Crean piel electrónica sensible al calor, tacto y dolor

Científicos en Australia desarrollaron una piel electrónica artificial que reacciona al dolor, el calor y el tacto tal como lo hace la piel humana.
Desarrollan piel electrónica sensible al calor, tacto y dolor
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Científicos en Australia desarrollaron una piel artificial electrónica que reacciona al dolor, el calor y el tacto tal como lo hace la piel humana. Este es un significativo avance en el mejoramiento de las prótesis y las alternativas no invasivas en comparación a los injertos de piel.

El equipo de investigadores de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne en Australia publicó su estudio en la revista científica  “Advanced Intelligent Systems” en el artículo se sostiene que el desarrollo imita la respuesta del cuerpo casi de manera instantánea con la misma velocidad que las señales nerviosas viajan al cerebro.

Ninguna tecnología electrónica creada hasta el momento había sido capaz de imitar de manera más realista la sensación de dolor humana ni tampoco la capacidad de reacción a estímulos externos como el calor y el frío de manera tan instantánea.

Adicional al prototipo de piel artificial, los científicos también desarrollaron dispositivos que utilizan componentes electrónicos extensibles que pueden detectar y responder a los cambios de temperatura.

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Innovación en piel electrónica

Desarrollando más el prototipo la piel artificial estirable puede llegar a ser una opción para los injertos de piel no invasivos. “Necesitamos un mayor desarrollo para integrar esta tecnología en aplicaciones biomédicas, pero los fundamentos (biocompatibilidad, estirabilidad similar a la piel) ya están ahí” señalaron los expertos.

Esta nueva tecnología combina materiales de óxido con silicona biocompatible para que la piel electrónica sea transparente e irrompible, además, está recubierta por reactivos, un millar de veces más finos que un cabello humano. El desarrollo es capaz de usar la memoria a largo plazo para retener información de sensaciones previas similar a como lo hace el cerebro humano.

Finalmente, los investigadores se sintieron orgullosos de su invento y señalaron que han creado los primeros somatosensores electrónicos, que son capaces de replicar la percepción de estímulos sensoriales.

Si bien algunas tecnologías existentes han utilizado señales eléctricas para imitar diferentes niveles de dolor, estos nuevos dispositivos pueden reaccionar a la presión, la temperatura y el dolor mecánicos reales, y brindar la respuesta electrónica correcta.

Es decir, esta piel electrónica conoce la diferencia en los grados de dolor, una diferenciación elemental que no había sido lograda antes con piel artificialmente creada.

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