Un artículo en revisión de la Revista Médica Sinergia realizó una actualización del manejo general del lupus eritematoso sistémico (LES) en el embarazo, enfocado en facilitar la información preconcepcional, las medidas de tratamiento y sus complicaciones materno-fetales asociados.
Para el desarrollo de esta investigación, se realizó una revisión bibliográfica del período 2018-2022 de fuentes internacionales como AccessMedicine, Dynamed y UptoDate, además del libro de texto Williams Obstetricia.
Se estima que al menos 5 millones de personas en el mundo tienen algún tipo de lupus, de acuerdo con la Fundación de Lupus de América.
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El análisis epidemiológico encontró que el lupus eritematoso sistémico se ha incrementado en mujeres, siendo atribuido a los efectos hormonales de los estrógenos. La relación entre mujeres y hombres adultos en edad reproductiva varía de 7:1 a 15:1.
El estudio indica que la valoración preconcepcional es un componente fundamental para el correcto manejo de las pacientes con diagnóstico de esta enfermedad, el cual debe ser un determinante para planificar un embarazo que no suponga un riesgo materno o fetal, así como calcular los ajustes al tratamiento necesarios para ser compatibles con la gestación.
Para ello, se debe estratificar el riesgo basado en las principales contraindicaciones presentadas en embarazos de pacientes con este tipo de lupus, así como tomar medidas anticonceptivas para evitar entrar en gestación en un periodo con alta actividad.
Antes de la concepción es aconsejable evitar tratamientos que modifiquen la enfermedad, al tener algunos efectos metabólicos y teratogénicos que pueden afectar a las madres durante ese periodo, ya que varios de los fármacos implementados para el control fuera del embarazo confieren un aumento del riesgo de teratogenicidad durante la gestación.
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Los investigadores señalan que el control prenatal debe ser multidisciplinario compuesto por un ginecólogo, un reumatólogo y un nefrólogo. Teniendo visitas periódicas con exámenes físicos completos, de sangre, valoraciones de la función renal y hematológica. No obstante, no hay un tiempo fijo para cada monitoreo, debe calcularse respecto a las necesidades de cada paciente y sus afectaciones debido a la enfermedad.
Los tratamientos durante la gestación se seleccionan por el perfil de seguridad y con dosis bajas, como sería el caso de los antiinflamatorios no esteroideos, glucocorticoides, agentes inmunosupresores, inmunoglobulina intravenosa y anticoagulantes. En los medicamentos contraindicados están algunos antihipertensivos y agentes biológicos, los cuales no tienen suficiente evidencia científica para su empleabilidad en este periodo.
El artículo explica que a medida que el lupus aumenta su actividad antes o al inicio del embarazo, pueden aparecer numerosas complicaciones materno-fetales como el riesgo de exacerbaciones si la madre ha tenido exacerbaciones en los últimos 6 meses.
A continuación, puede encontrar la investigación completa:
https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/1030