El pasado 9 de enero, se reunieron los presidentes Joe Biden (Estados Unidos) y Andrés Manuel López Obrador -AMLO (México), en el marco de la Cumbre de los Líderes de América del Norte – conocida como ‘Cumbre de los Tres Amigos’ para buscar soluciones a varias de las problemáticas que aquejan a ambos países.
Dentro de la serie de temas abordados, uno de los más notables fue el tráfico de fentanilo, una sustancia perteneciente a los opioides que es utilizada, entre otros para combatir el dolor intenso. Sin embargo, su uso ha desatado una crisis de salud pública, sin estrategias que reduzcan el impacto negativo sobre la sociedad estadounidense; por el contrario, los estragos asociados a un consumo fuera del ámbito medicinal parecen incrementarse año tras año.
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Fentanilo y crisis de opioides: ¿por qué no ha logrado erradicarse?
Una de las estrategias impulsadas por el gobierno de Estados Unidos – ‘Stop Overdose’ revela que el fentanilo es hasta 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. De hecho, hace parte de las principales causas de sobredosis mortales y no mortales en el país; fenómeno que se ha incrementado por el aumento de la circulación del fentanilo de fabricación ilícita, que se distribuye a través de los mercados ilegales de drogas o por su combinación con otras sustancias debido a los efectos que produce en el organismo.
De acuerdo con los CDC, 107.375 personas murieron en Estados Unidos por sobredosis y envenenamiento causado por drogas en el periodo de 12 meses que finalizó en enero de 2022. El 67% de estos fallecimientos fueron resultado del consumo de fentanilo y otros opioides sintéticos. Antes de ello, el Consejo Nacional de Seguridad (destacada ONG del país) reveló que en 2020 se produjeron alrededor de 40.000 muertes por sobredosis de opioides, incluyendo el fentanilo; 15.854 de ellas ocurridas en personas entre los 25 y 34 años y 14.906 en individuos entre los 35 y 44 años.
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La intoxicación por fentanilo es ahora la principal causa de muerte entre los adultos de 18 a 45 años en Estados Unidos, superando al suicidio, la violencia armada y los accidentes de tráfico.
Facing Fentanyl
Parte de la crisis de opioides, de acuerdo con las autoridades, radica en los carteles de narcotráfico que hacen presencia en el país, las cuales aprovechan la influencia de las redes sociales y el auge del comercio electrónico para introducir drogas mortales en las comunidades estadounidenses. Asimismo, aseguran que los distribuidores cada vez modifican la receta del fentanilo ilícito para promover la adicción, facilitar su distribución y engañar a la población más joven y más afectada en esta crisis de salud pública.
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México, ¿único responsable del incremento de consumo de fentanilo?
La crisis de opioides en Estados Unidos no tiene un único responsable, puesto que también hay otros carteles del narcotráfico que envían y distribuyen el fentanilo junto a otras sustancias ilícitas en la nación. No obstante, y como es de esperarse, la cercanía geográfica con México es uno de los principales factores, sin mencionar que es el país de origen de los dos grandes carteles que dominan la región: el Cartel de Sinaloa y el Cartel de Jalisco, de acuerdo con información provista por la DEA.
Este 10 de enero, se conoció que ambos países acordaron “perseguir a los narcotraficantes y desmantelar las redes criminales, interrumpir el suministro de precursores químicos ilícitos utilizados para fabricar fentanilo, cerrar laboratorios de drogas y prevenir el tráfico de las mismas, armas y personas a través de nuestra frontera común”.
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