Recientemente, la Asociación Canadiense de Psiquiatría y el Colegio de Médicos de Familia de Canadá (CFPC) publicaron un documento de posición actualizado en Canadian Journal of Psychiatry, donde se abordaron los desafíos, las oportunidades y las nuevas directrices para la atención colaborativa de la salud mental en Canadá.
Igualmente, el documento destaca las formas de mejorar los resultados de la atención primaria de salud mental mediante la inducción de prácticas de atención colaborativa basada en evidencia como la gestión de atención, la mejora de los procesos y el uso de registros de pacientes.
Uno de cada de cinco canadienses experimentan un problema o enfermedad de salud mental y se estima que esta cifra aumente debido a las secuelas de la pandemia por covid-19. Adicional a ello, existen barreras que impiden una atención de calidad a los pacientes con algún problema mental, pues a pesar de que la atención primaria es uno de los entornos más accesibles, muchos médicos de familia actualmente no cuentan con el apoyo o los recursos necesarios para tratar de manera óptima a los pacientes.
Importancia de la atención primaria en la salud mental
La atención basada en salud puede definirse como “el proceso mediante el cual los proveedores de atención primaria y de salud mental comparten recursos, experiencia, conocimiento y toma de decisiones para garantizar que las poblaciones de atención primaria reciban una atención centrada en la persona, eficaz y rentable del proveedor adecuado”. De esta manera, la atención primaria forma parte integral del sistema de salud mental y un punto esencial para una buena intervención de la problemática.
Ahora bien, con la pandemia, las formas de intervención de la salud mental han ido evolucionando mediante el uso de la telemedicina y la atención virtual. Tanto las consultas telefónicas como las videoconferencias, la atención sanitaria móvil y la monitorización remota de los pacientes se sigue utilizando cada vez más con el fin de garantizar la continua atención. Sin embargo, es esencial que, con esta transición de atención virtual, la calidad de la atención no sea comprometida, especialmente en aspectos como la privacidad de la atención, el acceso equitativo y coordinación de la atención.
Oportunidades para identificar problemas de salud mental
Atención colaborativa: La atención colaborativa de salud mental puede ayudar a identificar y rastrear poblaciones con problemas o factores de riesgo al monitorear el proceso de cada paciente, manteniendo el contacto con cualquiera persona que no esté siendo atendida de forma regular.
Los equipos colaborativos de atención de salud mental en la atención primaria abordarían también problemas de salud mental maternoinfantil de una forma proactiva, permitiendo valorar a mujeres en estado de embarazo para detectar depresión o ansiedad durante los periodos prenatales y posprenatal, y ofreciendo la visita mejorada para bebes de 18 meses para la identificación de factores de riesgo, incluidas las experiencias infantiles adversas o necesidades inmediatas.
Monitoreo: Otra forma de identificación temprana de riesgos de salud mental es ver a cada persona en una práctica con una enfermedad positiva al menos una vez al año con el fin de monitorear tanto su salud física como emocional. Además, realizar pruebas de detección de depresión, ansiedad, deterioro cognitivo leve en personas de 60 años o más, para que los proveedores de atención médica desarrollen tratamientos o reduzcan la probabilidad de desarrollar demencia.
Atención colaborativa con otros servicios de salud: Los médicos de familia, psiquiatras y profesionales de salud mental a lo largo de tiempo han demostrado la fuerza del trabajo colaborativo que tiene al brindar una mejor intervención a los pacientes. En primer lugar, los médicos de familia brindan a los pacientes una atención integral con énfasis en la continuidad y los psiquiatras brindan la experiencia necesaria para abordar casos complejos de los pacientes.
De esta manera, la integración de estos profesionales de la salud podía mejorar el acceso a la afección y posicionar a los médicos de familia para que tenga una mejor participación en la detección temprana de problemas mentales, su tratamiento y prevención de recaídas.
Estas oportunidades de intervención son funcionales no solo para diagnosticar a tiempo una enfermedad mental, sino también para disminuir los tiempos de espera para consulta a un especialista. De acuerdo con el documento, los tiempos de espera para ver un especialista en Canadá varían aproximadamente entre 2 y 6 meses, dependiendo de la especialidad.
Por ello, al optimizar el papel de los profesionales de salud e implementar la atención colaborativa, se ofrece una atención continua y de mejor calidad que podrá conducir a mejores resultad de salud para los pacientes y mayor capacidad de satisfacción laboral para los médicos de familia.