El programa “Mentes en Acción”, diseñado y puesto en marcha por la Universidad Nacional desde 2008, se ha convertido en un espacio fundamental para fortalecer habilidades cognitivas, comunicativas y lingüísticas en adultos mayores de 60 años con envejecimiento normal o prematuro, asociado a distintas patologías. Al igual que otras estrategias que promueve la institución, a raíz de la pandemia debió trasladarse al entorno digital que también ha sido bien recibido por sus participantes.
Este programa liderado por la profesora María Fernanda Lara, del Departamento de la Comunicación Humana de la Facultad de Medicina de la UNAL, cuenta con un equipo de rofesionales en fonoaudiología y neuropsicología quienes trabajan con metodologías que articulan la emocionalidad con procesos cognitivos. En varias ocasiones, se han elegido temáticas específicas relacionadas con arte, cultura y diversión para otras versiones de ‘Mentes en Acción’.
Tal es la importancia de este programa que ha sido destacado a nivel nacional e internacional, incluyendo la la Convención de la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición (ASHA) por la mejoría que logra en la calidad de vida de los adultos mayores. También es importante mencionar que en esta iniciativa puede beneficiar a a personas que tienen algún tipo de diagnóstico como deterioro cognitivo o alguna demencia en estadios iniciales, puesto que las actividades evitan el rápido deterioro y ayudan a mantener un cerebro más activo.
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“Mentes en Acción” promueve una vida activa en adultos mayores
Probablemente, la transición a la virtualidad es uno de los mayores retos para “Mentes en Acción”. Sin embargo, éste podría considerarse como superado, pues sus participantes asisten a sus sesiones virtuales pero desde cualquier lugar del mundo. Los efectos de mejora, de acuerdo con la profesora Lara, se mantienen aunque con mayor relevancia la percepción de dolor y sensación de plenitud.
“A pesar del temor que había por la migración al entorno virtual, los resultados han sido acertados, pues los participantes aseguran estar motivados, dejando de lado limitantes como el acceso a la conectividad y la distancia”, destacó en entrevista para la Universidad Nacional.
Otro de sus logros es la integración de la familia a este espacio. Por ejemplo, los hijos o nietos prestan los equipos para establecer la conexión, parientes y cuidadores ingresan a las sesiones desde sus computadores o celulares. Las sesiones de trabajo, podría decirse, ya no son exclusivas para los adultos mayores sino que también son un momento de aprendizaje y encuentro para quienes los rodean.
Finalmente, resulta importante destacar que “Mentes en Acción” ha podido llegar a varios municipios alejados gracias a la virtualidad. Es decir, se ofrece una experiencia novedosa, intercultural y de beneficios prácticamente inmediatos. “Las personas que viven en los municipios alejados viven en lugares donde no hay ninguna oferta, por lo que es muy rescatable que la universidad, con esta parte virtual, que pensábamos era una limitante, terminó siendo una ventaja”, destacó Lara.
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