El labio y paladar hendido es un defecto congénito que afecta a una gran cantidad de recién nacidos en México. Según el informe de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, en el año 2022 se notificaron 2,689 casos de defectos al nacimiento en el país. En este artículo, exploraremos la importancia de la atención prenatal y la prevención de factores de riesgo asociados con este defecto congénito, como la falta de consumo adecuado de ácido fólico durante el embarazo. Además, analizaremos los datos más recientes sobre la incidencia y los tipos de defectos al nacimiento reportados en México.
Durante la gestación, existen diversos factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de labio y paladar hendido en los recién nacidos. Estos incluyen la hipertermia materna, la diabetes gestacional y las infecciones. Según el Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, el 32.5% de las madres no consumieron adecuadamente ácido fólico durante el primer trimestre de gestación, o lo hicieron de manera tardía. Esta falta de consumo adecuado de ácido fólico puede tener consecuencias graves en el desarrollo del feto y aumentar el riesgo de malformaciones congénitas.
El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es esencial para el crecimiento y desarrollo adecuados del ser humano. Participa en la formación de células y tejidos, especialmente en la producción y reparación del ADN. Por lo tanto, su consumo adecuado antes y durante el embarazo es crucial para prevenir malformaciones congénitas como el labio y paladar hendido.
Lamentablemente, muchos casos de niños nacidos con labio y paladar hendido están relacionados con la falta de consumo oportuno de ácido fólico por parte de las madres. Según el Informe Trimestral del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Defectos al Nacimiento, en los casos en los que las madres consumieron ácido fólico después del primer trimestre de gestación, el labio y/o paladar hendido fue el defecto más frecuentemente reportado, con un total de 187 casos. Le siguió el mielomeningocele, con 76 casos. Por otro lado, en las mujeres que no consumieron ácido fólico durante el embarazo, el labio y/o paladar hendido también fue el defecto más común, con 65 casos, seguido de la anencefalia, con 39 casos.
Estos datos demuestran la relevancia de la atención prenatal en la identificación y prevención de factores de riesgo durante la gestación. La detección temprana de condiciones como la hipertermia materna, la diabetes gestacional y las infecciones es fundamental para prevenir o reducir la aparición de defectos congénitos en los recién nacidos.
Además de la atención prenatal, el control médico durante el embarazo es una herramienta fundamental para identificar anomalías en el feto y reducir las posibilidades de parto prematuro. Se recomienda realizar dos ecografías específicas en unidades especializadas en diagnóstico prenatal: la ecografía morfológica durante la semana 12 de gestación y otra ecografía en la semana 20. Estas ecografías permiten calcular el riesgo del feto de padecer alteraciones cromosómicas y detectar posibles anomalías anatómicas o en los órganos internos.
Es importante destacar que, aunque muchas mujeres acuden a consulta prenatal al inicio del embarazo, se necesita un fortalecimiento del control en todas las unidades médicas de México. Esto asegurará el consumo adecuado y oportuno de ácido fólico, así como el diagnóstico y tratamiento temprano de los defectos congénitos.
En resumen, el labio y paladar hendido es el defecto congénito más frecuente en México. La atención prenatal, incluyendo el consumo adecuado de ácido fólico, es esencial para prevenir su aparición. Además, el control médico durante el embarazo y las ecografías especializadas son herramientas fundamentales para detectar posibles anomalías y reducir las complicaciones en el proceso de gestación. Es necesario fortalecer el control prenatal en todo el país para garantizar la salud y bienestar de los recién nacidos mexicanos”.
