ONUSIDA lidera el esfuerzo mundial por poner fin a la epidemia de sida como amenaza para la salud pública para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Desde que se declararon los primeros casos de VIH hace más de 35 años, 78 millones de personas han contraído el VIH y 35 millones han muerto por enfermedades relacionadas con el sida. Cómo parte de las estrategias para lograr esto ha creado un ambicioso objetivo de tratamiento para contribuir al fin de la epidemia de sida
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Un grupo asesor de ONUSIDA formado por expertos en el tratamiento mundial estableció el concepto original de los objetivos 90-90-90. La elaboración de estos objetivos se basó en logros documentados de programas nacionales y regionales llevados a cabo en diversas regiones del mundo.
Un fuerte impulso está llevando a reescribir el tratamiento del VIH y a considerar un objetivo final ambicioso pero a la vez alcanzable:
- Que en 2020 el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico respecto al VIH.
- Que en 2020 el 90% de las personas diagnosticadas con el VIH reciban terapia antirretrovírica continuada.
- Que en 2020 el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral.
Cuando se alcance este triple objetivo, al menos el 73% de las personas que viven con el VIH en todo el mundo tendrá supresión viral; un número de dos a tres veces mayor que las estimaciones actuales. La modelización sugiere que lograr estos objetivos antes de 2020 permitirá a la comunidad mundial acabar con la epidemia de sida en 2030, lo que a su vez generará grandes beneficios económicos y sanitarios.
El tratamiento del VIH es una herramienta fundamental para acabar con la epidemia de sida, pero no es la única. A la vez que se toman medidas para incrementar los efectos preventivos del tratamiento del VIH: Se requieren también esfuerzos urgentes para poner en marcha otras estrategias de prevención esenciales, entre las que se incluyen la eliminación de la transmisión materno infantil, las campañas de preservativos, la profilaxis antirretrovírica antes de la exposición, la circuncisión masculina voluntaria y bajo supervisión médica en los países prioritarios, los servicios de reducción de daños para personas que se inyectan droga y los programas de prevención centrados en otras poblaciones clave. Con el fin de poner en marcha una respuesta completa para acabar con la epidemia, será necesario un esfuerzo conjunto a la hora de eliminar el estigma, la discriminación y la exclusión social.
Descargue a continuación 90-90-90: Un ambicioso objetivo de tratamiento para contribuir al fin de la epidemia de sida.