A pocos días de la Conferencia de las Partes (CP 29) sobre cambio climático en Bakú, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado un urgente llamado a los líderes mundiales: integrar la salud en las políticas de la agenda climática. En el marco de su reciente informe sobre clima y salud, la OMS advierte que ignorar la conexión entre el cambio climático y la salud humana podría traer consecuencias devastadoras para la humanidad. “La crisis climática es una crisis de salud”, afirmó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, destacando la oportunidad estratégica que representa la CP 29 para priorizar el bienestar global en la acción climática.
La salud en el centro de las políticas de la agenda climática
La OMS ha subrayado en su informe la necesidad de un enfoque integral que combine la salud y el clima en las estrategias de mitigación y adaptación. Este documento, desarrollado con el apoyo de más de 300 expertos y 100 organizaciones, establece recomendaciones clave para proteger a las personas en las zonas más vulnerables al cambio climático. “Si priorizamos la salud en todos los aspectos de la acción climática, lograremos importantes beneficios para la salud pública, la resiliencia climática, la seguridad y la estabilidad económica”, afirmó la Dra. Maria Neira, Directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
Entre las recomendaciones del informe, destacan las siguientes:
- Medir el éxito climático a través de la salud: La OMS sugiere que el bienestar humano debe ser un indicador clave en las políticas climáticas. Esta métrica, aseguran, permitirá garantizar que la adaptación y resiliencia estén centradas en las personas.
- Eliminar los subsidios a combustibles fósiles: Uno de los mayores desafíos es la dependencia mundial de estos combustibles, altamente perjudiciales tanto para el planeta como para la salud humana. La OMS insta a los gobiernos a dirigir sus inversiones hacia alternativas sostenibles.
- Financiar la adaptación climática de los sistemas de salud: Para la OMS, los países deben invertir en la preparación y resiliencia de los sistemas de salud frente al cambio climático, especialmente en áreas de alta vulnerabilidad.
El informe de la OMS destaca intervenciones prácticas que, si se implementan de manera global, pueden salvar vidas y generar beneficios económicos sustanciales. Algunas de las recomendaciones incluyen la instalación de sistemas de alerta temprana contra el calor extremo, el uso de energías limpias en hogares y la regulación de precios de combustibles fósiles. Con solo estas medidas, la OMS estima que se podrían salvar dos millones de vidas cada año y generar beneficios de cuatro dólares por cada dólar invertido.
“El cambio climático se está llevando vidas por delante y causa dolor y sufrimiento en todos los países,” destacó el Dr. Alan Dangour, Director de Clima y Salud en Wellcome, durante la presentación del informe.
La Alianza para la Acción Transformadora sobre Clima y Salud (ATACH)
En un esfuerzo por fortalecer la acción global, la OMS ha establecido la Alianza para la Acción Transformadora sobre Clima y Salud (ATACH), que reúne a 90 países y 75 organizaciones comprometidas con el avance de sistemas de salud resilientes y sostenibles. Esta plataforma, lanzada en la CP 26, promueve la colaboración internacional para enfrentar los efectos del cambio climático en la salud y asegurar que los sistemas de salud puedan resistir y adaptarse a este fenómeno global.
Según Jagan Chapagain, Secretario General de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la crisis climática ya está cobrando un alto precio en salud: “El calor extremo, las inundaciones y la malnutrición son solo algunos de los efectos directos que estamos viendo en todo el mundo.”
La OMS también ha desarrollado orientaciones técnicas para integrar la salud en las contribuciones nacionales determinadas en el marco del Acuerdo de París, denominadas “contribuciones saludables determinadas a nivel nacional”. Estos criterios están diseñados para guiar a los gobiernos en la inclusión de políticas de salud en sus estrategias climáticas. En palabras de la Dra. Vanessa Kerry, Enviada Especial de la OMS para la Salud frente al Cambio Climático: “La aceleración de la crisis climática y de la salud no solo repercute en nuestra salud, sino que también socava las economías, agrava las desigualdades y alimenta la inestabilidad política.”