La reforma a la salud en Colombia ha sido tema de intensos debates y discusiones en este último año. Sin embargo, en el análisis financiero propuesto en la ponencia radicada el pasado 5 de marzo en la Comisión VII del Senado de la República, proporciona una visión más clara sobre las implicaciones económicas de este proyecto.
A través de una exhaustiva evaluación de los ingresos y gastos proyectados para la próxima década, se revelan detalles importante sobre cómo se financiarían las prioridades establecidas en esta reforma, desde el desarrollo de la Atención Primaria, el Fortalecimiento de la Red Pública, los Derechos Laborales de los Trabajadores hasta la Inversión en Infraestructura Hospitalaria.
La reforma a la salud no contempla nuevos impuestos
De acuerdo con la ponencia, la reforma no contempla nuevos impuestos o recursos para el funcionamiento del Sistema. En la formulación de la proyección de los ingresos participaron economistas importantes del país, expertos en finanzas del Estado del Departamento de Planeación y un equipo del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, incluyendo expertos sectoriales, presupuestales, entre otros. Los analistas para su proyección tuvieron en cuenta datos como los ingresos del 2023 expuestos en la siguiente tabla:
El análisis financiero muestra un panorama alentador en términos de ingresos para el sector de la salud en Colombia. A causa de la aprobación de la reforma tributaria de 2022, se proyecta un aumento significativo en los ingresos del Sistema General de Participaciones, con un crecimiento del 65% en términos reales durante la próxima década.
La proyección arrojó un aumento en los ingresos del Sistema en pesos constantes para el año 2023, partiendo de 81,2 billones y alcanzando los 134,3 billones en 2033. Este valor representa el límite de gastos establecido para una reforma que NO contempla nuevas fuentes de financiamiento. Este incremento proporciona una base sólida para financiar las ambiciosas metas de la reforma.
Conforme al trabajo desarrollado por el equipo del Ministerio de Salud y ADRES al ajustar el escenario al texto se introdujeron importantes modificaciones en la Comisión VII de la Cámara tales como el uso de los recursos del sistema de salud en el escenario de la Reforma al Sistema.
Se observa entonces, un aumento de los fondos destinados a la Atención Primaria en Salud como resultado de la reforma. Inicialmente estimado en 17,5 billones de pesos en el año 2023, se espera que estos recursos alcancen los 29,07 billones de pesos en 2033. Los fondos destinados a la APS, experimentarían un crecimiento del 49% en términos reales durante los próximos diez años.
Aunque no se alcanza la meta del 30% propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS), este incremento representa un paso significativo hacia la mejora del acceso a servicios básicos de salud para toda la población, incluida poblaciones dispersas y las que actualmente presentan dificultades de acceso.
La reforma garantiza recursos a la atención primaria en salud en municipios
Los recursos del Sistema General de Participaciones (SGP), son los que experimentan un mayor crecimiento, y están constitucionalmente asignados a los municipios. La reforma garantiza que estos recursos no se concentren en el gasto de mediana y alta complejidad en las grandes ciudades, sino que se destinen en su totalidad a la atención primaria en los municipios. Los recursos serán asignados y transferidos directamente desde la ADRES a los Centros de Atención Primaria (CAPS) de todos los municipios del país.
Los recursos de mediana y alta complejidad, también experimentarán crecimiento financiero, desde 65,3 billones para empezar y llegar a 86,1 billones para el 2033, es decir, un crecimiento del 32% en el periodo acumulado.
Financiamiento de la red hospitalaria
En cuanto a la red pública hospitalaria la creación de un rubro de financiamiento permite alcanzar a mediano plazo la garantía de un presupuesto estable y suficiente para los hospitales públicos en especial las instituciones que atienden poblaciones rurales y dispersas, enfatizando en incluir la recuperación de los derechos del personal hospitalario, ya que son aquellas las que presentan un rango más alto de imposibilidad de garantizar su financiamiento exclusivamente por facturación de servicios, permitiendo de esta manera el acceso a muchos territorios.
El rubro de las becas también garantiza formación de profesionales especializados, debido al déficit del país para mejorar el acceso de toda la población a esos servicios.
El análisis financiero también identifica otras áreas de inversión crucial. Esto incluye la creación de un fondo para desastres y epidemias, así como el financiamiento para el desarrollo de infraestructura en centros de atención primaria de salud. Inversiones que, no solo mejoran la capacidad de respuesta del sistema de salud ante emergencias, sino que también garantizan un acceso equitativo a los servicios de salud en todo el país.
Gastos indirectos
Corresponden a los gastos no directamente atribuibles a la reforma, los cuales deben ser sumados a los originados en la misma, estos son: saneamiento de los pasivos de los hospitales públicos, gastos de inversión en la red hospitalaria contemplados para en el Plan Nacional de Desarrollo, y la capitalización de la Nueva EPS (artículo del proyecto de ley no se ha aprobado en la plenaria de la cámara).
Gastos del sector no atribuibles a la reforma
Finalmente, se incluyeron artículos que originan nuevos gastos, como: la prestación económica por maternidad para las mujeres no cotizantes, los incentivos de calidad para las Gestoras, IPS, redes y territorios y el desarrollo de las Unidades Zonales de Planeación, que, asesoran y evalúan la gestión en salud de los pequeños municipios en cada subdivisión territorial de los departamentos y distritos. Gastos que debieron ser incluidos en el escenario financiero, esto llevó a la reducción de otros rubros, a causa de la inmovilidad de ingresos estimados.
Déficit financiero en los primero años de implementación de la reforma
Si bien el análisis financiero muestra un panorama alentador, también identifica desafíos futuros. Se proyecta un déficit en los primeros años de implementación de la reforma, que se estima en el 0,3% del PIB. Sin embargo, este déficit es controlable y se espera que el balance financiero sea positivo después de 2030. Además, se destaca la importancia de implementar medidas preventivas eficaces para evitar un crecimiento descontrolado en el gasto en salud a largo plazo.
Cálculos exclusivos de la implementación de la reforma
Los cálculos presentados hasta ahora consideran que la mayoría de los gastos relacionados con el proyecto de ley son exclusivamente consecuencia de la reforma. Sin embargo, también es importante tener en cuenta que en un escenario sin reforma, habría costos que la Nación tendría que asumir independientemente de la aprobación del proyecto.
En la tabla se pueden ver los costos que incluyen el fortalecimiento institucional, el desarrollo de un sistema de información y los gastos en infraestructura y equipamiento, así como la capitalización de la Nueva EPS. El Ministerio de Hacienda ha presentado las sendas de gasto a mediano plazo tanto con como sin reforma, estableciendo el costo adicional de esta última como la diferencia entre ambas sendas de gasto. Considerando el impacto del ahorro proyectado en los gastos en salud para la próxima década como resultado de la reforma propuesta. Teniendo en cuenta todos estos factores, el Ministerio de Hacienda concluye que, en un escenario con reforma, el costo adicional anual máximo durante la próxima década sería del 0,6% del PIB.
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