Francia se convertirá este 4 de marzo en el primer país en proteger explícitamente en su Constitución la “libertad garantizada” de las mujeres a optar por el aborto, en una votación histórica. Esta medida es ampliamente respaldada por el público y los grupos defensores de los derechos de las mujeres, ha sido considerada un hito para el país europeo.
50 años han pasado desde la despenalización del aborto en el país, esta consagración es histórica enviando un mensaje contundente al mundo, después de la decisión de mucho países de retirar esa posibilidad para las mujeres.
A diferencia de Estados Unidos y otros países, Francia ha sido más progresista en términos de aceptación del aborto, con alrededor del 80% de los ciudadanos franceses apoyando el derecho de las mujeres a interrumpir su embarazo. La inclusión de este derecho en la Constitución marca un paso adelante en la protección y garantía de los derechos reproductivos de las mujeres.
“Francia está a la vanguardia”, declaró Yael Braun-Pivet, presidenta de la cámara baja del parlamento, durante la reunión conjunta de las cámaras baja y alta en el icónico Palacio de Versalles. “Estoy orgullosa de este congreso, que dirá que el derecho al aborto ahora será parte de nuestra ley básica”, añadió.
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 2022 de revocar el fallo Roe v. Wade, que reconocía el derecho constitucional al aborto, impulsó a los activistas a presionar a Francia para que se convirtiera en el primer país en proteger claramente este derecho en su ley fundamental.
¿El derecho al aborto es una estrategia?
Algunos críticos argumentan que esta medida es una estrategia política del presidente francés Emmanuel Macron para ganar popularidad, aprovechando el amplio apoyo al derecho al aborto en el país. Sin embargo, defensores de los derechos de las mujeres destacan que esta votación es un paso importante para reafirmar y proteger los derechos reproductivos de las mujeres en Francia.
La votación, que se espera que obtenga la mayoría de tres quintos requerida, tiene un amplio apoyo político y se espera que se inscriba en el artículo 34 de la Constitución francesa, estableciendo que “la ley determina las condiciones en las que una mujer tiene garantizada la libertad de recurrir al aborto”.
Esta medida ha generado emociones encontradas. Activistas feministas y defensores de los derechos reproductivos ven este momento como histórico y esperanzador. Por otro lado, los grupos antiaborto critican la inclusión del derecho al aborto en la Constitución, argumentando que no era necesario añadirlo porque ya estaba protegido por la ley.
El primer ministro Gabriel Attal afirmó que esta votación envía un mensaje claro a todas las mujeres: “su cuerpo les pertenece y nadie puede decidir por ustedes”.
A pesar de las críticas, el país se ha convertido en un referente mundial al incluir el derecho al aborto en su Constitución, lo que refuerza su compromiso con la protección de los derechos de las mujeres y establece un precedente para otros países que aún luchan por garantizar este derecho fundamental.
En el pasado, Chile también intentó introducir este derecho para las mujeres a “una interrupción voluntaria del embarazo” en el proyecto de la nueva constitución del 2022. Sin embargo, la reforma no paso el referendo, por lo que no pudo ser establecido.
Además, algunos países de los Balcanes tienen una protección implícita como herencia del “derecho humano de decidir libremente sobre el nacimiento de sus hijos” incluido en la Carta Magna de 1974 de la entonces Yugoslavia. Por otro lado, países como República Dominicana, Filipinas, Madagascar, Honduras y el Salvador prohíben el aborto en su Constitución al blindar el derecho a la vida desde la concepción.
