En JAMA Network Open, se publicó un artículo científico que asocia a la terapia hormonal (HMT, por sus siglas en inglés) con un menor riesgo de aparición de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Actualmente, el tratamiento es uno de los más comunes para erradicar el cáncer de mama.
En dos tercios de los pacientes con este cáncer, los tumores crecen por la acción anómala de las hormonas estrógeno o progesterona. Cuando es así, la HMT puede frenar el crecimiento tumoral bloqueando las hormonas, evitando que se adhieran a los receptores de las masas. Aunque este es un gran beneficio, pues ha demostrado una mayor supervivencia, los especialistas no han llegado a un consenso sobre otros desenlaces derivados de la terapia, como en el caso del alzhéimer u otras demencias.
Para entender mejor el riesgo de desarrollar alzhéimer, un equipo de investigadores de la Universidad de Carolina del Sur (Estados Unidos) utilizó una base de datos federal de personas mayores de 65 años para identificar a mujeres con cáncer de mama entre 2007 y 2009. Posteriormente, se concentraron en aquellas que no tenían un diagnóstico previo de alzhéimer o historial de uso de terapia hormonal antes de padecer la patología oncológica.
De las 18,808 pacientes que cumplían con los criterios, el 66% recibió terapia hormonal dentro de los tres años posteriores a su diagnóstico, mientras que el 34% no lo hizo. Durante un seguimiento promedio de 12 años, el 24% de las usuarias de HMT y el 28% de las no usuarias desarrollaron la enfermedad de Alzheimer o demencias relacionadas (ADRD, siglas en inglés). Para calcular el riesgo de aparición, los investigadores consideraron el riesgo de muerte asociado con el aumento de la edad y la duración de la exposición a la terapia moduladora hormonal.
Según los hallazgos, las mujeres más jóvenes que hayan sometidas a este tratamiento se verían más beneficiadas. “Los beneficios de la terapia hormonal disminuyeron para las mujeres de 75 años y mayores, particularmente en aquellas que se identificaban como blancas. Esto sugiere que el momento de inicio de la terapia hormonal es crucial y los planes de tratamiento deben adaptarse a la edad del paciente”, aseguran los líderes de la investigación.
Hallazgos más notables sobre la terapia hormonal y el riesgo de aparición de ADRD:
- Las mujeres afroamericanas de 65 a 74 años que usaron HMT tuvieron una reducción del 24% en el riesgo relativo de desarrollar ADRD. El mismo riesgo se redujo hasta el 19% después de los 75 años.
- Las mujeres blancas de 65 a 74 años tuvieron una reducción del 11% en el riesgo de ADRD con el uso de HMT. Sin embargo, esta ventaja se pierde después de los 75 años.
En relación con las disparidades observadas en el estudio, la publicación remarca que las mujeres afroamericanas tienen tasas más altas de cáncer de mama. Igualmente, tienden a experimentar mayor estrés a lo largo de sus vidas debido al racismo estructural y otros factores sociales, lo cual está asociado con peores resultados en los tratamientos médicos o con la aparición de enfermedades.
Una de las hipótesis es que los efectos neuroprotectores del estrógeno podrían influir en el riesgo de ADRD al imitar a la hormona, influir en su producción o modular los niveles de los receptores. Por otro lado, la terapia hormonal podría impactar la eliminación de la proteína beta-amiloide, la estabilidad de la proteína tau y la salud vascular, factores cruciales vinculados con la salud cerebral y la posibilidad de aparición de demencias o alzhéimer.
Como los datos no entregan información definitiva, los expertos instan a continuar investigando sobre este tema. De hecho, planean continuar estudios con mujeres más jóvenes para analizar la misma relación.
