En el marco de la celebración de la Semana Mundial de la lactancia materna en México, el gobierno adelanta varias actividades que buscan reforzar el mensaje de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el lema “Amamantar y trabajar: hagamos que sea posible” que busca promover iniciativas y buenas prácticas en los lugares de trabajo, para que las mujeres que laboran no tengan que dejar de amamantar a sus hijos.
Desde el Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) se realizó una conferencia con expertos para reflexionar sobre la situación de la lactancia materna en el país, las estrategias del gobierno para proteger y promover este derecho fundamental y las acciones que desde la academia se están llevando a cabo para este fin.
Simon Barquera, el director del CINyS, afirma que la lactancia materna en México ha mejorado, así como, la salud de las mujeres que se refleja, en la estatura y la disminución de la prevalencia de obesidad, siendo estos indicadores de una mejor nutrición. Sin embargo, menciona que el país no cuenta con una legislación robusta para proteger a las madres trabajadoras en los sectores formales e informales, ni tampoco infraestructura para apoyarlas.
En este sentido resaltó también, la falta de avance en la implementación del código de marketing de sucedáneos de la lactancia materna mencionó que este es uno de los grandes temas por abordar para hacer de esta reglamentación un tema obligatorio. Reforzar la labor de los profesionales de la nutrición como piezas clave en toda la mejora en salud y desarrollo económico, como resultado de una buena lactancia, donde no exista presión de la industria, ni conflicto de interés de los profesionales.
Situación de la lactancia materna en México
Luz Dinorah González Castell, investigadora en Ciencias Médicas del CINyS-INSP, presentó los resultados de las tendencias de prevalencia de indicadores de lactancia materna y consumo de fórmula comercial infantil (Ensanut 2012 a 2022). Las categorías se definieron de la siguiente manera:
- Alguna vez amamantado (0 a 23 meses)
- Inicio temprano de lactancia (0 a 23 meses)
- Lactancia materna exclusiva (0 a 5 meses)
- Lactancia materna mixta (0 a 3 meses)
- Lactancia materna exclusiva en los tres primeros días de vida (0 a 23 meses)
- Lactancia materna continua (12 a 23 meses)
- Uso de biberón (0 a 23 meses)
- Consumo de fórmula comercial infantil (0 a 11 meses)
- Consumo de fórmula comercial infantil (0 a 23 meses)
Los resultados de las tendencias muestran un aumento en todas las categorías, solo el uso de lactancia materna mixta evidencia una disminución. En cuanto al consumo de leche de fórmula, aunque ha disminuido desde 2012, presenta una estabilización de entre 2018 y 2021, lo que llama la atención y se debe trabajar por bajar estas tendencias, según menciono la experta.
Como conclusiones se observa que, debido a los efectos de la pandemia, se incentivó la lactancia materna, por las condiciones de confinamiento y los costos de la leche de fórmula. Por lo que recomendó continuar con lo que ha funcionado y promover la disminución del uso de biberón.
Según un artículo del diario El País, aunque la tasa de lactancia materna exclusiva (LME) en México ha incrementado en los últimos años, el país sigue teniendo uno de los porcentajes más bajos del mundo. De acuerdo a estadísticas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), solo el 28,6% de los menores de seis meses consume leche materna en su totalidad, mientras que el 43% de los menores de un año es alimentado con fórmula.
Elegir entre regresar a trabajar o seguir amamantando a sus pequeños, es la decisión que deben tomar las madres mexicanas. Por su contexto social, la mayoría ni siquiera se puede dar el lujo de considerar la lactancia exclusiva como una opción. Los esfuerzos por apoyar a las madres a lograr la lactancia materna, ya que como afirman expertos, los niños que son alimentados con leche materna tienen menos riesgo de padecer enfermedades como, diabetes tipo 2 o leucemia.
¿Qué dice la ley sobre lactancia materna en México?
El Artículo 123 de la Constitución Mexicana y el Artículo 170 de la Ley Federal de Trabajo establecen los derechos de las mujeres en periodo de lactancia. Según la normatividad, las mujeres tienen derecho a dos descansos extraordinarios de media hora cada uno para amamantar a sus hijos.
Estos descansos deben llevarse a cabo en un lugar designado por la empresa, y en caso de no ser posible, se puede acordar con el patrón una reducción de una hora en la jornada laboral. A pesar de esta flexibilidad, la cantidad de tiempo ofrecido no es suficiente para cubrir las necesidades fisiológicas de la lactancia.
En promedio, se debe alimentar o extraer leche cada tres horas, lo que dificulta cumplir con estas tomas durante una jornada laboral de ocho horas. Esto se complica aún más en casos de acumulación de leche o largos tiempos de traslado entre el trabajo y el hogar.
Además, existe una falta de salas de lactancia en espacios públicos y oficinas. Esto obliga a las madres a amamantar en lugares poco higiénicos como baños, o a enfrentar prejuicios y acoso al hacerlo en público.
Para promover la lactancia materna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la importancia de la colaboración entre gobiernos, empresas, lugares de trabajo, profesionales de la salud y la sociedad en general. Es fundamental priorizar el bienestar de las madres y sus hijos durante esta etapa crucial para su desarrollo y para mejorar las condiciones de salud de los niños mexicanos.
