Esta semana, a propósito de la Semana de la Salud Masculina, CONSULTORSALUD comparte con su audiencia una serie de contenidos de interés, sumándose a la iniciativa internacional y recordando a todos sus lectores la importancia de visitar con regularidad al médico de cabecera.
La andropausia, nombre que recibe el hipogonadismo de inicio tardío (HIT) es un síndrome clínico y bioquímico asociado al envejecimiento masculino; de ahí que sea muchas veces comparado con la menopausia, proceso biológico de la población femenina. Sin embargo, se trata de comparaciones equivocadas, ya que los cambios fisiológicos no son comparables entre ambos sexos, ni tampoco los síntomas que producen.
De acuerdo con especialistas en salud masculina, los descensos en los niveles de testosterona libre inician alrededor de los 30 años, con una reducción del 15%. A los 45 años, empiezan a notarse los primeros síntomas de la andropausia, y cuando llegan a los 50 años, alrededor del 50% de los hombres experimentan bajos niveles de testosterona.
Cuando llegan a los 60 años, se estima que más de la mitad de los hombres sufren alteraciones debido a la andropausia, y en la década siguiente, el 70% de los adultos tienen niveles de testosterona considerablemente bajos.
¿Cuáles síntomas produce la andropausia?
Cuando aparece el hipogonadismo de inicio tardío, los hombres pueden experimentar disminución de la calidad del semen, pérdida de la masa muscular, aumento de la grasa corporal, disminución del deseo sexual. Además, se necesita más tiempo para alcanzar la excitación, disminuyen las erecciones o el tiempo de recuperación entre una y otra se prolonga, se presentan trastornos del sueño y pérdida de memoria, aparecen problemas circulatorios u óseos, entre otros.
En suma, la andropausia surge como resultado del déficit de la producción de testosterona u otras hormonas masculinas. Sin embargo, los especialistas también relacionan al síndrome con causas genéticas, el consumo en exceso de alcohol, el tabaquismo o la elevación del nivel de SHBG, denominada “globulina fijadora de hormonas sexuales”.
Si los síntomas no son tratados de manera temprana, se han relacionado con riesgos a largo plazo, especialmente en salud cardiovascular. Algunos de los más comunes son el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2, síndrome metabólico y aumento en el riesgo de ictus.
¿Se puede tratar el hipogonadismo de inicio tardío?
Antes de la formulación del tratamiento, el médico especialista debe confirmar el diagnóstico. Este proceso se realiza con la medición de los valores de testosterona total en sangre. Al respecto, se proponen como valores menos de 3 ng/ml (10,4 nmol/l), de 2,3 ng/ml (8 nmol/l) o de 2 ng/ml (6,9 nmol/l), criterios propuestos por asociaciones científicas y consensos de expertos a nivel internacional.
Cabe mencionar que, en el diagnóstico analítico del síndrome se deben tener en cuenta otras consideraciones: los cambios relacionados con la edad que se reflejan en la SHBG puede distorsionar los resultados. La SHBG es una proteína que transporta hormonas y puede “capturar” la testosterona, impidiendo que cumpla su función. Esto significa que puede haber suficiente testosterona en total, pero con una cantidad limitada disponible para su uso biológico.
Por otra parte, los especialistas deben tener en cuenta que no existe un umbral específico a partir del cual se pueda realizar un diagnóstico y determinar que el tratamiento es lo mejor. Cada caso debe evaluarse de manera individual, considerando diversos factores clínicos y sintomáticos para determinar la necesidad de intervención terapéutica.
En la actualidad, los tratamientos para la andropausia consisten en la administración externa de la testosterona. Ésta se encuentra en el mercado como tópico, inyección subcutánea o intramuscular. A pesar de ello, se trata de alternativas terapéuticas que entrañan sus propias contraindicaciones y pueden perjudicar al paciente a mediano y largo plazo.
Dentro de las complicaciones más frecuentes se encuentran el aumento en el tamaño de la próstata, aparición o recrudecimiento del síndrome de la apnea del sueño, riesgos cardiovasculares, desarrollo de trombosis venosa.
Las guías clínicas principales recomiendan evaluar previamente el riesgo individual a través de los estudios necesarios y discutir con el paciente los riesgos y posibles beneficios. Esto se establece en la Guía Conjunta de las Sociedades ISA, ISSAM, EAU, EAA y ASA, así como las recomendaciones de la Endocrine Society. Según especialistas, la administración de testosterona es posible cuando los niveles de testosterona están claramente bajos, es decir, por debajo de 2,3 ng/ml (7-8 nmol/l), especialmente si se presentan síntomas u otros problemas relacionados con el hipogonadismo, como osteoporosis o falta de libido.