De acuerdo con el más reciente informe de estado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 5 mil millones de personas en todo el mundo siguen sin protección contra las grasas trans, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas.
En el mundo, la OMS estima que las enfermedades del corazón cobran 17.9 millones de vidas cada año. En Colombia, para 2022 el informe de Estadísticas Vitales del Departamento Nacional de Estadísticas (DANE) registró 41.783 muertes por enfermedades isquémicas del corazón y 4.441 de todas las demás enfermedades asociadas a este órgano.
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Desde 2018, la OMS pidió por primera vez la eliminación global de las grasas trans producidas industrialmente con un objetivo establecido para 2023. Gracias a ello, la cobertura de las políticas de mejores prácticas en la población se ha multiplicado casi por seis.
A la fecha, 43 países ya implementaron políticas de mejores prácticas para abordar este tipo de grasas en los alimentos, consiguiendo la protección de 2.800 millones de personas en todo el mundo. No obstante, aún hay 5 mil millones en todo el mundo con el riesgo de sufrir su impacto.
Este tipo de grasas se encuentran comúnmente en alimentos envasados, productos horneados, aceites de cocina y productos para untar. Su ingesta es responsable de 500 mil muertes prematuras por la enfermedad coronaria cada año.
El director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó que este tipo de grasas”no tienen ningún beneficio conocido y presentan enormes riesgos para la salud que generan enormes costos para los sistemas de salud”. Además, resaltó que su eliminación “es rentable y tiene enormes beneficios para la salud. En pocas palabras, las grasas trans son una sustancia química tóxica que mata y no debería tener cabida en los alimentos”.
Australia, Azerbaiyán, Bután, Ecuador, Egipto, Irán, Nepal, Pakistán y República de Corea, países que tienen una tasa estimada más alta de muertes por enfermedades coronarias causadas, no cuentan con políticas de mejores prácticas para la protección frente a las grasas trans.
De acuerdo con las mejores prácticas en políticas de eliminación de estas grasas establecidas por la OMS, hay dos alternativas:
- Límite obligatorio de 2 gramos de grasas trans producidas industrialmente por cada 100 gramos de grasas totales en todos los alimentos
- Prohibición obligatoria de la producción o el uso de aceites parcialmente hidrogenados como ingrediente en todos los alimentos
Tom Frieden, presidente y director ejecutivo de Resolve to Save Lives, explicó que los gobiernos pueden evitar las muertes asociadas a estas grasas aprobando una política de mejores prácticas, por lo cual subrayó que “los días en que las grasas trans matan a las personas están contados”.
Aunque los países de altos ingresos han tomado medidas en el asunto, ningún país de bajos ingresos ha podido implementar políticas de mejores prácticas para eliminar las grasas trans.
Para el 2023, la OMS recomienda a los países centrarse en cuatro áreas:
- Adopción de políticas de mejores prácticas,
- Realizar seguimiento y vigilancia,
- Buscar reemplazos saludables de aceite
- Abogar por el seguimiento de la guía práctica para crear conciencia sobre las grasas trans
La OMS alienta a los fabricantes alimenticios a que eliminen las grasas trans de sus productos, alineándose con el compromiso asumido por la Alianza Internacional de Alimentos y Bebidas (IFBA). Además, se pide a los proveedores de aceites y grasas eliminar las grasas de los productos más vendidos en todo el mundo.
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