La epilepsia es un trastorno neurológico crónico que, según la OMS, afecta a 50 millones de personas alrededor del mundo. De ellas, el 85% es originaria o habita en un país en vía de desarrollo. En Colombia, se estima que el 1,3% de habitantes la padece y es causa de mortalidad en el 0,8% de los casos. Aunque es un porcentaje menor, quienes la padecen no solo se enfrentan a su diagnóstico. También deben hacer frente a una sociedad que estigmatiza y minimiza a las personas que la sufren y, por consiguiente, ven reducida su calidad de vida desde el punto de vista social y afectivo.
De acuerdo, con el ministerio de Salud y Protección Social, entre 2015 y 2019 se identificaron 767.251 personas con epilepsia en Colombia; las entidades territoriales con mayor número de casos son: Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca. Asimismo, el 50% de los diagnosticados en el país están entre los 19 y 59 años.
Aunque el 25% de los casos son prevenibles, las infecciones del sistema nervioso central son causa frecuente de la enfermedad en zonas tropicales. Cerca del 80% de los pacientes viven en países de ingresos bajos y medianos.
Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio, explicó que existe una asociación bidireccional entre epilepsia y demencia, cuando se presenta una de las dos patologías el riesgo de padecer la otra aumenta el doble. Agregó que, en 2018 se expidió la Política Nacional de Salud Mental, que se encuentra en implementación y contempla la prevención, tratamiento y rehabilitación integral de la epilepsia.
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“La discriminación y estigmatización social que rodea la epilepsia en algunos lugares son, a menudo, más difíciles de vencer que las propias convulsiones. Las personas con epilepsia pueden ser objeto de prejuicios, lo que hace que no busquen tratamiento para evitar ser reconocidos con la enfermedad”, expresó.
Además, suelen padecer más problemas físicos (fracturas y hematomas derivados de traumatismos relacionados con las convulsiones) y mayores.
tasas de trastornos mentales, entre ellos ansiedad y depresión, comorbilidades que empeoran el pronóstico y la calidad de vida, con riesgo de aumentar hasta 10 veces más los intentos de suicidio y consumo de sustancias psicoactivas, que la población general.
¿Cómo prevenir la epilepsia?
Según la subdirectora de Enfermedades No Transmisibles de la cartera de Salud las siguientes recomendaciones ayudarían a prevenir la epilepsia.
• La prevención de los traumatismos craneales es la forma más eficaz de evitar la epilepsia postraumática.
• La atención perinatal adecuada puede reducir los nuevos casos de epilepsia causados por lesiones durante el parto.
• La eliminación de los parásitos (cisticerco), el cumplimiento del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) y la educación sobre cómo evitar las infecciones, pueden ser eficaces para reducir la epilepsia en diferentes entornos.
• La prevención de la epilepsia asociada a los accidentes cerebrovasculares se centra en la reducción de los factores de riesgo cardiovascular, por ejemplo, a través de medidas de prevención o control de la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad, prevención del tabaquismo y del consumo excesivo de alcohol.
