Algunas mujeres que se recuperan del cáncer de mama, deben continuar tomando medicamentos hormonales para evitar recaídas. Sin embargo, una investigación reciente sugiere que esta opción podría ser menos eficaz en mujeres con sobrepeso u obesidad.
En el caso de los cánceres de mama hormonosensibles, las células cancerosas dependen de los estrógenos, una hormona sexual femenina, para su crecimiento. Los inhibidores de la aromatasa son medicamentos diseñados para disminuir los niveles de estrógeno, al bloquear la acción de una enzima llamada aromatasa, que se encuentra en el tejido graso y que transforma otras hormonas en estrógeno.
En este nuevo estudio, publicado en JAMA Network Open, se observó que en contraste con las sobrevivientes de cáncer de mama con un peso dentro de los parámetros normales, las mujeres con obesidad tenían un 18% más de riesgo de experimentar una recurrencia, incluso si estaban tomando un inhibidor de la aromatasa. Dicho riesgo era aún mayor en las pacientes con obesidad severa.
“Las mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama con receptores hormonales positivos y obesidad tratadas con inhibidores de la aromatasa corren un mayor riesgo de sufrir una recidiva de la enfermedad”, afirma Sixten Harborg, autor del estudio e investigador del departamento de oncología del Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca).
Actualmente, no se conoce con precisión el mecanismo exacto, o incluso si existe, mediante el cual la obesidad aumenta el riesgo de recurrencia en mujeres con cáncer de mama que están tomando inhibidores de la aromatasa. Para expertos como Harborg, este fenómeno estaría originado en las alteraciones metabólicas propias de la obesidad.
Datos relevantes sobre el impacto de la obesidad en cáncer de mama
En la investigación, examinaron la información de 13,230 sobrevivientes de cáncer de mama que habían sido diagnosticadas con cáncer de mama hormonosensible. Las participantes estaban utilizando inhibidores de la aromatasa para prevenir una posible recaída. Durante un período de seguimiento de aproximadamente seis años, se produjeron 1,587 casos de recurrencia.
Los resultados mostraron que las mujeres con obesidad o sobrepeso grave que estaban recibiendo tratamiento con inhibidores de la aromatasa tenían un mayor riesgo de experimentar una recurrencia del cáncer de mama en comparación con las mujeres con un peso considerado normal. En el caso de las mujeres con sobrepeso pero no obesas, se observó un aumento en el riesgo de recurrencia del cáncer de mama, aunque los resultados no alcanzaron significancia estadística.
Las células grasas almacenan estrógenos, y las mujeres obesas tienen más tejido adiposo, lo que podría explicar por qué los inhibidores de la aromatasa son menos eficaces en la supresión de estrógenos en estas mujeres.
“Los mecanismos subyacentes son multifactoriales, y se necesitan más estudios clínicos para comprender cómo se relaciona la obesidad con la progresión del cáncer de mama”, señaló Harborg.
