Bogotá dio un paso histórico en la protección de la niñez frente al Virus Sincitial Respiratorio (VSR), la principal causa de hospitalización pediátrica en el mundo y responsable de un alto número de muertes en menores de cinco años en la capital. Con el aval del Ministerio de Salud, la ciudad se convierte en la primera del país en incorporar al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) dos tecnologías innovadoras, la vacuna materna Abrysvo y el anticuerpo monoclonal nirsevimab.
Ambas herramientas, con eficacia comprobada en estudios internacionales, se aplicarán a partir de 2026 bajo un esquema híbrido que busca reducir drásticamente la mortalidad infantil, evitar miles de hospitalizaciones anuales y aliviar la presión sobre las unidades de cuidado intensivo. La medida no solo representa un avance médico y científico, sino también un cambio estructural en términos de equidad y acceso, posicionando a Bogotá como referente regional en políticas de inmunización y prevención de enfermedades respiratorias.
La capital lidera la lucha contra el VSR en el país
La Secretaría Distrital de Salud confirmó que la capital será pionera en la aplicación de estas dos tecnologías, en una estrategia híbrida que combina vacunación en gestantes y protección directa en recién nacidos. Desde el primer trimestre de 2026, las embarazadas entre las semanas 32 y 36 podrán acceder a la vacuna Abrysvo, lo que permitirá que sus hijos nazcan con anticuerpos transferidos durante la gestación. Posteriormente, en el segundo semestre de ese mismo año, se sumará nirsevimab para los bebés cuyas madres no recibieron la vacuna y para los prematuros, considerados de mayor riesgo.
El alcalde Carlos Fernando Galán celebró la decisión, destacando que Bogotá se anticipa al resto del país en la adopción de tecnologías que salvan vidas y reducen inequidades en salud. El anuncio se basa en un estudio técnico y científico desarrollado junto a la Universidad de Antioquia, cuyos resultados fueron socializados con sociedades médicas y expertos del sistema de salud distrital, recibiendo el respaldo de la comunidad científica.
El programa de vacunación de Bogotá tendrá una nueva vacuna que nos permitirá reducir la hospitalización y las muertes de niños y niñas menores de 5 años.
— Carlos F. Galán (@CarlosFGalan) September 11, 2025
Gracias a una solicitud que presentamos ante el Ministerio de Salud, la vacuna contra el virus sincitial respiratorio (VSR)… pic.twitter.com/seXben5rlO
Un enemigo silencioso con alto impacto
El Virus Sincitial Respiratorio es reconocido globalmente como una de las infecciones más graves en los primeros meses de vida. En Bogotá, su carga es especialmente preocupante. En 2024, el 40 % de las muertes por infecciones respiratorias agudas en menores de cinco años estuvieron relacionadas con el VSR, y en el primer semestre de 2025 el indicador se elevó a 57,1 %. Estas cifras explican la urgencia de adoptar nuevas estrategias preventivas.
Cada año, el virus genera miles de hospitalizaciones en niños, con un alto costo en recursos sanitarios y una presión sostenida sobre las unidades de cuidado intensivo pediátrico. Su comportamiento estacional, con picos epidémicos, exacerba la saturación hospitalaria y limita la capacidad de respuesta. Con la introducción de Abrysvo y nirsevimab, Bogotá busca disminuir la mortalidad infantil y transformar el manejo de las infecciones respiratorias en la primera infancia.
Evidencia científica sólida
El respaldo a estas tecnologías proviene de estudios clínicos de alta rigurosidad. La vacuna Abrysvo, administrada a gestantes, ha demostrado una eficacia cercana al 82 % para prevenir cuadros graves de VSR en los primeros 90 días de vida y alrededor del 70 % en los primeros seis meses. Nirsevimab, por su parte, ha mostrado una efectividad del 77 % para evitar consultas en servicios de urgencia y hasta del 98 % para prevenir hospitalizaciones por VSR, según investigaciones publicadas en ScienceDirect.
Estos resultados llevaron a que la Organización Mundial de la Salud recomendara la vacunación materna y la aplicación de anticuerpos en neonatos como las estrategias más efectivas contra el VSR. Países como Estados Unidos, Argentina, Paraguay y Chile ya han incorporado estas herramientas a sus programas de inmunización. Bogotá se suma así a un grupo de naciones que priorizan la prevención del VSR como un objetivo de salud pública de primer orden.
Un cambio en equidad y acceso
Hasta ahora, Colombia contaba únicamente con palivizumab, un anticuerpo monoclonal disponible en el Plan de Beneficios en Salud, pero restringido a recién nacidos prematuros de muy alto riesgo y con un elevado costo asociado a su aplicación mensual. Esta situación limitaba de manera significativa la cobertura y dejaba a la mayoría de los bebés sin protección.
La llegada de Abrysvo y nirsevimab representa un cambio estructural. Ambas tecnologías permiten un acceso más amplio, con eficacia comprobada y mejores condiciones de costo-efectividad. La Secretaría Distrital de Salud recomendó además actualizar el esquema nacional para reemplazar palivizumab por nirsevimab en prematuros, lo que liberaría recursos y garantizaría mayor cobertura. De esta manera, Bogotá garantiza que todos los recién nacidos, sin importar su condición, cuenten con una protección efectiva desde el inicio de su vida.
Retos para la implementación
El éxito de la estrategia dependerá de superar retos clave. Uno de ellos será garantizar que las gestantes reciban la vacuna en la ventana de las semanas 32 a 36 de embarazo, lo que requiere fortalecer el control prenatal y articularlo con el programa de vacunación. También será indispensable asegurar la cadena de frío y la logística de distribución para llegar a todos los centros de salud de la ciudad.
El financiamiento constituye otro desafío central. Un estudio publicado en Pediatric Pulmonology estimó que el precio económicamente viable para nirsevimab en Colombia debería oscilar entre 21 y 44 dólares por dosis. Si se logra negociar dentro de este rango, el sistema podría ahorrar entre 2,5 y 4,1 millones de dólares anuales al reducir hospitalizaciones y complicaciones graves. Finalmente, será necesario un sistema de vigilancia epidemiológica robusto que permita monitorear en tiempo real la seguridad y la eficacia de la estrategia.
Proyección y beneficios esperados
Con la introducción de estas tecnologías en 2026, Bogotá proyecta un impacto trascendental en la reducción de hospitalizaciones y muertes infantiles asociadas al VSR. Se espera que la medida no solo mejore los indicadores de mortalidad, sino que también optimice el uso de recursos hospitalarios y aumente los años de vida saludable en la población pediátrica.
La capital se posiciona como referente regional en la implementación de políticas innovadoras de inmunización, marcando un precedente para que otras ciudades y departamentos del país avancen en la misma dirección. Con respaldo científico y voluntad política, Bogotá abre un nuevo capítulo en la salud pública, consolidando una estrategia que busca salvar vidas y reducir inequidades desde el inicio de la vida.