Fomentar la sostenibilidad es un gran esfuerzo desplegado en todo el mundo por distintas industrias, y el sector de la salud no se queda atrás puesto que hace un trabajo especial por reducir el impacto ambiental que genera su operación mientras en paralelo busca el bienestar del paciente. En este sentido, los trabajadores de la salud tienen el reto de mejorar la ruta de cuidado desde varios frentes al procurar la atención médica especializada, y gestionar el acceso a equipos de tecnología de punta, diagnósticos certeros, así como otras formas de cuidado.
Tener la mayor consciencia posible sobre el impacto ambiental es necesario por lo que hay una premura en tomar acción mientras se busca el cuidado de la salud. De allí que el uso de dispositivos médicos sostenibles es clave para tener un impacto real sobre el mundo, es importante crear un modelo de trabajo que considere tres factores principales: ecología, eficiencia y calidad. Si se logran unificar estos tres elementos podemos beneficiar a todas las partes involucradas: el medio ambiente, los pacientes, y el sector mismo.
Los dispositivos médicos deben estar diseñados teniendo en cuenta la ecología y como esta puede reducir el impacto ambiental operativamente hablando. Por ejemplo, desde la inversión en tecnología con sistemas sostenibles podemos reducir el consumo de energía sustancialmente, sin duda, producir equipos de bajo consumo energético se configura en un reto para el beneficio de todos.
La eficiencia en los equipos médicos, por otro lado, es clave para el manejo de los recursos hospitalarios. Entre más eficientes sean los dispositivos ya sean de diagnóstico como una resonancia magnética o aquellos que hacen parte de un proceso de terapia como una radiografía, menos tiempo van a tardar los pacientes en ser atendidos. Un dispositivo médico que pueda reducir ese tiempo no solo está salvando vidas, sino que además puede aumentar la productividad de un centro médico. Muchos equipos médicos tienen un alto consumo de energía, por lo que es óptimo reemplazarlos con equipos que cumplan el mismo trabajo a un menor consumo energético.
Por supuesto, es indispensable que los equipos médicos sean de excelente calidad. Entre más precisos y rápidos sean los dispositivos, hay mayor probabilidad de ofrecer una mejor ruta de atención a los pacientes. Si la calidad de los dispositivos médicos está diseñada en pro del medio ambiente, se están creando herramientas que puedan hacer un mejor trabajo, de manera más rápida, y con un menor consumo de energía. Por supuesto, la calidad en servicios para el sector de la salud tiene un gran peso sobre la reputación de un centro médico, y hay una gran expectativa por recibir un servicio de salud eficiente, especialmente cuando este es responsable con el medio ambiente.
Por ende, estos tres factores son necesarios para mejorar el impacto que tienen el sector de salud en el medio ambiente. Muchas veces nos enfocamos y priorizamos uno de los tres factores, resultando obviamente en resultados positivos. Sin embargo, al tener en cuenta los tres aspectos trabajando en paralelo, es posible consolidar un sistema más robusto y pertinente para atender las necesidades que requiere el mundo.