Tras la salida de Giovanny Rubiano García de la Superintendencia Nacional de Salud (Supersalud), el funcionario presentó un balance detallado de casi un año de gestión al frente de la entidad, donde expuso los principales resultados alcanzados entre noviembre de 2024 y octubre de 2025. Su administración se caracterizó por el fortalecimiento de las acciones de inspección, vigilancia y control, la recuperación financiera de las EPS intervenidas y la implementación de estrategias de eficiencia para mejorar el flujo de recursos y el acceso a los servicios de salud.
Durante su periodo, la Superintendencia avanzó en la territorialización de la atención primaria en salud, la estabilización de giros hacia la red pública hospitalaria y la puesta en marcha de auditorías forenses internacionales para rastrear la trazabilidad de los recursos. Según Rubiano García, estos procesos buscan garantizar un sistema más transparente, sostenible y orientado a la protección del derecho a la salud de los colombianos.
¿Cuáles fueron los principales avances en las EPS intervenidas y en la red pública hospitalaria?
Al asumir el cargo en noviembre de 2024, Rubiano García recibió ocho EPS bajo medida de intervención forzosa para administrar, a las que se sumó la EPS Coosalud, intervenida durante su gestión. Estas entidades presentaban graves problemas financieros y deficiencias estructurales en la contratación de la red pública, en la atención primaria y en los mecanismos de auditoría. Frente a ello, la Superintendencia orientó sus esfuerzos hacia la territorialización de los servicios, buscando reducir el desplazamiento de los pacientes y fortalecer la red pública hospitalaria.
El resultado fue una mejora significativa en la contratación con prestadores públicos. EPS como Emssanar y Capresoca lograron contratar el 100% de la red pública en su área de influencia, mientras que otras, como Savia Salud, destinaron hasta el 39,58% de la UPC a la atención primaria en salud. También se observaron avances en indicadores de salud pública, como la reducción del 43% en la mortalidad materna registrada por Famisanar y la disminución de muertes por infección respiratoria aguda en menores de cinco años en Capresoca y Asmet Salud.
El fortalecimiento de la atención primaria en salud se tradujo en una mayor presencia de equipos extramurales: Emssanar con 195, Coosalud con 315, la Nueva EPS con 391 y SOS con 245. Estos equipos permitieron ampliar la cobertura territorial y mejorar la respuesta del sistema a las necesidades locales de la población. En paralelo, la Supersalud acompañó la reorganización de la Nueva EPS, cumpliendo la orden presidencial de convertirla en una entidad mayoritariamente pública, con un plan de estabilización de giros hacia los prestadores de primer nivel.
¿Qué papel tuvieron las auditorías forenses y los mecanismos de control en el sector salud?
Uno de los ejes más destacados de la gestión de Rubiano García fue el fortalecimiento de los procesos de auditoría, inspección y control. El Superintendente insistió en la necesidad de reforzar las auditorías médicas y financieras en las EPS, y de implementar por primera vez auditorías forenses internacionales para rastrear la trazabilidad de los recursos del sistema. Estas medidas buscan combatir la opacidad financiera y prevenir el uso inadecuado de fondos públicos.
Durante su administración, varias EPS, entre ellas SOS, Emssanar, Coosalud, Savia Salud y Famisanar, iniciaron procesos de auditoría forense, mientras que Nueva EPS, Asmet Salud y Capresoca quedaron en fase preparatoria para implementarlas a finales de 2025. El objetivo fue identificar irregularidades acumuladas durante los últimos seis años y establecer controles efectivos sobre la gestión de los recursos.
En el frente de atención al usuario, la Superintendencia Nacional de Salud fortaleció los canales de respuesta a reclamaciones, especialmente de pacientes con enfermedades crónicas. En 2024 se presentaron 76.404 reclamos, de los cuales el 34,6% correspondió a cáncer y el 28,6% a enfermedades cardiovasculares. Para 2025, el índice de cierre de reclamaciones alcanzó el 92,23%, lo que refleja una mejora en la capacidad resolutiva de la entidad. Además, se emitieron medidas cautelares a EPS como Compensar, Famisanar y Nueva EPS, garantizando la entrega oportuna de medicamentos a los usuarios.
¿Cómo impactaron las estrategias de negociación y compras conjuntas de medicamentos?
La gestión de Rubiano García impulsó un hito en la política farmacéutica del país: la negociación conjunta de tecnologías en salud. Con el acompañamiento de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), se autorizó por primera vez un esquema de compras directas y negociaciones conjuntas entre las EPS intervenidas, orientado a reducir la intermediación y los costos de adquisición de medicamentos y dispositivos médicos.
Como resultado de las compras directas, las EPS intervenidas reportaron ahorros superiores a 5 mil millones de pesos a mayo de 2025. En tanto, la negociación conjunta —que incluye medicamentos de alto costo, pañales y alimentos de propósito médico especial— proyecta ahorros anuales cercanos a 900 mil millones de pesos, más del doble de la meta inicial. La iniciativa benefició a más de 269 mil afiliados de 13 EPS, y su segunda fase contará con la participación de 4/72 como operador logístico, priorizando la entrega a través de las ESE en los casos de dispensación ambulatoria o infusión.
Adicionalmente, se realizaron 307 acciones de vigilancia a los gestores farmacéuticos, se impusieron multas por incumplimientos en la entrega de medicamentos y se expidió la circular normativa 2025151000000009-5 de 2025, que establece nuevas obligaciones en materia de reporte técnico. Estas acciones se orientaron a garantizar la calidad y oportunidad en el acceso a las tecnologías en salud, reforzando el rol de la Supersalud como ente garante del derecho a la salud.
Un legado institucional con foco en la sostenibilidad y la transparencia
En el cierre de su gestión, Rubiano García destacó que deja una Superintendencia fortalecida técnica y operativamente, con un presupuesto superior a 290 mil millones de pesos y un 60% de ejecución a junio de 2025. Los recursos se destinaron a fortalecer la atención al usuario, modernizar la infraestructura digital y mejorar la capacidad técnica del talento humano para las labores de inspección, vigilancia y control.
El balance institucional evidencia una gestión orientada a recuperar la confianza en el sistema, a través de herramientas de control financiero, fortalecimiento de la red pública y transparencia en el uso de los recursos. “Dejo una Superintendencia en la que espero mi sucesor pueda dar continuidad a temas innovadores como la negociación conjunta de tecnologías en salud, el plan de estabilización de giros y la implementación de auditorías forenses”, afirmó el Superintendente saliente.