Según el Banco Interamericano de Desarrollo -BID- un proceso de adquisición de medicamentos eficiente se conforma de la compra de los fármacos más costo-efectivos en las cantidades adecuadas; selección de proveedores fiables que brinden productos de alta calidad; sistemas de adquisición y distribución que garanticen entregas puntuales e ininterrumpidas y procesos que garanticen los menores costos totales de producción.
Estos aspectos trataron de cubrirse en México por medio de una denominada “compra consolidada” con varios intermediarios a lo largo de los años. Pese a que lleva años de funcionamiento los resultados de esta figura no son del todo positivos y a menudo despiertan crítica de los detractores que aseguran que el modelo de abastecimiento de fármacos en el país carece de transparencia y eficacia. Pero sobre todo afirman que atenta contra la eficiencia del gasto en medicamentos.
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Es preciso destacar que contrario a lo que se piensa, esta figura de compra no nació con la presidencia de Andrés Manuel López Obrador (actual presidente de México, hasta el 2024) sino que se implementó varios años antes de esta elección, aunque no era la UNOPS la intermediaria, sino que lo hacia la Comisión Coordinadora para la Negociación de Precios de Medicamentos y otros Insumos para la Salud y posteriormente lo hizo el IMSS.
Recordemos, que la figura de compra consolidada se entiende para ese país como las políticas públicas de salud de contención del gasto que tienen como objetivo adquirir grandes volúmenes de medicamentos que garanticen la cobertura para la población que así lo requiera a un menor precio entre las instituciones públicas.
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Para determinar si la tarea de compra concuerda con el presupuesto asignado, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria –CIEP– de México, analizó los datos y cifras de compra de fármacos en ese país entre el 2014 y el 2019 y publicó los resultados y conclusiones del estudio:
¿Cuántos recursos se asignaron para la compra de medicamentos?
Entre el 2013 y el 2021 el 13.1% (promedio) del gasto en salud fue para medicamentos. De hecho, en 2021, se destinó el 13.2% del monto aprobado en el presupuesto de salud para la compra de medicamentos, es decir, $91.559 millones de pesos mexicanos (una disminución del 7.2% en comparación con el 2020). Para este mismo año el 74.6% del presupuesto para medicamentos se concentró en medicinas y productos farmacéuticos, 16.4% en materiales, accesorios y suministros médicos y 9.0% en materiales, accesorios y suministros de laboratorio.
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No obstante, el gasto no es parejo en todos los subsistemas (entidades), por ejemplo, el año pasado el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado -ISSSTE- fue el que mayor porcentaje de su presupuesto destinó a la compra de medicamentos, mientras que el Instituto Mexicano del Seguro Social -IMSS- destinó 19.1%; 15.7% en Pemex; 6.7% en Sedena; y 5.4% tanto en SSa y Semar.
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Compra consolidada: ¿si representa un ahorro?
Según los datos del Gobierno, por medio de la compra consolidada el Estado se ahorró $25.509 millones de pesos entre 2014 y 2019. Estos ahorros se lograron al conseguir precios más asequibles por medicamentos en comparación con lo valores que estos tienen en compras descentralizadas.
En cuanto a los medicamentos de fuente única (fármacos con un único oferente en el mercado), el BID estima que sus precios variaban entre un 2% y un 300%. En 2014 y 2015 se logró un ahorro de $4.149 millones de pesos por la compra de este tipo de fármacos y en 2016 el ahorro se disparó a $22.050 millones de pesos.
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La UNOPS entra a escena para mejorar la transparencia del gasto
En 2019, tras la elección de AMLO y como parte de la estrategia de combate a la corrupción, la Oficialía Mayor fue la encargada de realizar las compras para 2020. No obstante, se encontró que la compra consolidada de medicamentos no propició las mejores condiciones de compra, ni garantizó el cumplimiento del derecho de protección a la salud de la población.
Razón por la cual a mediados del 2020 el Gobierno anunció que la UNOPS sería la encargada de comprar los medicamentos desde el 2021 y hasta la finalización del periodo de AMLO. Para ello, la UNOPS cuenta con un Observatorio Regional de Precios de Medicamentos, que le permite comparar los precios de medicamentos en 21 países, pero posterior al nombramiento la entidad informó que no se encargaría de certificar la seguridad o calidad de los medicamentos pues para ello estaba la COFEPRIS que se encargaría de emitir el registro sanitario de los medicamentos, el cual certifica su seguridad, eficacia y calidad. Cabe resaltar que el presupuesto de COFEPRIS disminuyó 59.6%, al pasar de $1.813 millones de pesos en 2013 a $732 millones de pesos en 2021.
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Adicionalmente, durante el 2020 se creó el Instituto de Salud para el Bienestar -INSABI-, que tendría entre sus muchas tareas consignar la demanda agregada de medicamentos del sector salud y emitir las órdenes de compra conforme a a demanda, sin embargo, las reglas de operación de este instituto no son claras, por lo que no se sabe a ciencia cierta la fiabilidad de los datos en los que se basa la compra.
Aumento del gasto del bolsillo para el mexicano promedio
De 2014 a 2018, el número de personas que pagaron por medicamentos incrementó en 4.061.906 personas, al pasar de 26.459.376 personas a 30.521.282. En 2018, 50.1% de las personas que acudieron a consulta pagaron por medicamentos; esto representó 24.4% del total de la población.
El mayor incremento se dio en la población ubicada en el decil 3 de ingresos. En 2018, más de 620 mil personas más efectuaron gasto de bolsillo en medicinas, seguido del decil 2 con 599 mil 439 personas más que en 2014. En cambio, los menores incrementos se muestran en el decil 9 y 10.
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Las conclusiones de este análisis mencionan que de 2014 a 2019, con la compra consolidada de medicamentos se lograron ahorros por $25.509 millones de pesos, estos ahorros podrían redirigirse dentro del sector salud o en la adquisición de más medicamentos. Ya que cómo se evidencia en el gráfico anterior el 50.1% de los ciudadanos que fueron a consulta médica pagaron por sus medicamentos.
“La experiencia internacional muestra que no basta con seleccionar una herramienta única para conseguir precios más asequibles de medicamentos. Asimismo, el acceso a medicamentos requiere de políticas integrales que involucren la planeación, financiamiento, adquisición, almacenamiento, distribución y la utilización final, así como el uso de medicamentos genéricos. La adquisición de medicamentos es uno de los elementos del proceso de abastecimiento de medicamentos” concluye el informe.
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