El mundo industrializado en que vivimos, su acelerado desarrollo y los avances tecnológicos nos ponen de frente a nuevos riesgos de
los que resulta difícil sustraerse. En los últimos decenios se ha incrementado la disponibilidad y el uso de sustancias químicas potencialmente tóxicas en la industria, el sector agrícola, farmacéutico y en nuestros hogares. La manipulación inadecuada, la falta de elementos de protección, el descuido al dejar sustancias tóxicas al alcance de los niños, los hechos suicidas y delictivos, entre otras circunstancias, provocan emergencias toxicológicas que llegan a diario a los servicios de urgencias de las entidades hospitalarias de nuestro país, como lo demuestran las estadísticas recopiladas en el Centro de Información y Asesoría Toxicológica, programa que viene funcionando en convenios entre el Ministerio de la Protección Social, la Universidad Nacional de Colombia y Consejo Colombiano de Seguridad. Este centro durante el año 2006 y el primer semestre de 2007 atendió cerca de 8.000 requerimientos de asesoría toxicológica y encontró, además, que los principales agentes causantes de intoxicaciones fueron en su orden, los plaguicidas, los medicamentos, sustancias cáusticas y corrosivas, derivadas de hidrocarburos, las bebidas alcohólicas, los animales y las plantas venenosas. Ante este panorama y dada la escasa literatura disponible en nuestro medio en el área de toxicología, el Ministerio de la Protección Social consideró necesario la preparación y publicación de las Guías para el Manejo de Urgencias Toxicológicas que hoy presentamos, y que tienen el propósito de contribuir en la respuesta oportuna y eficaz de cualquiera de los eventos tóxicos adversos que se puedan presentar en el territorio nacional.