A cuatro meses de haberse implementado el nuevo modelo de salud para el magisterio en Colombia, las fallas en la atención médica y los problemas contractuales persisten, generando una creciente inconformidad entre los profesores del país. Decenas de profesores se congregaron el pasado jueves en la sede de la Fiduprevisora en Bogotá, para denunciar las deficiencias del sistema y exigir soluciones inmediatas.
La Asociación de Educadores (ADE), que representa a miles de docentes en la capital y en todo el país, ha dado un ultimátum a las autoridades responsables. Aura Daza, presidenta de la ADE, expresó su descontento con la forma en que se ha llevado a cabo la transición al nuevo modelo de salud. Según Daza, el problema no radica en el modelo en sí, sino en la implementación que, hasta el momento, ha dejado mucho que desear.
Problemas contractuales y falta de atención médica a los profesores
Uno de los puntos más críticos denunciados por los maestros es la persistencia de problemas contractuales con las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS). Muchos docentes aseguran que, al acudir a las IPS en busca de atención médica, se les informa que no hay contratos vigentes, lo que resulta en la negativa de brindarles los servicios requeridos. “Dicen que no hay contrato y, por lo tanto, no hay atención”, afirmó Daza durante la protesta.
La ADE ha señalado que la situación es insostenible, especialmente en Bogotá, donde más de 36.000 educadores dependen del sistema de salud del magisterio. Con sus familias incluidas, esta cifra asciende a 115.000 personas. Las largas esperas para recibir atención médica y la incertidumbre sobre la continuidad de los servicios están afectando gravemente a esta comunidad.
En otras regiones del país, la situación no es muy diferente. Algunos maestros reportan que, después de ser referidos a Bogotá para recibir atención especializada, son nuevamente trasladados a sus regiones de origen sin haber recibido el tratamiento necesario.
Suspensión de servicios en el Hospital Santa Mónica de Dosquebradas, Risaralda
La problemática también ha tocado a los docentes afiliados en Risaralda, donde el Hospital Santa Mónica de Dosquebradas anunció la suspensión de sus servicios de consulta externa para los afiliados al Régimen del Magisterio. Esta decisión, según el centro asistencial, se debe al incumplimiento en el pago de 45 millones de pesos por parte del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag).
Mediante un comunicado oficial, el hospital informó que la suspensión se mantendrá hasta nuevo aviso, dado que la falta de pago ha generado un clima de desconfianza en el proceso de negociación. Juan Carlos Marín, gerente del Hospital Santa Mónica, expresó que están dispuestos a reanudar los servicios tan pronto como se cumplan los acuerdos de pago establecidos el pasado 2 de agosto.
Es importante recordar que, a principios de agosto, los gerentes de los hospitales públicos de Risaralda hicieron un llamado urgente al Fomag para que pagara las cuentas pendientes de los últimos tres meses. De lo contrario, advirtieron que suspenderían los servicios en todo el departamento. Aunque en su momento se lograron acuerdos que permitieron la continuidad del servicio, para el caso del Hospital Santa Mónica, estos acuerdos vencieron el 15 de agosto sin que se realizara el pago acordado.
¿Qué servicios se suspendieron en el hospital?
La suspensión de los servicios en el Hospital Santa Mónica incluye citas de medicina general, odontología, consultas con especialistas y toma de muestras de laboratorio, entre otros. Esta situación afecta directamente a los 15.000 afiliados al régimen del magisterio en Risaralda, quienes ahora se encuentran en la incertidumbre sobre cómo y cuándo podrán acceder nuevamente a los servicios de salud.
Frente a este panorama, la ADE no descarta convocar a un paro nacional si no se observan soluciones en la primera semana de septiembre. Esta medida podría tener un impacto significativo no solo en el sector educativo, sino también en la opinión pública y en la percepción del nuevo modelo de salud del magisterio.
Mientras tanto, la Fiduprevisora ha asegurado que están dando “pasos firmes” para garantizar el acceso de los docentes y sus beneficiarios a los servicios de salud. Sin embargo, las declaraciones oficiales contrastan con la realidad que viven miles de maestros en el país, quienes siguen enfrentando barreras para recibir la atención que necesitan.