En Suiza, un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y del Hospital Universitario de Lausana (CHUV) lograron un hito científico para el tratamiento de lesiones medulares. Utilizando estimulación cerebral profunda (ECP) en el hipotálamo lateral (una región poco explorada o asociada con las capacidades motoras).
El estudio publicado en Nature Medicine reveló que, la técnica utilizada mostró efectos positivos inmediatos al mejorar la capacidad de caminar durante la rehabilitación. Además, los pacientes experimentaron una mejoría a largo plazo que se mantuvo incluso cuando la estimulación se desactivó. Este hallazgo sugiere que la estimulación facilita una reorganización de las fibras nerviosas residuales, lo que conduce a mejoras neurológicas que perduran.
“Esta investigación demuestra que el cerebro es necesario para recuperarse de una parálisis. Sorprendentemente, el cerebro no es capaz de aprovechar al máximo las proyecciones neuronales que sobreviven después de una lesión de la médula espinal. Aquí, hemos descubierto cómo aprovechar una pequeña región del cerebro que no se sabía que estuviera involucrada en la producción de la marcha para activar estas conexiones residuales y aumentar la recuperación neurológica en personas con lesión de la médula espinal”, afirma Courtine, profesor de neurociencia en la EPFL, el Hospital Universitario de Lausana (CHUV) y la UNIL y codirector del centro .NeuroRestore.
¿Cuál es el descubrimiento sobre el hipotálamo lateral?
Esta terapia de estimulación cerebral profunda tuvo éxito gracias a dos enfoques clave: los descubrimientos alcanzados mediante innovadoras metodologías en estudios con animales y su posterior aplicación en intervenciones quirúrgicas minuciosas en humanos. En la cirugía, los investigadores usaron exploraciones cerebrales detalladas, bajo la dirección de Bloch en el CHUV, para asegurar la colocación precisa de los electrodos, todo mientras el paciente permanecía despierto.
“Fue una investigación fundamental, mediante la creación de mapas detallados de todo el cerebro, lo que nos permitió identificar el hipotálamo lateral en la recuperación de la marcha. Sin este trabajo fundamental, no habríamos descubierto el papel inesperado que desempeña esta región en la recuperación de la marcha”, afirma Jordan Squair, autor principal del estudio.
El neurocirujano Bloch, codirector del centro NeuroRestore y profesor en el Hospital Universitario de Lausana (CHUV), UNIL y EPFL, recuerda cómo la primera paciente, después de la colocación del electrodo y la estimulación, reportó inmediatamente: “Siento mis piernas”. Al intensificar la estimulación, la paciente afirmó: “¡Siento la necesidad de caminar!”. Esta respuesta inmediata confirmó que la región objetivo era la correcta, aunque hasta ese momento no se había vinculado con el control de las piernas en humanos. Para Bloch, esta experiencia representó un hito en la investigación sobre la organización anatómica del cerebro y sus funciones.
La identificación del hipocampo lateral como un factor clave en la recuperación motora después de una parálisis representa un avance significativo en la ciencia, ya que esta área cerebral había sido históricamente asociada con funciones como la excitación y la alimentación. Este descubrimiento provino de un enfoque innovador que incluyó un mapeo anatómico y funcional del cerebro para entender el rol de esta región en la marcha, seguido de experimentos preclínicos que desentrañaron los circuitos cerebrales específicos responsables de la recuperación, lo que llevó a ensayos clínicos con humanos.
Wolfgang Jäger, un hombre de 54 años de Kappel, Austria, sufrió una grave lesión en la médula espinal en un accidente de esquí en 2006, lo que lo dejó en silla de ruedas. Participando en un ensayo clínico, experimentó los efectos positivos de la estimulación cerebral profunda, que logró recuperar parte de su movilidad y devolverle independencia en su día a día. “El año pasado, durante las vacaciones, no tuve ningún problema en bajar un par de pasos y volver al mar usando la estimulación”, compartió Jäger.
Los hallazgos obtenidos abren el camino hacia nuevas aplicaciones terapéuticas que podrían mejorar la recuperación de los pacientes con lesiones en la médula espinal. Se espera que las investigaciones futuras exploren la sinergia entre la estimulación cerebral profunda y otras tecnologías, como los implantes espinales, los cuales ya han demostrado su capacidad para restablecer el movimiento en personas con daño medular. Courtine destaca que “la integración de estos dos enfoques, la estimulación cerebral y espinal, proporcionará una estrategia de recuperación más completa para los pacientes con lesiones de la médula espinal.”