Con motivo del Día Mundial del Parkinson, la Clínica de Parkinson y de Trastornos de Movimiento del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) de México, informó que cerca de 500.000 personas entre 45 a 60 años padecen esta enfermedad.
En comparación con reportes anteriores, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) había reportado alrededor de unos 300.000 pacientes en el 2021.
Según la Organización de la Salud (OMS) este padecimiento neurodegenerativo lleva en aumento durante los últimos 25 años. Sin una cifra exacta, organizaciones como Parkinson Fundation estima que hay más de 10.000 millones de personas con esta enfermedad.
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Precisamente el IMSS es la institución que atiende la mayoría de los pacientes de Parkinson, con tratamientos como el neuroquirúrgico de estimulación cerebral profunda, que controla con pequeñas frecuencias los síntomas de esta enfermedad crónica.
Mayela Rodríguez Violante, responsable del INNN, señaló que esta enfermedad no se puede prevenir, pero que sí se puede obtener un diagnóstico temprano; incluso, antes de que se puedan ver movimientos involuntarios o limitar su actividad diaria.
En ese sentido, el Dr. Rodríguez es enfático en que al identificar estos síntomas se acuda a valoración neurológica, con la que se actúa de forma integral, pudiendo evitar discapacidad y logrando que la persona sea independiente y productiva por sí misma.
“La enfermedad de Parkinson es progresiva, pero avanza lentamente. Se ha documentado que los síntomas no motores como el trastorno conductual del sueño y la falta de olfato pueden aparecer hasta 20 años antes de que inicien los movimientos involuntarios, característicos de este problema neurológico”, detalló el profesional de la salud.
El Dr. Rodríguez resaltó que los tratamientos para el Parkinson buscan mejorar la calidad de vida del paciente, siendo que actualmente en el país se cuenta con fármacos que hacen la función de la dopamina y otros que permiten mejor utilización de esta sustancia en el cerebro. Aunque le recuerda a la ciudadanía que cualquiera de las formas de tratar la enfermedad dependerá de la etapa en la que se encuentre y la actividad del paciente.
Hay que aclarar que no todas las personas pueden ser candidatos a los tratamientos, el profesional ejemplifica con la estimulación cerebral o la farmacología, que dependerá de cómo los profesionales consideren mejor para el paciente; dejando claro que esto solo es para disminuir el progreso de la enfermedad, no una cura. Para hablar de esta enfermedad, el INNN, en conjunto con la Academia Nacional de Medicina inicia el próximo 14 de abril el curso virtual y pláticas dirigidas a personas que viven con la enfermedad, cuidadores y público en general.
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