Científicos de diferentes partes del mundo buscan nuevos compuestos que permitan combatir infecciones que amenazan con aumentar su resistencia a los actuales antibióticos. Estos compuestos son encontrados en el ADN de distintos organismos, aunque también los han encontrado en extraños ecosistemas donde las bacterias han desarrollado nuevas capacidades.
Compuestos encontrados en gusanos
La molécula darobactina derivada de la bacteria Photorrabdus khanii, es un compuesto muy efectivo para combatir bacterias causantes de infecciones difíciles de tratar. Curiosamente, esta molécula se encuentra al interior de gusanos parásitos conocidos como nemátodos.
Se descubrió además que las bacterias que espontáneamente desarrollan resistencia a la darobactina pierden la capacidad de infectar a su huésped, esto aumenta la esperanza de que este compuesto pueda llevar al desarrollo de un nuevo medicamento.
Antibióticos en hormigas
Las hormigas cortadoras de hojas practican el cultivo de hongos para su posterior alimentación, sin embargo, para protegerse a sí mismas de posibles infecciones han desarrollado bacterias productoras de antibióticos.
Investigadores del Reino Unido y Sudáfrica que estudian estos insectos, descubrieron que la bacteria formicae KY5 propia de estas hormigas, produce formicamicina, y este compuesto puede matar organismos infecciosos resistentes a antibióticos comunes como es el caso de la bacteria Staphylococcus aureus resistente a meticilina.
Los experimentos sugieren que a estos microbios les resulta más complejo desarrollar resistencia a las formicamicinas por tanto representan un gran potencial para el desarrollo de nuevos fármacos terapéuticos, pese a esto no se han iniciado ensayos clínicos con este compuesto
Imitando antibióticos de la naturaleza
Pero los compuestos antibióticos no solamente son tomados de manera directa de la naturaleza, muchas veces las funcionalidades de los organismos inspiran a científicos a realizar investigaciones que resultan en nuevos prototipos, este es el caso de la sangre del dragón de Komodo, donde investigadores encontraron un compuesto con actividad antibiótica, de esta se derivó una versión sintética llamada RGN-1 que era aún más efectiva que el compuesto original.
Este compuesto sintético es muy útil ya que reduce la cantidad de bacterias mientras acelera la curación de una herida, este compuesto se encuentra todavía en etapas muy tempranas de experimentación, aunque los resultados sugieren que su desarrollo vale la pena.
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Compuestos encontrados en ecosistemas
Investigadores del Reino Unido y Chile han trabajado en bacterias encontradas en el desierto de Atacama para identificar varios compuestos antibióticos, como las chaxapeptinas y las chaxalactinas.
Las pruebas científicas han demostrado que algunas de estas moléculas pueden matar bacterias como E. coli y la levadura causante de la candidiasis.
Cabe resaltar, que estos nuevos hallazgos e investigaciones fueron publicados por Nat Geo en español.
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