La enfermedad renal crónica (ERC) es una de las principales amenazas de salud pública a nivel mundial, afectando aproximadamente al 10% de la población, con una carga desproporcionada en países de ingresos bajos y medios. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que para 2040 la ERC se convertirá en la quinta causa de muerte en el mundo.
Ante este panorama, el Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS) se une a la conmemoración del Día Mundial del Riñón, bajo el lema “¿Tus riñones están bien? Detecte a tiempo y proteja la salud renal”, con el objetivo de concientizar sobre la importancia de la prevención y detección temprana de esta enfermedad.
Importancia de la prevención y detección temprana
El director del DADIS, Rafael Navarro España, destacó la necesidad de impulsar estrategias preventivas para reducir la carga de la enfermedad. “La Enfermedad Renal Crónica se puede prevenir y su progresión a etapas avanzadas puede retrasarse con un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno”, señaló el funcionario.
La ERC suele avanzar de manera silenciosa, sin síntomas evidentes en sus primeras fases, lo que dificulta su diagnóstico oportuno. Como lo indica el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión, el nefrólogo Jorge Rico Fontalvo, “la enfermedad renal crónica es silenciosa y con una alta prevalencia. Si no la buscamos activamente, no la diagnosticaremos a tiempo”. Según el especialista, en la actualidad solo 1 de cada 10 pacientes con ERC recibe un diagnóstico adecuado.
Factores de riesgo y causas principales de la ERC
Entre los factores de riesgo que predisponen al desarrollo de la enfermedad renal crónica, los más relevantes incluyen:
- Diabetes mellitus (principal causa de ERC a nivel global).
- Hipertensión arterial.
- Enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
- Malnutrición y bajo peso al nacer.
- Falta de acceso a los servicios de salud y diagnósticos tempranos.
- Factores ambientales e infecciosos.
De acuerdo con las estadísticas del DANE (2024), en Cartagena fallecieron 7.768 personas a causa de enfermedades hipertensivas y 6.747 por diabetes, dos de las principales enfermedades precursoras de la ERC. En el contexto nacional, el último informe de la Cuenta de Alto Costo reportó 991.212 personas diagnosticadas con ERC en Colombia, representando una prevalencia del 1.9%, cifra inferior a la reportada a nivel mundial.
Consecuencias de la enfermedad renal crónica
La ERC no solo afecta la función renal, sino que se asocia con otras condiciones que pueden impactar significativamente la calidad de vida del paciente, tales como:
- Mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
- Alteraciones en la concentración de calcio y fósforo, afectando la salud ósea.
- Anemia.
- Desnutrición.
- Calcificación vascular, lo que puede derivar en enfermedades cardiovasculares graves.
Dado su carácter progresivo, en los casos avanzados la ERC puede evolucionar hacia la enfermedad renal terminal, que requiere diálisis o trasplante renal para la supervivencia del paciente.
Estrategias del DADIS para la prevención de la ERC
En el marco del Día Mundial del Riñón, el DADIS liderará durante el mes de marzo una serie de actividades orientadas a la detección temprana y control de la enfermedad renal crónica, haciendo énfasis en la educación y el manejo de los factores de riesgo. Entre las principales recomendaciones emitidas por la entidad se incluyen:
- Mantenerse físicamente activo para mejorar la circulación y la función renal.
- Controlar regularmente los niveles de glucosa en sangre, especialmente en pacientes con diabetes.
- Monitorear la presión arterial y mantenerla en niveles adecuados.
- Adoptar una alimentación saludable y equilibrada para prevenir el sobrepeso y la obesidad.
- Garantizar una ingesta adecuada de líquidos saludables.
- Evitar el consumo de tabaco, ya que el cigarrillo agrava el daño renal.
- No automedicarse, especialmente con antiinflamatorios de uso frecuente, que pueden afectar la función renal.
- Realizar controles médicos periódicos, especialmente si existen antecedentes familiares de enfermedad renal, diabetes o hipertensión.