El Ministro de Salud, Alejandro Gaviria, publicó en su blog personal un artículo que evidencia el crecimiento de las cesáreas en Colombia, que paso a ser una de las mayores en todo del mundo.
De acuerdo con las cifras entregadas por el Ministro, el aumento de las cesáreas no ha sido uniforme en todo el país, su mayor concentración está en la región caribe, donde se multiplico por dos o tres en cada uno de sus departamentos, comparado con otras regiones.
Por ejemplo, en el departamento de Atlántico el promedio supera el 70% comparado con el departamento de Caldas donde la tasa no supera el 30%. Antioquia y los departamentos del Eje Cafetero tuvieron un aumento leve.
Estas diferencias entre regiones, según el ministro “poco tienen que ver con diferencias demográficas o epidemiológicas y obedecen, por el contrario, a diferencias en los protocolos médicos y en las expectativas y preferencias de la gente”.
La decisión de una mujer de realizarse una cesárea o no está asociada con su nivel educación, donde una madre con educación superior tiene una probabilidad de casi 15 puntos porcentuales mayor que una madre sin educación.
“Esta diferencia no se explica por diferencias subyacentes en las condiciones de salud o en el acceso a servicios. Y parece reflejar, más bien, diferencias en las preferencias y expectativas de las mujeres”, puntualiza. Sin embargo, las cifras entre los dos regímenes de salud, son similares.
Para el Ministro, más allá de una epidemia de cesáreas en Colombia el tema se da por un “fenómeno de contagio social” es decir, un cambio en la expectativas y preferencias de la población que, por supuesto, coinciden en un cambio en los protocolo médicos.
Este tipo de cambios, claramente tienen consecuencias en las finanzas del sistema de salud, pues muchas de esas cesáreas son injustificadas, y “constituyen un caso casi paradigmático de sobretratamiento, lo cual tiene, en general, consecuencias adversas sobre la salud de la población” concluye el ministro.
4 de cada 10 partos son por cesárea
La OMS en el año 2015 había evidenciado el aumento de la cesáreas en América Latina, particularmente en Colombia, que cuenta con una tasa del 43% en esta práctica, cuando el promedio mundial debe oscilar entre el 10% y 15%.
La OMS advierte que cuando la tasa de cesárea se acerca al 10% a nivel de población, disminuye el número de defunciones maternas y de los recién nacidos. Pero cuando la frecuencia va por encima del 10%, no hay indicios de que mejoran las tasas de mortalidad.
Puntualiza que las tasas elevadas de cesáreas innecesarias pueden consumir recursos de otros servicios en los sistemas de salud de por sí ya sobrecargados y frágiles.
En su momento la entidad instó a los países a adoptar un sistema estandarizado de clasificación Robson, que permita vigilar y comparar las tasas de cesárea de una manera uniforme y orientada a la acción.
“El sistema de Robson clasifica a todas las mujeres admitidas para parto en uno de diez grupos basados en características que son fácilmente identificables, como número de embarazos anteriores, si el bebé viene de cabeza primero, la edad gestacional, las cicatrices uterinas anteriores, el número de bebés y la cantidad de horas del trabajo de parto. El uso de este sistema facilitaría la comparación y el análisis de las tasas de cesáreas entre y dentro de diferentes establecimientos y en todos los países y las regiones”.