Todos los años las compañías de la industria farmacéutica realiza acuerdos de adquisición y licencia; los primeros son para comprar en su totalidad las acciones de una compañía y por ende sus desarrollos, mientras que los segundos hacen referencia a la compra de derechos sobre medicamentos, ya sean de fabricación, distribución, desarrollo o en algunos casos alianzas.
Algunos de los movimientos más grandes se dieron recientemente, en un artículo previo comentamos la adquisición de Turning Point por parte de la gigante Bristol Myers Squibb por $4.100 millones. Las demás han sido adquisiciones menores pero no dejan de ser importantes en el panorama.
Por ejemplo, Roche pagó a una compañía pequeña llamada Repare Therapeutics $125 millones de dólares por un prometedor candidato contra el cáncer, este es el cuarto pago más grande que se ha visto durante el primer semestre de este año (y aún no culmina).
Otro movimiento “robusto” fue el acuerdo de alianza entre la compañía Dragonfly y Gilead Sciences que acordaron colaborar en una investigación estratégica para desarrollar agentes de células asesinas naturales en oncología e inflamación, por esta alianza Gilead pagó $300 millones de dólares. Un movimiento más pequeño, pero que se veía venir fue la alianza entre Bayer y Mammoth, un especialista en edición genética por medio de la técnica CRISPR, este movimiento tuvo un valor de $40 millones que Bayer pagó.
Los acuerdos más pequeños son una inversión a largo plazo en el que el comprador podría verse perjudicado, pues no es seguro recibir frutos de estas alianzas, sin embargo, esto parece ser tendencia entre las grandes industrias que buscan novedosas startups para hacer alianzas, cuando tienen activos interesantes en etapas finales de investigación.
No obstante, que un desarrollo esté en un ensayo clínico avanzado no garantiza el éxito del mismo. Un ejemplo de ello es la gigante suiza, Novartis que licenció el proyecto Covid de Molecular Partners ensovibep, pagando el segundo pago inicial más grande de este año solo unos meses antes de que la FDA solicitara un estudio de fase 3 para respaldar la autorización de uso de emergencia. Esto quiere decir, que necesitará más inversión para el ensayo, mientras que el mercado del Covid cae.
Los 10 principales acuerdos del 2022
Licenciatario | Socio de trato | Valor inicial | Valor total | Detalles |
Gilead Sciences | Dragonfly | $ 300 millones | no revelado | Gilead desarrollará DF7001, un activador de células NK dirigido a 5T4 para tumores sólidos, además de opciones en programas adicionales |
Novartis | Molecular Partners | $162 millones de dólares | no revelado | Novartis desarrollará ensovibep como terapia contra el covid |
Sanofi | IGM Biosciences | $ 150 millones | $ 6.200 millones | Colaboración en agonistas de anticuerpos IgM contra 3 dianas oncológicas y 3 dianas inmunológicas/inflamatorias |
Roche | Repare Therapeutics | $ 125 millones | $1.300 millones de dólares | Roche desarrollará camonsertib, inhibidor de ATR, en cáncer |
Bristol Myers Squibb | Century Therapeutics | $ 100 millones (más $ 50 millones de capital) | $ 3.200 millones | Colaboración en hasta 4 programas de células NK/T derivadas de iPSC en cáncer |
Sanofi | Exscientia | $ 100 millones | 5.300 millones de dólares | Colaboración en 15 moléculas pequeñas novedosas para el cáncer/inmunología utilizando la tecnología de IA de Exscientia |
Bristol Myers Squibb | Bridgebio | $ 90 millones | $ 905 millones | Bristol desarrollará BBP-398, un inhibidor de Shp2, en cáncer |
Pfizer | Biontech | $ 75 millones (más $ 150 millones de capital) | $ 425 millones | Colaboración en la vacuna contra el herpes zóster basada en ARNm |
Sanofi | ABL Bio | $ 75 millones | 1.100 millones de dólares | Colaboración en ABL301, anticuerpo biespecífico dirigido a alfa-sinucleína e IGF1R, en el Parkinson |
Acadia Pharmaceuticals | Stoke Therapeutics | $ 60 millones | $ 967 millones | Colaboración en medicamentos basados en ARN para enfermedades del neurodesarrollo |
Como se puede ver en la tabla, Sanofi es uno de los jugadores más activos en los acuerdos de licencia y adquisición hasta el momento, esto debido a que tiene un buen flujo de caja tras la venta de su participación en Regeneron.
En cuanto a Roche, ahora está a cargo de camonsertib (RP-3500), un inhibidor de ATR de molécula pequeña que se está probando en cánceres con alteraciones genómicas letales sintéticas. El acuerdo es relativamente asequible, pero solo logrará ser rentable si consigue importantes hitos, desafía las expectativas y se convierte en un éxito.
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