Una forma de artritis que se presenta en los niños y adolescentes menores de 16 años es la artritis reumatoide juvenil (ARJ), la cual produce inflamación y rigidez de las articulaciones durante más de seis semanas. A diferencia de la artritis reumatoide en adultos, que suele ser crónica, los niños tienen la posibilidad de superar esta enfermedad.
Como tal, esta patología puede clasificarse en tres categorías que se basan en la cantidad y el tipo de articulaciones afectadas junto con los síntomas y su duración, y en presencia o no de anticuerpos específicos producidos por el sistema inmune. A continuación, se relacionan estos aspectos que ayudan a los médicos a determinar la progresión de la ARJ:
- Pauciarticular: esta forma de ARJ afecta alrededor del 50% de los niños con esta enfermedad, involucrando cuatro articulaciones o menos, especialmente las grandes como rodillas, tobillos o codos. Se observa con mayor frecuencia en niñas menores de siete años y en niños mayores de ocho años.
- Poliarticular: alrededor del 30% de los niños con ARJ sufren esta forma de la enfermedad, que afecta a cinco o más articulaciones. Esta variedad poliarticular es más grave y tiende a impactar las articulaciones pequeñas, como las de las manos o los pies, a menudo en ambos lados del cuerpo. Se observa con mayor frecuencia en niñas que en niños.
- Sistémica: la ARJ sistémica, también conocida como enfermedad de Still, es la forma más grave, pero menos común de la enfermedad, pues afecta una o más articulaciones y provoca inflamación en órganos internos como el corazón, el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos. Tanto niños como niñas tienen igual probabilidad de padecer ARJ sistémica.
Causas de la artritis reumatoide juvenil
La ARJ se cataloga como una enfermedad autoinmune, es decir, que el sistema inmune del cuerpo ataca a sus propias células y tejidos sanos. Asimismo, es un trastorno multifactorial, lo que significa que el problema de salud puede ser provocado por múltiples factores como los genéticos, ambientales, entre otros.
Además de ello, un grupo de genes ubicados en el cromosoma 6 codifica los antígenos HLA, que desempeñan un papel crucial en la susceptibilidad y la resistencia a diversas enfermedades. Muchos trastornos comunes, incluida la ARJ, son influenciados por antígenos HLA específicos y se heredan de manera multifactorial. De hecho, se cree que los niños que poseen el antígeno HLA DR4 tienen una mayor probabilidad de desarrollar ARJ, aunque es importante destacar que la ausencia de este antígeno no excluye la posibilidad de contraer la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la artritis reumatoide juvenil?
La sintomatología de la ARJ puede aparecer durante episodios (brotes) o puede ser crónico y continuo. Estos son algunos de los síntomas más comunes, pero cabe aclarar que cada niño puede experimentarlos de forma diferente:
- Articulaciones hinchadas, rígidas y doloridas, especialmente durante la mañana o al despertarse de una siesta. Es importante tener en cuenta que las articulaciones de las rodillas, las manos y los pies suelen ser las más afectadas.
- Fiebre alta y erupción cutánea, en caso de ARJ sistémica
- Ganglios linfáticos inflamados, en caso de ARJ sistémica
- Inflamación ocular
- Calor y enrojecimiento en la articulación
- Limitación del movimiento de una o más articulaciones
- Fatiga.
- Disminución del apetito, poco aumento de peso y crecimiento lento
Diagnóstico de la artritis reumatoide juvenil
En primer lugar, los especialistas en salud deben realizar un examen físico y revisar la historia médica del paciente en la cual se enfocan en el historial prenatal y de nacimiento del paciente, así como evaluará si ha tenido resfriados u otras infecciones.
Aunque aún no existe ningún estudio diagnóstico que determine de forma definitiva si un niño sufre ARJ o no, generalmente, esta enfermedad se confirma bajo los siguientes paramentos:
- Síntomas que menciona el paciente, tales como la inflamación de la articulación que puede durante seis semanas seguidas.
- Análisis de laboratorio para detectar la presencia de anticuerpos antinucleares y del factor reumatoideo IgM.
- Otras pruebas de laboratorio como: anticuerpos antinucleares, artrocentesis (también llamada aspiración articular), complemento, hemograma completo, creatinina, tasa de eritrosedimentación, hematócrito, factor reumatoide (RF), análisis de orina y recuento de leucocitos.
También se requiere de diagnósticos por imágenes que evidencien el alcance del año en los huesos. Por ejemplo, los médicos ordenan rayos X, tomografía computarizada, imágenes por resonancia magnética y centellograma óseo.
¿Cómo se trata la artritis reumatoidea juvenil?
El tratamiento de la ARJ busca mantener el nivel de actividad normal de las personas, el cual estará determinado por un especialista que se basará principalmente en el estado general del cuerpo del paciente y su historia clínica, la gravedad del trastorno, la tolerancia a determinados medicamentos y procedimientos, y las expectativas de evolución de la enfermedad.
Distintos tratamientos pueden incluir medicamentos antiinflamatorios no esteroides para aliviar los síntomas, medicamentos antirreumáticos para limitar el progreso de la enfermedad, biológicos diseñados para interferir con la reacción inflamatoria del cuerpo, corticosteroides, fisioterapia, terapia ocupacional, examen periódico de la vista para detectar cambios tempranos de las inflamaciones oculares, entre otros.
