En los últimos años, el uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores se ha popularizado en todo el mundo, incluyendo Colombia. A pesar de que se han establecido regulaciones para controlar su uso y distribución, algunos expertos en salud creen que estas medidas no son suficientes y que se necesitan medidas adicionales para proteger la salud pública. En este contexto, se ha propuesto una nueva regulación en Colombia para restringir aún más el uso de vapeadores, con medidas como la prohibición de publicidad y la imposición de impuestos especiales.
En este artículo se discutirá la regulación actual de los vapeadores en Colombia, los riesgos para la salud asociados con su uso y las medidas que se están proponiendo para proteger la salud pública.
Antecedentes:
La regulación de los vapeadores en Colombia se estableció en 2016 con la Ley 1831, que los clasificó como productos de tabaco y los prohibió en lugares públicos cerrados. Además, la ley exige que los fabricantes y distribuidores de vapeadores obtengan un registro sanitario y cumplan con requisitos específicos de etiquetado y publicidad. Sin embargo, algunos expertos en salud creen que la regulación actual no es suficiente.
Según datos del Ministerio de Salud, en Colombia el 9,9% de la población fuma cigarrillos y de acuerdo con una encuesta del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia en 2019, el 5% de la población ha consumido cigarrillos electrónicos o vapeadores, el rango de edad oscila entre los 12 y los 65 años.
El vapeo es considerado por muchos como una alternativa más segura al cigarrillo tradicional, pero los expertos en salud advierten que no hay suficiente evidencia científica para apoyar esa afirmación, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los vapeadores pueden ser igual de dañinos que los cigarrillos convencionales, y su uso puede llevar a problemas respiratorios y cardiovasculares.
¿Cuál es el objetivo de la nueva regulación?
La nueva regulación propuesta busca restringir aún más el uso de vapeadores en Colombia, con medidas como la prohibición de publicidad y la imposición de impuestos especiales. El impuesto sería del 20% sobre el precio de venta al público y se aplicaría tanto a los dispositivos como a los líquidos utilizados en ellos.
La nueva regulación establecería requisitos más estrictos para la importación y fabricación de vapeadores, incluyendo la obligación de obtener un permiso especial del Ministerio de Salud.
El objetivo del proyecto es prevenir daños a la salud de menores de edad y de la población no fumadora, así como estipular políticas públicas para prevenir el consumo del tabaco y abandonar la dependencia del fumador y sus derivados.
El proyecto de ley propone prohibir la venta de cigarrillos electrónicos y vapeadores a menores de edad, establecer restricciones para el consumo de cigarrillos electrónicos en espacios cerrados y públicos, como restaurantes, bares, discotecas y centros comerciales con el fin de minimizar el impacto en la salud de quienes no fuman e incluir advertencias gráficas sobre los efectos a la salud en las cajetillas o empaques de los cigarrillos electrónicos y vapeadores.
Monitoreo del uso de vapeadores en Colombia
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Salud, en Colombia se registraron 6.965 casos de cáncer de pulmón en 2019, y aunque no se sabe cuántos de ellos están relacionados con el uso de vapeadores, los expertos en salud están preocupados por el aumento de su popularidad. Es importante que las autoridades continúen monitoreando el uso de vapeadores y tomen medidas adicionales si es necesario para proteger la salud pública.
Según datos de la Encuesta Nacional de Tabaquismo en Jóvenes (2017), el 15,4% de escolares entre los 12 y 15 años habían tenido experiencia con los cigarrillos electrónicos, mientras que el 16,1% de los estudiantes universitarios colombianos han usado cigarrillos alguna vez en la vida, según el III Estudio Epidemiológico Andino sobre Consumo de Drogas.
El Ministerio de Salud ya había advertido sobre los riesgos de estos dispositivos en la resolución 032 de 2019, donde solicitó a los entes locales que fortalecieran la pedagogía en torno a este tema, en concordancia con una serie de recomendaciones hechas por la OMS y la OPS a todos los países. Por el momento, se estima que en 24 países de América Latina y el Caribe hay disponibles Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina SEAN, entre los cuales 18 ya han establecido una regulación sobre la venta y uso de estos productos.
Teniendo en cuenta que los Estados son responsables de proteger a los consumidores, Colombia es uno de los pocos países donde no se ha desarrollado una legislación para atender y frenar un posible problema de salud pública.
¿Qué dicen los expertos?
Expertos han advertido que la mayoría de los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, sustancia altamente adictiva, que afecta el desarrollo cerebral de niñas, niños y adolescentes, al tiempo que los aerosoles de estos productos contienen sustancias cancerígenas y metales pesados que resultan peligrosos para la salud. Además, algunos estudios han encontrado que el uso de cigarrillos electrónicos durante al menos un año se asocia a un mayor riesgo cardiovascular y el uso diario duplica el riesgo de presentar infarto agudo de miocardio.
Durante la sesión en la que se discutió la iniciativa para regular el uso de vapeadores y cigarrillos electrónicos, el doctor Jeadran Malagón, investigador del Instituto Nacional de Salud (INS), expuso su preocupación acerca de las consecuencias del tabaco y el vapeo en la sociedad colombiana. Según Malagón, el consumo de tabaco está relacionado con aproximadamente 43 muertes por cada 100 mil habitantes.
Dos profesores de la facultad de economía de la Universidad del Rosario están siguiendo de cerca las discusiones y sugieren que el marco existente para el consumo y la venta de tabaco se aplique a estos productos. Los profesores señalan que los cigarrillos electrónicos se han vuelto particularmente populares entre los jóvenes, con una prevalencia del 20-30% en algunos países.
La falta de definiciones y regulaciones claras ha dificultado que los reguladores de la salud controlen el uso y la venta de estos productos. Los profesores sugieren que los dos proyectos de ley en Colombia deberían converger y seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para regular los cigarrillos electrónicos en el mismo marco que los productos de tabaco.
En conclusión, la regulación de los cigarrillos electrónicos en Colombia ha sido objeto de debate en los últimos años, y se han establecido medidas para controlar su uso y distribución.