En Reino Unido, funcionarios del NHS (Servicio Nacional de Salud) han advertido sobre las pésimas condiciones operacionales. Al mismo tiempo, aseguraron que requerirán de medidas drásticas para mantenerse a flote. Como indicaron en The BMJ, se ha llegado a un punto crítico resultado de la escasez de personal, la insuficiencia de los recursos destinados y las demandas de salud de una población que envejece aceleradamente.
El NHS atraviesa, probablemente, una de sus peores crisis de los últimos tiempos. Los niveles de atención están por debajo de lo aceptable para los médicos y los ciudadanos, lo que implica la creación de planes a corto plazo para hacer frente a las dificultades, comunicando las posibilidades y necesidades reales a los usuarios. “Ahora estamos viendo lo que significa realmente una crisis, con retrasos y tratamientos perdidos, y unas condiciones de atención y de trabajo inaceptables”, manifiestan los expertos.
Las capacidades del NHS fueron puestas en duda por médicos de urgencias. La noche del 30 de enero aseguraron que el plan gubernamental, supuestamente diseño e implementado para aliviar la presión en las áreas de emergencias, no había tenido ningún impacto relevante en su labor. Cabe señalar que, en el marco de la estrategia, se instalaron 5.000 camas hospitalarias, un factor irrelevante para la población y de mínima afectación para el talento humano en salud.
“Iniciativas como la ampliación de los hospitales a domicilio y las salas virtuales tardarán años años en aplicarse plenamente, ya que siguen siendo experimentales y tendrán un impacto mínimo en los próximos meses”, señalaron los profesionales que hicieron la alerta.
Principales barreras del sistema de salud en Reino Unido – (y que debería reevaluar el NHS)
Desde la perspectiva del talento humano en salud, Reino Unido continúa defendiendo una política de sanidad universal, cuando en la práctica dista de lograrlo. Algunas de las barreras más significativas -descritas en The BMJ– son:
- Limitaciones en la financiación y asignación de recursos al NHS: este factor incide en la gama de servicios, la disponibilidad y calidad de la asistencia y la coherencia con que pueden ofrecerse los servicios. Desde la medicina personalizada, cada vez es más costoso ofrecer y hacer accesibles todas las oportunidades sanitarias a los usuarios.
- Escasez del talento humano en salud: el NHS no es ajeno a la situación global, pues en todo el mundo se experimenta un déficit de profesionales sanitarios. na dotación de personal adecuada es crucial para prestar una atención integral, atender las necesidades de la población, hacer frente a las desigualdades sanitarias y satisfacer la demanda.
- Fragmentación en la prestación de servicios de salud: cada vez es más evidente la fragmentación de los servicios. A menudo falta integración y coordinación de la asistencia en los servicios de atención primaria, secundaria y especializada, lo que da lugar a una experiencia desarticulada del paciente.
NHS: retrasos sin precedentes en la atención de pacientes con cáncer
Según estadísticas divulgadas en The BMJ, más de 200.000 individuos diagnosticados con cáncer se mantienen a la espera de quimioterapia, radioterapia o cirugía desde 2020, pese a que los tiempos máximos establecidos no deberían ser mayores a 62 días. De acuerdo con la información, de este total, 101.307 padecen cáncer de seno; 68.611, cáncer de colon y 40.053, cáncer de pulmón.
Se ha observado un considerable aumento en el número de pacientes con cáncer que esperan más de dos meses, pasando de 37,243 en 2020 a 69,100 en los primeros 11 meses del año pasado, a pesar del incremento en las derivaciones.
Al respecto, una investigación adelantada por Radiotherapy UK y la campaña Catch Up With Cancer reveló que, en enero de 2020, el 77% de los pacientes con cáncer de mama inició su tratamiento a tiempo, pero el 23% restante (1 de 4 personas con este diagnóstico) no lo consiguió. Por su parte, el 53% de los pacientes con cáncer de colon y el 41% de aquellos con cáncer de pulmón experimentaron retrasos que superaron el objetivo de dos meses para recibir quimioterapia, radioterapia o cirugía.