Un informe recientemente publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado “Fair share for health and care: gender and the undervaluation of health and care work” reveló cómo la desigualdad de género en el trabajo en el sector de la salud y asistencial tienen un impacto negativo en las mujeres y los sistemas de salud. Además, resaltó que la insuficiente inversión en los sistemas de salud genera un ciclo pernicioso de trabajo no remunerado en el ámbito de la salud y asistencial.
Lo anterior conduce a una disminución en la participación de las mujeres en los mercados laborales remunerados, socavando su empoderamiento económico y obstaculizando la consecución de la igualdad de género. Cabe mencionar que las mujeres constituyen el 67% de los trabajadores remunerados en el sector de la salud y asistencia a nivel mundial y de estas labores remuneradas, se estima que realizan aproximadamente el 76% de todas las actividades de cuidado no remuneradas. Entre tanto, las responsabilidades que recaen principalmente en las mujeres suelen estar peor remuneradas y se llevan a cabo en condiciones desfavorables.
Por otra parte, el documento enfatiza que el sector de la salud y asistencia se caracteriza por salarios bajos y condiciones laborales exigentes. La subvaloración del trabajo de cuidado, predominantemente realizado por mujeres, tiene un impacto negativo en los salarios, las condiciones laborales, la productividad y la contribución económica del sector. También se destaca cómo la falta de inversión en el sector de la salud y asistencial, un problema persistente durante décadas, está exacerbando una crisis global en el cuidado.
En un momento en el que los avances hacia la cobertura sanitaria universal se han estancado, dejando a 4500 millones de personas sin acceso total a servicios de salud esenciales, las mujeres corren el riesgo de asumir una carga aún mayor de trabajo asistencial no remunerado. Esta combinación de sistemas de salud débiles y un aumento en el trabajo no remunerado en el sector de la salud y asistencial está aumentando la presión sobre la salud de los trabajadores asistenciales y la calidad de los servicios que brindan.
De esta manera, las inversiones en sistemas de salud y asistenciales no solo aceleran el progreso hacia la Cobertura Sanitaria Universal (CSU), sino que también redistribuyen el trabajo no remunerado en este sector. Cuando las mujeres ocupan empleos remunerados en la salud y la asistencia, experimentan un mayor empoderamiento económico y se mejoran los resultados de salud en general. Por lo tanto, los sistemas de salud deben reconocer, valorar e invertir en todas las formas de trabajo dentro de este ámbito.
Acciones para combatir la desigualdad de género: un llamado a la inversión justa
El informe presentó una serie de políticas clave para valorar de manera más adecuada el trabajo en el ámbito de la salud y asistencial:
- Mejorar las condiciones laborales en todas las áreas del sector, especialmente en aquellas ocupaciones con mayor presencia de mujeres.
- Promover una inclusión equitativa de las mujeres en roles remunerados.
- Asegurar condiciones laborales y salarios justos para los trabajadores de la salud y asistenciales, así como garantizar la igualdad salarial por trabajo de igual valor.
- Abordar la brecha de género en el trabajo asistencial, fomentando una atención de calidad y protegiendo los derechos y el bienestar de los cuidadores.
- Integrar, medir y valorar adecuadamente todo el trabajo en el sector de la salud y asistencial en las estadísticas nacionales.
- Invertir en sistemas de salud pública robustos para reducir la carga del trabajo asistencial no remunerado y mejorar la calidad de los servicios de atención médica.
Por su parte, Jim Campbell, director del Departamento de Personal de Salud de la OMS señaló que “el informe Fair share pone de relieve de qué manera unas inversiones equitativas desde el punto de vista del género en el sector de la salud y asistencial restablecerían el valor del trabajo en la esfera de la salud y asistencial e impulsarían unas economías más justas e inclusivas”.
Asimismo, aseguró que el llamado a la acción urgente dirigido a líderes, responsables políticos y empleadores destaca la necesidad imperiosa de invertir en el sector de la salud y asistencial para garantizar su desarrollo justo y adecuado.