Un equipo multidisciplinar del hospital de Sant Pau de Barcelona presentó la primera reconstrucción de abdomen que permitió recuperar totalmente su funcionalidad. De acuerdo con los expertos, esta intervención puede ser la mejor opción en paciente oncológico (sarcoma) que requieran extirpaciones en la pared abdominal.
Para lograr esta reconstrucción, los cirujanos utilizaron colgajos microquirúrgicos con componente muscular reinervado que reemplaza la pared muscular lesionado y también es capaz de contraerse como el músculo original, consiguiendo así una función exactamente igual al órgano natural.
Hasta el momento, el hospital ha realizado con éxito cinco intervenciones especializadas, dirigidas a pacientes con sarcomas y una mujer que sufría graves secuelas en la pared abdominal debido a un accidente automovilístico. Se estima que podrán realizar entre tres y cuatro de estas intervenciones anualmente, enfocándose en pacientes cuidadosamente seleccionados cuya zona abdominal haya sido afectada por traumatismos, tumores o hernias.
Según el doctor Manuel Fernández-Garrido, adjunto del Servicio de Cirugía Plástica de Sant Pau, “el nuevo músculo recupera la capacidad de contraerse y es capaz de mantener la misma actividad del músculo original, su tono. Con esta reconstrucción estructural y funcional, los pacientes vuelven a hacer vida completamente normal”.
Sant Pau: desarrollo de las intervenciones quirúrgicas
La primera operación se hizo hace un año a una paciente con graves defectos en la pared abdominal debido a un accidente automovilístico, y para este caso, se usó un músculo reinervado de la espalda para hacer la reconstrucción de abdomen.
Para este caso, Fernández-Garrido explicó que “al cabo de seis meses se evidenció una simetría de la contracción de la pared abdominal. Ahora, un año después, hemos hecho una electromiografía (EMG), una prueba de electromiografía, que permite evaluar la salud de los músculos y de las células nerviosas que los controlan, con unos resultados que han confirmado que el nervio se ha regenerado y que, por tanto, se ha recuperado la función muscular completa”.
En el caso de los cuatro pacientes restantes, estos presentaron sarcomas y para ello, los especialistas utilizaron el músculo gracilis para tres casos y un músculo vasto lateral en el otro, con el fin de llevar a cabo la reconstrucción de abdomen.
Cabe mencionar que una de las personas intervenidas es una mujer joven de Asturias que se recuperó muy bien de la operación y luego conseguido quedar embarazada y tener un hijo. De los cuatro pacientes con cáncer operados con esta técnica, uno no ha tenido la recuperación esperada.
Recuperación de los pacientes intervenidos
Luego de la operación, que dura aproximadamente 12 horas, los pacientes deben tener reposo absoluto para el nuevo músculo, no se mueva y no se eliminen las desconexiones quirúrgicas del músculo transferido. Para dar de alta al paciente, se debe esperan 15 días si todo evoluciona bien.
De acuerdo con el equipo multidisciplinar, durante un mes y medio, el paciente no puede hacer ejercicio y debe llevar una faja durante 36 meses para contener el abdomen. Esta última medida se hace para que haya distensión abdominal, al iniciar la movilidad y el ejercicio leve.
Entre tanto, los pacientes oncológicos después de la reconstrucción abdominal deben seguir el tratamiento de radioterapia, “porque la herida puede abrirse dejando expuesta la malla, porque la piel se puede ulcerar… y eso limita mucho su calidad de vida. Pero ahora, con la reconstrucción funcional, tenemos un tejido vivo, que está revascularizado y reinervado, por lo que ya no se atrofia y es más resistente a la agresión de la radioterapia local”, aclara el doctor José A. González, jefe clínico de Cirugía General y Digestiva de Sant Pau.