Un estudio publicado recientemente por la revista Pediatrics evidencia que menores de edad están sufriendo por sobredosis como consecuencia de medicamentos estimulantes que se usan de manera habitual para tratar el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
¿Qué dice el estudio sobre el TDAH?
Los investigadores del estudio hicieron un llamado a los diferentes actores del sistema para que se unifiquen esfuerzos para controlar el uso inadecuado de estos medicamentos. “Hacemos un llamado a los padres, al sistema y a los cuidadores, para que exista una mayor educación sobre el uso de estos medicamentos”.
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Asimismo, subrayaron. “Las recetas de estimulantes han aumentado entre los jóvenes, y mientras más estimulantes recetados hay en el público, mayor es el potencial de abuso en todas las poblaciones”, advirtió el autor del estudio, Douglas Roehler, epidemiólogo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. “Necesitamos una mejor comprensión sobre las intervenciones efectivas para los jóvenes en riesgo de sobredosis de estimulantes”.
En el estudio, el equipo de Roerle revisó los expedientes de casi 90 millones de visitas al departamento de emergencias por sobredosis no letales, que ocurrieron a lo largo de tres años entre los niños y jóvenes de EE. UU. de tres grupos de edad: de 0 a 10 años, de 11 a 14 años y de 15 a 24 años. Todos los grupos de edad experimentaron un aumento en las sobredosis no letales de estimulantes, de un 3.3, un 4 y un 2.3 por ciento, respectivamente. En el estudio, las sobredosis de estimulantes que se sospecharon incluyeron tanto medicamentos recetados como
“En 2016, hubo un aumento de un 2 por ciento en las sobredosis de todos los medicamentos y drogas, incluyendo los opioides, la heroína y los estimulantes, en el grupo más joven, y un aumento de un 2.3 por ciento en los niños de 11 a 14 años”. apuntó Roehler.
Los autores advirtieron que esas sobredosis son más bien raras. En específico, 22.3 de cada 10,000 visitas al departamento de emergencias de niños de 0 a 10 años fueron por sospechas de una sobredosis de medicamentos o drogas, al igual que 43.2 por cada 10,000 visitas de niños de 11 a 14 años. Entre los jóvenes de 15 a 24 años, hubo un promedio de 85.2 sobredosis por cada 10,000 visitas al departamento de emergencias, indica el informe.
Sin embargo, el estudio también indica que las sobredosis no letales con heroína se redujeron en un 3.3 por ciento por cuatrimestre entre los jóvenes de 15 a 24 años durante el periodo del estudio. Estos hallazgos reflejan a las tendencias nacionales que muestran una reducción significativa en las muertes por sobredosis de heroína entre los jóvenes de 15 a 24 años entre 2016 y 2017, anotaron los investigadores, no obstante, otros expertos señalan que es más probable que las sobredosis de estimulantes sean resultado del inadecuado almacenamiento de los medicamentos recetados.
“Con frecuencia, los niños obtienen esos medicamentos de sus familias, y los padres quizá no sepan cómo almacenarlos o guardarlos bajo llave”, comentó el Dr. Dean Drosnes, director médico de los Centros de Tratamiento Caron, un programa de rehabilitación de la adicción con varios centros en Estados Unidos. “En los niños pequeños, se trata casi exclusivamente de sobredosis accidentales”, aseguró.
Ante este panorama indicó Drosnes. Actualmente, muchos niños no reciben la ayuda que necesitan. Apenas alrededor de un tercio de los jóvenes que acuden al departamento de emergencias por una sospecha de sobredosis reciben tratamiento para la adicción, y la prevalencia es incluso más baja entre los jóvenes que sufren sobredosis de heroína.
Aun así, este estudio no significa que recetar medicamentos estimulantes sea demasiado riesgoso, advirtió el Dr. Scott Krakower, psiquiatra infantil y de la adolescencia del Hospital Zucker Hillside en Glen Oaks, Nueva York.
“Los medicamentos estimulantes tienen un efecto beneficioso bastante grande, y esto no se debe pasar por alto, ya que tienen una extrema efectividad para mejorar los síntomas del TDAH”, aseguró Krakower. Cuando no se tratan, los síntomas del TDAH, como las dificultades para concentrarse, sentarse tranquilo y/o controlar las conductas impulsivas, pueden provocar problemas en la escuela, el trabajo y las relaciones, anotó.
“Los padres deben vigilar las pastillas y asegurarse de que haya unas medidas de seguridad adecuadas, dado que es muy raro que los estimulantes se compren en la calle”, dijo Krakower.