Este 25 de octubre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó el listado de los patógenos fúngicos (hongos) que se consideran como una amenaza para la salud pública. La medida se tomó ante el aumento de la resistencia a los tratamientos, la ausencia de pruebas diagnósticas rápidas y sensibles, sin mencionar la falta de candidatos en ensayos clínicos para eliminarlos.
Pero además, se trata de una iniciativa pionera en el mundo que espera hacer frente a las necesidades desatendidas en investigación y desarrollo (I+D) sobre este aspecto. La mayor preocupación de la OMS radica en las poblaciones vulnerables que pueden sufrir complicaciones en su estado de salud por una infección por hongos; entre ellas, la máxima autoridad sanitaria cita a las personas diagnosticadas con cáncer, VIH/Sida, enfermedades respiratorias crónicas, tuberculosis posprimaria y a quienes han recibido trasplantes de órganos.
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La OMS también ha advertido sobre el incremento de las infecciones por hongos y su expansión geográfica, debido a los cambios en el estilo de vida y a las consecuencias del calientamiento global. No obstante, también hay otros factores involucrados como la falta de atención desde los sistemas de salud y con ello, la escasez de recursos para implementar estrategias que aborden esta problemática; de hecho, a raíz de lo anterior, hoy en día se desconoce la carga exacta de enfermedades causadas por hongos y de la resistencia a los antifúngicos.
“Surgidas de las sombras de la pandemia de resistencia bacteriana a los antimicrobianos, las infecciones fúngicas van en aumento y son más resistentes que nunca a los tratamientos, lo que las convierte en un problema mundial de salud pública“, ha señalado la Dra. Hanan Balkhy, Subdirectora General de la OMS, Departamento de Resistencia a los Antimicrobianos (AMR).
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OMS alienta a la recopilación de datos sobre hongos perjudiciales
La lista de hongos perjudiciales para la salud está dividida en tres categorías, teniendo en cuenta su prioridad, evaluada por el impacto del patógeno en salud pública y por el riesgo de desarrollar resistencia a los tratamientos. Se tienen entonces: prioridad máxima, alta y media, siendo la primera de ellas la que recoge a aquellos que son una preocupación sanitaria global, aunque la OMS reconoce que algunos patógenos endémicos pueden ser más preocupantes en sus contextos regionales o locales.
Dentro de la prioridad máxima se encuentran los siguientes: Cryptococcus neoformans (causante de criptococosis), Aspergillus fumigatus (desencadenante de aspergilosis e infecciones asociadas), Candida auris y Candida albicans (causantes de candidiasis e infecciones graves en seres humanos). De hecho, algunos de estos hongos también pueden causar un impacto negativo en la salud de animales domésticos, por lo que también representan un riesgo zoonótico.
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La lista de hongos elaborada por la OMS también presenta varias recomendaciones, entre las que se destacan el fortalecimiento de la vigilancia en salud pública, el mejoramiento de las intervenciones para la prevención y control de infecciones causadas por hongos y mantener o incrementar la inversión en I+D.
“Se alienta a los países a adoptar un enfoque gradual, comenzando por el fortalecimiento de sus capacidades de laboratorio y de vigilancia de las enfermedades fúngicas, y garantizando el acceso equitativo a los tratamientos y pruebas diagnósticas de calidad existentes, en todo el mundo“, mencionó el Dr. Haileyesus Getahun, director del Departamento de la OMS de Coordinación Mundial de AMR.
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