Más de 1 de cada 5 niños de todo el mundo corre el riesgo de desarrollar trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia, de acuerdo con un metanálisis publicado este mes en JAMA Pediatrics. De acuerdo con estadísticas presentadas, en 2019, 14 millones de personas experimentaron trastornos de la alimentación, incluidos casi 3 millones de niños y adolescentes
Los investigadores analizaron los datos de 63.181 adolescentes de 6 a 18 años de 16 países en busca de lo que se denomina “trastornos alimenticios”, información obtenida de PubMed, Scopus, entre otras bases de datos. En el grupo de niños y adolescentes seleccionados, ninguno tenía trastornos físicos o mentales diagnosticados; tampoco se incluyeron datos del periodo COVID-19.
También le puede interesar: Estudio muestra que la edad en la cuál aparecen más trastornos mentales es a los 14 años
En este análisis, los investigadores examinaron con detalle un cuestionario estandarizado sobre trastornos alimenticios ampliamente utilizado, denominado Sick, Control, One, Fat, Food (SCOFF). Algunas de las preguntas son: ¿se cree gordo cuando los demás dicen que está demasiado delgado?, ¿le preocupa haber perdido el control sobre lo que come? Cuando se responde afirmativamente a dos o más de los interrogantes, se considera como un indicio de padecer trastornos alimenticios.
Vale la pena anotar que, los desórdenes alimenticios en la infancia o adolescencia pueden predecir su repetición en la edad adulta temprana.
No olvide leer: Nuevo convenio en Bogotá para mejorar la atención maternoinfantil
Investigadores encienden las alertas sobre los trastornos alimenticios en la población infantil y juvenil
A nivel general, el 22% de los niños respondió bajo los criterios mencionados. Sin embargo, se cree que el porcentaje puede ser mayor porque los niños pueden ocultar los síntomas “debido a sentimientos de vergüenza o estigmatización”. Además se encontró que la proporción de afectados con este tipo de trastornos fue significativamente mayor en las niñas (30%), en comparación con los niños (17%), coincidiendo con estudios previos y con patrones encontrados en la edad adulta.
Pese a ello, en el documento se advierte que “los criterios diagnósticos actuales no detectan las conductas alimentarias desordenadas que se observan con más frecuencia en los niños que en las niñas, como la dedicación intensa al aumento de masa muscular y de peso con el objetivo de mejorar la satisfacción con la imagen corporal”.
Le puede interesar: 7 de cada 10 niños sufren miopía en Perú
Los hallazgos relativos a los niños que ya tienen un IMC elevado confirman investigaciones anteriores según las cuales muchos de esos niños ya siguen conductas alimentarias desordenadas mientras intentan perder peso, subrayan los autores del estudio.
Por último, los investigadores hacen un llamado a las autoridades en salud, padres, cuidadores y profesores para tratar de abordar esta situación. Las conductas relacionadas con los trastornos alimenticios pueden conducir a un mayor riesgo o daño para la salud, angustia significativa. De hecho, los trastornos alimentarios se encuentran entre los problemas psiquiátricos que más vidas ponen en peligro y quienes los padecen fallecen entre 10 y 20 años antes que la población general.
No olvide leer: Estrategia ‘Hospital Padrino’ redujo mortalidad materna en Valle del Cauca