El virus de Ébola apareció por primera vez en 1976 en 2 brotes simultáneos, en Nzara, Sudán, y en Yambuku, República Democrática del Congo. Este último se encontraba en un pueblo situado cerca del río Ébola, de la que la enfermedad toma su nombre. Ébola se introduce en la población humana a través del contacto con la sangre, secreciones, órganos u otros fluidos corporales de animales infectados. En África, la infección se ha documentado a través de la manipulación de los chimpancés infectados, los gorilas, los murciélagos de la fruta, monos, antílopes de bosque y puercoespines si se encuentran enfermos o muertos o en la selva.
En la actualidad, el último boletín emitido por la Organización Mundial de la Salud, informa que el brote de la enfermedad del virus del Ébola en África Occidental ya ha infectado a 1.603 personas, de las cuales 887 han muerto.
La Organización Mundial de la Salud reitera su preocupación con respecto a las ideas de la gente sobre la enfermedad y su negativa a renunciar a costumbres ancestrales como las ceremonias de inhumación en el que los dolientes tienen contacto directo con el cuerpo de las personas fallecida, esta práctica representa un alto riesgo en la transmisión de Ebola.
Trabajadores de la salud con frecuencia se han infectado al tratar a los pacientes con sospecha o confirmación del virus de Ébola. Esto ha ocurrido a través de un estrecho contacto con los pacientes cuando no se practican estrictamente las precauciones de control de infecciones.
Los síntomas del virus de Ébola a menudo se caracterizan por la aparición repentina de fiebre, debilidad intensa, dolor muscular, dolor de cabeza y dolor de garganta. Esto es seguido por vómitos, diarrea, erupción cutánea, deterioro de la función renal y hepática, y en algunos casos, sangrados internos como externos. Los estudios de laboratorio incluyen la baja de glóbulos blancos y de plaquetas y enzimas hepáticas elevadas. El período de incubación del virus de Ébola, tiene un intervalo de tiempo de 2 a 21 días desde la infección con el virus y la aparición de los síntomas.
Para diagnosticar el virus de Ébola se hay otras enfermedades que se deben descartar antes de un diagnóstico algunas son : el paludismo, la fiebre tifoidea, la shigelosis, cólera, leptospirosis, la peste, la rickettsiosis, la fiebre recurrente, la meningitis, la hepatitis y otras fiebres hemorrágicas virales.
Las Infecciones por el virus de Ébola se pueden diagnosticar definitivamente en un laboratorio a través de varios tipos de pruebas: ensayo inmunoenzimático, anticuerpo de captura (ELISA), pruebas de detección de antígenos, prueba de seroneutralización, transcriptasa inversa reacción de polimerasa en cadena (RT-PCR), microscopía electrónica, aislamiento del virus por cultivo celular.
No existe una vacuna con licencia para el virus de Ébola. Varias vacunas se están probando, pero no hay ninguna disponible para su uso clínico.
La Organización Mundial de la Salud, y algunos de los presidentes de los países afectados presentaron un plan de respuesta de 100 millones de dólares para combatir la enfermedad. Esta no es la primera vez que una epidemia de Ébola se ha identificado y confirmado en África Occidental, pero si es la más letal en la historia de la enfermedad.
