Terminado el XX Congreso Nacional de Salud, quiero agradecerles —con la serenidad que llega después de una gran jornada— por su presencia, su tiempo y su confianza. Más de 1.400 asistentes presenciales y virtuales nos acompañaron en esta edición especial desde Colombia y Latinoamérica, en la que celebramos 20 años de Consultorsalud y de este Congreso que hemos construido, paso a paso, junto a ustedes.
No tomo a la ligera esa confianza. Ustedes nos prefieren para informarse, analizar y decidir; valoran una curaduría de contenidos rigurosa, una conversación sin estridencias y una mirada estratégica que ilumina el “cómo” gestionar, más allá del diagnóstico repetido. Esa lealtad nos compromete doblemente: a mantener la independencia editorial y a elevar el estándar técnico en cada encuentro, en cada publicación y en cada tablero de datos que ponemos al servicio del ecosistema.
Vivimos un momento histórico. Treinta y dos años después del nacimiento del Sistema General de Seguridad Social en Salud, el país enfrenta un empuje decidido hacia un modelo preventivo, predictivo y resolutivo, mientras sostenemos —con realismo y disciplina— los logros institucionales, sociales y financieros acumulados. La única vía responsable es una mixtura público-privada bien gobernada, con reglas claras, transparencia en el flujo de recursos, y resultados clínicos medibles; un sistema de salud (y, mejor aún, un sistema de protección social) capaz de seguir garantizando derechos y de empujar a Colombia hacia la prosperidad general.
Con esa brújula diseñamos la agenda: plural, equilibrada y útil. Abrimos espacio a todas las visiones y a todos los acentos: a la voz del regulador y la del pagador, a las EPS y a las IPS, a la industria farmacéutica y a los operadores logísticos, a la academia y a los pacientes. Tuvimos discusiones técnicas sobre riesgo fiscal y suficiencia de la financiación; miradas serenas sobre el rediseño territorial y la operación de redes; una conversación franca sobre talento humano, empleo digno y productividad; exploramos compras directas y agrupadas con trazabilidad y valor; y aterrizamos la analítica, la inteligencia artificial y la auditoría médica en casos de uso concretos. No para entretener, sino para que desde esta misma semana ustedes puedan convertir ideas en decisiones: renegociar contratos con métricas de desenlace, corregir procesos que frenan el acceso, mapear microrredes resolutivas, priorizar inversiones de alto impacto y blindar financieramente la continuidad del servicio.
Me interesa dejar una idea clara: nuestro rol es convocar y cuidar el diálogo. No promovemos trincheras. Rechazamos la pugnacidad, el tribalismo y las etiquetas fáciles. En la agenda, ustedes vieron acuerdos relevantes en varias piezas del nuevo diseño (prevención efectiva, gobernanza de datos, auditoría concurrente, trazabilidad financiera, dignificación del talento) y diferencias razonables en otras (enfoque institucional, velocidad, alineamiento legal, cuidado de lo construido, secuencia de los cambios e instrumentos de pago). Ese disenso es legítimo y necesario; lo importante es que esté bien informado, que se escuche y que produzca síntesis superadoras. Los matices hacen posible el consenso.
Gracias por los cientos de mensajes que nos compartieron en pasillos, en el chat de la plataforma y por correo. Agradezco de corazón las felicitaciones, que nos alegran pero no nos marean, y también las observaciones, que recibimos con respeto. Las convertiremos en acciones de mejora de logística, contenidos y experiencia. Nuestro norte es simple: cada año, un Congreso más útil que el anterior para la toma de decisiones.
Gracias también a quienes creyeron en la puesta en escena, en la muestra comercial y en las reuniones uno-a-uno. Detrás de un auditorio lleno hay un país productivo que trabaja; detrás de una plataforma estable hay personas que no pararon un minuto; detrás de cada panel hay equipos preparando datos y abriéndose a la crítica. A todas y todos, gracias.
Quien requiera acompañamiento puntual para transformar hallazgos en planes de acción —en contratación basada en valor, rediseño de redes en regiones de salud, auditoría inteligente, tecnologías avanzadas soportadas por IA, rediseño de modelos de atención, o gobierno de datos— encontrará en nosotros un aliado serio, neutral y orientado a resultados. Es lo que hemos hecho por dos décadas y lo que sabemos hacer bien.
No cierro sin agradecer a mi equipo: jóvenes y seniors, tercos en el detalle, disciplinados en el dato y generosos en el esfuerzo; a las compañías que se vincularon como patrocinadores y expositores; a los conferencistas que aceptaron el reto de hablar de “cómos” y no solo de “qués”; y a mi familia y especialmente a Liliana Palacios mi bella esposa, quien fue siempre y continúa siendo la roca sólida donde está cimentada la compañía y desde donde brotan las mejores ideas y realizaciones.
Veinte años después, sigo creyendo en el valor de encontrarnos. Cada Congreso nos reconoce distintos: más exigentes, más prácticos, más conscientes de que la sostenibilidad y la efectividad no son fruto del azar sino de decisiones bien tomadas. Gracias por elegirnos para pensar juntos y para actuar mejor. Gracias por preferir nuestra información especializada y estratégica. Gracias por ayudarnos a sostener un espacio donde la técnica manda y el respeto es regla.
Nos veremos pronto, en el trabajo de todos los días. Que esta semana traiga para sus equipos decisiones concretas que mejoren el acceso, cuiden al talento humano, ordenen el flujo de recursos y, sobre todo, impacten en la salud de las personas que confían en nosotros.
Con gratitud y compromiso,
Carlos Felipe Muñoz Paredes
CEO & Fundador – Consultorsalud
www.consultorsalud.com