En una decisión que afecta a miles de afiliados, la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV) ha suspendido temporalmente la atención médica a los usuarios de la Nueva EPS en dos de sus sedes principales, el Hospital Internacional de Colombia (HIC) en Piedecuesta y el Instituto Cardiovascular en Floridablanca. Esta medida se debe al incumplimiento reiterado en los pagos por parte de la aseguradora. La suspensión no incluye los servicios de urgencias vitales, pero pone en evidencia la creciente crisis de pagos entre las entidades del sistema de salud.
La deuda acumulada: $106 mil millones en juego
Según el comunicado oficial de la FCV, la deuda de la Nueva EPS con la institución se ha ido acumulando durante un periodo considerable, lo que ha afectado gravemente la operación de las sedes en Piedecuesta y Floridablanca. La cifra, que asciende a 106 mil millones de pesos, incluye tanto los servicios prestados a los pacientes como los que aún están en proceso de facturación. Esta situación ha generado un profundo malestar en la comunidad médica y los usuarios, quienes se ven directamente afectados por la falta de pago por los servicios de salud brindados.
La FCV explicó que no restablecerán los servicios hasta que ambas partes lleguen a un acuerdo de pago. Esta decisión ha dejado a muchos afiliados de la Nueva EPS sin acceso a atención médica no urgente, lo que agrava la crisis de cobertura de salud en una región donde la Fundación Cardiovascular es una de las principales prestadoras de servicios médicos especializados.
La suspensión afecta a miles de usuarios
La medida ha afectado principalmente a los pacientes de la Nueva EPS que requieren atención programada en las instalaciones del Hospital Internacional de Colombia en Piedecuesta y en el Instituto Cardiovascular en Floridablanca. La suspensión de servicios incluye consultas, procedimientos médicos y cirugías programadas, lo que ha generado un caos entre los afiliados que ya se encontraban en espera de atención.
Aunque los servicios de urgencias vitales continúan prestándose, los pacientes con condiciones de salud menos urgentes deberán buscar alternativas para recibir atención. La suspensión ha causado gran preocupación, ya que muchas personas dependen de estos centros médicos para el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, un sector con alta demanda en el país.
Impacto en la comunidad médica y la confianza en el sistema de salud
La situación también refleja la creciente tensión en el sistema de salud colombiano, especialmente entre las entidades prestadoras de servicios y las EPS. La deuda de la Nueva EPS con la FCV no solo pone en riesgo la continuidad de los servicios médicos, sino que también afecta la confianza de los usuarios en el sistema de salud público y privado.
Los profesionales de la salud, tanto médicos como personal administrativo, también se ven afectados por la falta de pago, lo que impacta directamente en la calidad de los servicios y la capacidad de la FCV para seguir operando de manera óptima. A pesar de esta situación, la FCV ha reiterado su disposición para restablecer los servicios una vez se resuelva la situación financiera con la aseguradora.
El rol de la Nueva EPS en la crisis de pagos
La Nueva EPS, una de las aseguradoras más grandes del país, se enfrenta a críticas por no haber resuelto la deuda con la Fundación Cardiovascular de Colombia, una institución clave en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. La falta de una solución rápida ha llevado a la suspensión de servicios, lo que perjudica a miles de usuarios que ahora deben buscar alternativas dentro del sistema de salud colombiano.
Aunque la Nueva EPS ha manifestado su intención de resolver la situación, no está claro cuándo se alcanzará un acuerdo. Este incumplimiento pone de manifiesto la falta de regulación efectiva en el sector de las EPS, que sigue siendo uno de los puntos más vulnerables del sistema de salud nacional.
