El brote histórico de dengue, la fragilidad en la producción de insumos médicos, y el fortalecimiento de la atención primaria marcaron el año 2024 para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en un momento crucial para la seguridad sanitaria de la región.
Una región en alerta: brotes, riesgos zoonóticos y vigilancia 24/7
El año 2024 dejó al descubierto las grietas estructurales en la salud pública de las Américas. Según el informe anual de la OPS, la región enfrentó un brote sin precedentes de dengue, con más de 13 millones de casos y 7.700 muertes, concentradas en su mayoría en Brasil.
También se reportaron 66 casos humanos de influenza aviar H5N1 en Estados Unidos y uno en Canadá, así como más de 1.300 brotes en animales. El virus Oropouche menos conocido, pero igualmente preocupante, se propagó en 12 países de la región.
Frente a este panorama, la OPS desplegó una batería de acciones que incluyeron la creación de una Comisión Intersectorial para la Prevención y Control de la Gripe Zoonótica, la emisión de seis alertas sanitarias por dengue, y el monitoreo activo de riesgos a través del análisis de redes sociales, medios de comunicación y reportes oficiales. “Hoy, enfrentamos nuevos desafíos que demandan un espíritu de colaboración renovado”, advirtió el director de la OPS, Dr. Jarbas Barbosa.
Con un sistema de vigilancia epidemiológica operando 24 horas al día, la OPS facilitó respuestas rápidas en los países afectados, articulando esfuerzos transfronterizos para contener los brotes.
Atención primaria: eje de la equidad en salud
Uno de los grandes pilares de la estrategia regional ha sido el fortalecimiento de la atención primaria de salud (APS), a través de la Alianza por la Atención Primaria en las Américas, impulsada junto al Banco Mundial y el BID. Esta alianza, activa en diez países, busca robustecer el primer nivel de atención, capaz de resolver hasta el 80% de las necesidades sanitarias de la población.
- En Guatemala, la cobertura en APS creció un 15%.
- En Chile, se sumaron 16.000 nuevos profesionales de salud al sistema.
- 17 países están reforzando sus funciones esenciales de salud pública.
La atención primaria, que ganó protagonismo durante la pandemia de COVID-19, es ahora vista como el cimiento sobre el cual se construye un sistema resiliente ante futuras crisis. El informe también subraya la expansión del programa HEARTS, que ya alcanza a 5,7 millones de personas con hipertensión en 33 países.
Enfermedades no transmisibles y salud materna: prioridades urgentes
La OPS también enfocó sus esfuerzos en frentes silenciosos pero letales: las enfermedades no transmisibles y la mortalidad materna. A través de la iniciativa Mejor Atención para Enfermedades No Transmisibles, se ha incrementado el acceso a tratamientos para cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares, mientras que un nuevo grupo de trabajo se centra en reducir las muertes maternas en 12 países responsables del 90% de estas muertes en la región.
En paralelo, Belice, Jamaica y San Vicente y las Granadinas lograron eliminar la transmisión maternoinfantil del VIH y la sífilis, y Brasil eliminó la filariasis linfática como problema de salud pública.
Cobertura vacunal, fondos rotatorios y eliminación de enfermedades
El informe resalta un punto crítico: la región alcanzó en 2024 niveles de vacunación superiores a los prepandémicos. Un hito que no se lograba desde antes de 2020.
A través de los Fondos Rotatorios de la OPS, se distribuyeron más de 224 millones de dosis de vacunas y 5 millones de tratamientos, garantizando disponibilidad incluso en entornos remotos o frágiles.
Además, la región recuperó su estatus de libre de sarampión, tras un retroceso ocurrido en 2018, marcando un hito en la lucha contra enfermedades prevenibles.
Autosuficiencia médica: el giro hacia la producción regional
Uno de los mensajes más contundentes del informe 2024 es la necesidad urgente de reducir la dependencia de insumos médicos importados. Actualmente, América Latina y el Caribe importan seis veces más medicamentos y 80 veces más vacunas de las que exportan.
La Plataforma Regional de Innovación y Producción, lanzada en 2023, avanzó significativamente en 2024. Con asistencia técnica a nueve países y alianzas con productores como Pfizer y Sinergium Biotech (Argentina), la región dio pasos hacia la producción local de vacunas de ARNm, incluyendo contra el virus H5N1.
“La pandemia expuso nuestra vulnerabilidad. Hoy apostamos por la innovación regional como respuesta”, afirmó el Dr. Barbosa.
Esta estrategia, reforzada por flexibilidades introducidas en los Fondos Rotatorios, busca garantizar que la próxima emergencia no dependa de cadenas globales frágiles o acaparamiento internacional.
Transformación digital y preparación ante pandemias
El informe también da cuenta de una transformación digital en salud que alcanzó a 20 países en 2024, con una inversión de más de 900 millones de dólares en créditos del BID. Esta transformación ha permitido digitalizar registros médicos, mejorar los sistemas de vigilancia epidemiológica y optimizar la respuesta a emergencias.
Por otro lado, los países de la región accedieron a 84 millones de dólares del Fondo para Pandemias, recursos clave para robustecer sus planes de preparación ante futuras amenazas.
Diplomacia sanitaria y reforma institucional: el otro frente de batalla
La OPS ha asumido un rol protagónico en la diplomacia sanitaria global. Durante el proceso de negociación del Acuerdo sobre Pandemias, el organismo actuó como plataforma neutral, organizando 21 encuentros multilaterales para construir una posición regional unificada.
Internamente, la organización implementó la hoja de ruta OPS Adelante 2.0, una reforma institucional enfocada en la transparencia, la eficiencia y la colaboración intersectorial.
Un balance entre amenazas persistentes y logros tangibles
A pesar de las complejidades del contexto regional, el balance del 2024 muestra señales de avance. La OPS ha logrado posicionarse como un actor clave no solo en la respuesta inmediata, sino en la transformación estructural del sistema de salud de las Américas.

¿Qué viene para 2025?
Con una agenda marcada por la vigilancia de enfermedades emergentes, la consolidación de sistemas de salud resilientes y la ampliación de la producción regional, la OPS proyecta para 2025 una estrategia que apunta a la autonomía tecnológica, la cooperación multinacional y la equidad sanitaria.
“La seguridad sanitaria es un compromiso continuo”, concluyó el Dr. Barbosa. “Con innovación, coordinación y solidaridad, la OPS sigue siendo la piedra angular para proteger la salud y ampliar el acceso para todas las personas en las Américas”.