La Federación Mundial del Corazón, bajo el lema “Usa tu corazón, conoce tu corazón” conmemora este 29 de septiembre, el Día Mundial del Corazón con el fin de generar conciencia sobre el cuidado y la prevención de las enfermedades cardiovasculares, las cuales son la principal causa de muerte en el mundo.
Se estima que las condiciones que afectan al corazón o a los vasos sanguíneos causan 20 millones de fallecimientos cada año. Entre los principales factores de riesgo se encuentran la diabetes mellitus (DM) y la hipertensión arterial (HTA). La CAC realiza el seguimiento de los pacientes con estas enfermedades en el marco del aseguramiento y genera evidencia del mundo real que permite describir su magnitud y tendencia, con el fin de generar intervenciones oportunas en la prevención de las ECV.
Panorama en Colombia
¿Cómo estamos controlando los factores de riesgo cardiovascular en las personas con HTA y DM? La Cuenta de Alto Costo, presenta un balance de la situación actual en el país, afirman que durante el año 2022, la mayoría de las regiones han logrado mantener sus metas de cumplimiento del control de la presión arterial y la hemoglobina glicosilada (HbA1c).
La Amazonía/Orinoquía aún presenta una oportunidad de mejora por encontrarse en una meta intermedia en ambos indicadores, y en el caso de la región Oriental para el control de la HbA1c.
En la literatura se han identificado otros factores de riesgo para ECV, como la obesidad y los niveles elevados de colesterol. En relación con las metas de índice de masa corporal (IMC), todas las regiones se encuentran en un cumplimiento intermedio, en donde el 25% de las personas que tienen HTA y DM a nivel nacional se encuentran entre 20 y 25kg/m2.
Además, en el país cerca del 50% de las personas con estas enfermedades tienen niveles de colesterol LDL en metas menores de 100 mg/dL.
Mortalidad en ECV: control del IMC y LDL en las personas con HTA y DM
Según los datos reportados a la CAC, la ECV es la principal causa de mortalidad en personas con HTA y DM. A pesar de haberse registrado un aumento en la morbimortalidad en los últimos años, durante el periodo 2022, se ha evidenciado una disminución para ambas enfermedades. Tendencia de la mortalidad por todas las causas por 100.000 habitantes en las personas con HTA y DM, Colombia 2018 – 2022.
Adicionalmente, la CAC segura que “se ha evidenciado una disminución en la mortalidad para la HTA y DM. Pese a esto, se debe continuar trabajando en fortalecer las estrategias de seguimiento y prevención de la ECV. ¡Un corazón saludable es la clave para una vida plena y activa!”.
Historia del Día Mundial del Corazón
Desde el año 2000, en el último domingo de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón con el objetivo de concienciar a la población acerca de la importancia de las enfermedades cardiovasculares (ECV), así como para promover su control. La efeméride surgió por iniciativa de la Federación Mundial del Corazón y cuenta con los patrocinios de la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO).
Futuro de las enfermedades del corazón
Actualmente, las ECV causan la muerte de unos 17 millones de personas al año, lo cual representa casi la tercera parte de todas las muertes del mundo, y es probable que estas cifras aumenten en los próximos años. Esto será especialmente cierto en los países en vías de desarrollo, que todavía no han superado la llamada primera ola de ECV (cardiopatía reumática y enfermedad de Chagas como resultado de infecciones) y que ya se encuentran bajo los efectos de la segunda ola, la cardiopatía isquémica.
La incidencia de enfermedad coronaria en estos territorios aumentará debido al incremento de la esperanza de vida y a la elevada prevalencia de factores inadecuados en el estilo de vida (tabaquismo, introducción de «comida rápida», menor actividad física, etc.).
Según el Dr. Robert Beaglehole, Director del Departamento de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de la OMS, “la vieja idea de que las enfermedades cardiovasculares sólo afectan a varones de mediana edad, estresados y con exceso de peso, de los países desarrollados, ya no es válida. En la actualidad, varones, mujeres y niños están en situación de riesgo, y el 80% de la carga se encuentra en los países de ingresos medianos y bajos”.
Vale la pena mencionar que de acuerdo con el “Informe sobre la salud en el mundo” del año 2003, en todas las regiones de la OMS, salvo en África, las defunciones por enfermedades no transmisibles (ENT) superaron a las causadas por enfermedades transmisibles. Las ECV son las causantes del mayor porcentaje de la mortalidad por ENT y conllevan una elevada morbilidad y discapacidad, lo cual representa un elevado coste humano, social y económico.
Expertos afirman que los esfuerzos que se realizan con vistas a reducir la morbilidad y la mortalidad prematura por ECV son insuficientes. Incluso, dentro de las metas globales esto es evidente, ya que ninguno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud y formulados en la Asamblea General de Naciones Unidas en el año 2000 hace referencia a la prevención y el control de las ECV.
Por otro lado, los mayores progresos no deberán realizarse en el campo de la tecnología, sino en el terreno de la promoción y la prevención. Para ello es de vital importancia la incorporación de la “Educación para la salud” como un contenido independiente de la enseñanza en todos los ámbitos, y no como un añadido curricular o extracurricular de otras asignaturas.
La escuela debe preparar integralmente al hombre para la vida, no tiene sentido que se enseñe sobre las teorías de Newton o Einstein y no sobre cómo vivir “más” y “mejor” afirman desde la Revista Española de Cardiología. “La respuesta a la pregunta: ¿cuáles son los valores normales de presión arterial, glucemia y colesterol?, no debería constituir un enigma para nuestra población.
No se podrá aumentar la percepción de riesgo en quienes se encuentran ignorantes ante el peligro, ni tampoco se podrá lograr que los individuos soliciten precozmente los servicios médicos ante un evento cardiovascular agudo si la población desconoce las manifestaciones clínicas sugestivas de la enfermedad, así como sus potenciales implicaciones”.
