En el marco de su 42 aniversario, la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Hospital de Especialidades No. 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Montemorelos, Nuevo León colocó un neuroestimulador cerebralpara recuperar su función motora afectada por el Parkinson.
Con una intervención de 10 horas, el equipo interdisciplinario introdujo al cerebro del paciente un dispositivo que emite estímulos eléctricos, el cual es controlado vía WiFi para modular la intensidad y frecuencia, siendo esta la primera cirugía de este tipo en el noreste del país.
La intervención quirúrgica fue realizada a un paciente de 69 años, quien por más de una década vio como progresivamente perdía su capacidad de movilidad, debido a la disminución de respuesta al medicamento que utilizaba. El avance de la enfermedad llegó al grado de no poder sostener una taza de café, dificultad para levantarse, hablar y caminar por si mismo, según la doctora Verónica García Talavera, jefa del Servicio de Neurología.
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Antes de la cirugía, el paciente, tenía una funcionalidad de apenas un 15 por ciento, que afectaba su movilidad, pero también su lenguaje, con un estado anímico ansioso y depresivo.
Un equipo multidisciplinario integrado por Neuropsicología, Psiquiatría, Neurología y Neurocirugía realizaron todos los exámenes necesarios y, en sesiones colegiadas, determinaron la viabilidad de llevar a cabo la cirugía, cuyo dispositivo instalado tiene un costo de un millón de pesos mexicanos.
El doctor José Remedios Cortés Cárdenas, jefe de Servicio de Neurocirugía en la UMAE No. 25, estuvo a cargo de la cirugía. Detalló que la intervención se realizó en dos partes; la primera con el paciente despierto consistió en la instalación de un marco de estereotaxia (dispositivo metálico) en torno al cráneo para identificar las coordenadas específicas del cerebro y establecer con precisión el sitio donde se implantaría el neuroestimulador.
Mediante perforación en el cráneo se introdujeron en el cerebro los cables del dispositivo (electrodos) que emiten suaves estímulos eléctricos sincronizados, capaces de lograr una respuesta neurológica que mejora la capacidad motora.
“Con el paciente despierto, es momento de hacer los ajustes necesarios hasta que los neuroestimuladores queden exactamente en el punto preciso del cerebro para tener la mejor respuesta neurológica”, mencionó Cortés Cárdenas.
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En la segunda parte de la cirugía, se anestesió al paciente para hacerle un túnel subcutáneo del cráneo al pecho, con el fin de instalar la batería del dispositivo, en la zona subcutánea de la región pectoral.
La batería es recargable, tiene una duración de 15 años y se conecta mediante WiFi a una tableta electrónica para verificar la funcionalidad del neurestimulador colocado en el cerebro.
El doctor Cortés Cárdenas señaló que el paciente se dio de alta con la pila apagada, ya que había que esperar a que pasara un mes para que cediera a inflamación. Luego de la espera, se podrá encender el dispositivo, programar la intensidad y la frecuencia de los impulsos del neuroestimulador que ofrecería mejor calidad de vida.
Gracias a la intervención, se registró un aumento del 90% de funcionalidad, con el cual el paciente puede realizar sus tareas cotidianas.
La unidad hospitalaria tiene un área de cobertura de 9 millones de derechohabientes de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y San Luis Potosí. Cuenta con 42 especialidades médicas y quirúrgicas, y 10 subespecialidades médicas en Pediatría. Además, registra la mayor actividad de cirugías en el manejo de tumores cerebrales y patología neurovascular de alta complejidad en pacientes pediátricos y adultos del noreste del país.
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