La fibromialgia es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en Latinoamérica y que a menudo pasa desapercibida debido a la falta de conocimiento y conciencia sobre ella. Se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado, fatiga, trastornos del sueño y otros síntomas que pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.
Si estás interesado en aprender más sobre esta enfermedad, en este artículo, hablaremos sobre sus síntomas, su diagnóstico y tratamiento, y la importancia de aumentar la conciencia sobre esta enfermedad invisible.
Fibromialgia en México, Colombia y Brasil: datos oficiales sobre su prevalencia en la región
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una enfermedad que afecta alrededor del 2% de la población mundial, y es más común en mujeres que en hombres. Según un estudio publicado en el Journal of Clinical Rheumatology en 2020, la prevalencia de la fibromialgia en América Latina oscila entre el 1,7% y el 6,4%, con una mayor prevalencia en las mujeres.
En Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social reportó en 2017 esta patología afecta entre el 2% y el 6% de la población general.
En Brasil, según la Revista Brasileira de Reumatologia, la prevalencia de la enfermedad es del 0,6% al 4,4% de la población general, con predominio en el sexo femenino y grupo etario con mayor incidencia se ubica entre los 35 y 60 años.
Otro estudio publicado en el Journal of Pain Research en 2021 informó de una prevalencia del 4,3% en México.
Diagnóstico y el tratamiento de la fibromialgia
A pesar de su alta prevalencia, sigue siendo una enfermedad invisible y poco comprendida por gran parte de la sociedad. La falta de conciencia sobre la enfermedad puede llevar a un diagnóstico tardío y a un tratamiento inadecuado, lo que puede empeorar los síntomas y afectar la calidad de vida de los pacientes.
El diagnóstico se basa en la presencia de dolor crónico generalizado durante al menos tres meses, así como en la presencia de puntos sensibles en el cuerpo. Estos puntos sensibles se encuentran en áreas específicas, como el cuello, los hombros, la espalda, las caderas y las rodillas. Además, el diagnóstico puede incluir pruebas de laboratorio y estudios de imagen para descartar otras enfermedades.
Aunque la causa exacta es desconocida, se cree que puede estar relacionada con factores genéticos, ambientales y psicológicos. Por lo tanto, el tratamiento de la fibromialgia puede incluir medicamentos para aliviar el dolor y mejorar el sueño, así como terapias no farmacológicas como la fisioterapia y la terapia ocupacional. También se ha demostrado que la terapia cognitivo-conductual y la acupuntura pueden ser útiles para algunas personas con este diagnóstico.
Medicamentos para reducir el dolor:
- Analgésicos: Algunos de los analgésicos de venta libre que se recomiendan son, el acetaminofén, el ibuprofeno, el naproxeno sódico. No se recomiendan los medicamentos opioides porque pueden provocar efectos secundarios y dependencia que empeoran el dolor con el paso del tiempo.
- Antidepresivos: La duloxetina y el milnaciprán pueden ayudar a combatir el dolor y la fatiga. El médico puede recetar la amitriptilina o un relajante muscular como la ciclobenzaprina para ayudar a promover el sueño (consulte antes a su médico para obtener un diagnóstico preciso y una prescripción profesional. Nunca se automedique).
- Medicamentos anticonvulsivos: Algunos medicamentos diseñados para tratar la epilepsia ayudan a disminuir ciertos tipos de dolor causados por la fibromialgia. El primer medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos para el tratamiento de la fibromialgia es la pregabalina.
Terapias para reducir sus efectos:
- Fisioterapia: Por medio de ejercicios para mejorar la fuerza, flexibilidad y resistencia. Los ejercicios en agua son recomendados en alta medida por su efectividad.
- Terapia ocupacional: Por medio de ajustes en el entorno de trabajo o la forma en cómo se desarrollan ciertas tareas para reducir el estrés en el cuerpo.
- Asesoramiento psicológico: Para fortalecer la confianza en habilidades y estrategias para lidiar con situaciones de estrés.
¿Por qué afecta la calidad de vida de quienes la padecen?
Es importante destacar que la enfermedad puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de las personas que la padecen, y un efecto negativo en la capacidad de realizar actividades cotidianas, como trabajar, hacer ejercicio y realizar tareas domésticas. Esto puede llevar a una disminución en la calidad de vida y un aumento en la discapacidad.
Además, puede afectar la salud mental de las personas, causando síntomas como ansiedad y depresión. Por lo tanto, es importante que los pacientes reciban un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado.
La Asociación Colombiana de Fibromialgia y Fatiga Crónica ha sido una organización líder en la promoción de la conciencia y el apoyo a las personas con fibromialgia en Colombia y ha sido una defensora clave para mejorar el acceso a los tratamientos y la atención médica para las personas con fibromialgia en el país.
¿Cómo mejorar la calidad de vida de alguien que padece fibromialgia a partir de sus hábitos?
El cuidado personal es fundamental en el manejo de esta enfermedad. Es importante elaborar un plan para evitar o limitar el estrés emocional y el esfuerzo excesivo. El estrés puede empeorar los síntomas de la fibromialgia, por lo que es importante encontrar formas de manejarlo. Algunas técnicas de manejo del estrés incluyen ejercicios de respiración profunda, meditación y yoga.
Además, el sueño adecuado es esencial para las personas que la padecen. Las personas con esta enfermedad a menudo tienen problemas para dormir, lo que puede empeorar los síntomas. Por esta razón, es importante mantener buenos hábitos de sueño, como ir a la cama y levantarse a la misma hora todos los días y limitar las siestas durante el día.
Es útil hacer ejercicio regularmente de forma progresiva. Al principio, el ejercicio puede aumentar el dolor, pero si se hace de forma regular, los síntomas suelen disminuir. Los ejercicios adecuados pueden ser caminar, nadar, andar en bicicleta y hacer ejercicios aeróbicos en el agua. También son útiles el estiramiento, la buena postura y los ejercicios de relajación.
Mantener un estilo de vida saludable es necesario para las personas con fibromialgia. La alimentación saludable es esencial para mantener una buena salud en general. Además, es importante evitar el tabaco y la cafeína, ya que pueden (en algunos casos) empeorar los síntomas de la fibromialgia. También es recomendable hacer alguna actividad que te resulte agradable y satisfactoria todos los días, como leer, escuchar música o pasar tiempo con amigos y familiares.
Las terapias complementarias y alternativas, como la acupuntura, la masoterapia, el yoga y el taichí, pueden ayudar a aliviar el estrés y reducir el dolor de manera segura.
La acupuntura es un sistema médico chino que se basa en la restauración del equilibrio normal de las fuerzas vitales mediante la inserción de agujas muy finas en la piel a distintas profundidades.
La masoterapia es uno de los métodos de cuidados médicos más antiguos que aún se practica, y puede reducir la frecuencia cardíaca, relajar los músculos, mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones y aumentar la producción de analgésicos naturales del organismo.
El yoga y el taichí combinan la meditación, los movimientos lentos, la respiración profunda y la relajación, y se ha demostrado que ambas ayudan a controlar los síntomas de la fibromialgia.
Con esfuerzos combinados de concientización, acceso a tratamientos y promoción de hábitos saludables, se puede mejorar la vida de las personas con fibromialgia en toda la región.