigación y la recopilación de datos a nivel mundial: Fortalecer la recopilación de datos sobre los factores de riesgo y la prevalencia de la ERC y fomentar el seguimiento y la evaluación de los programas de atención renal para mejorar la calidad de la atención. 

Mejorar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales: Elaborar estrategias y recomendaciones para mejorar la disponibilidad de medicamentos y herramientas de diagnóstico asequibles y eficaces para la ERC en los países de ingresos bajos y medianos.

En resumen, esperamos que en la próxima Asamblea mundial de salud, las diferentes delegaciones de todos los países miembros, aprueben esta iniciativa y de esta manera logremos tener una mejor salud renal desde una mejor prevención hasta los tratamientos sustitutivos en etapas avanzadas.

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