Ministro de Salud impulsa la soberanía sanitaria y el desarrollo industrial en el debate farmacéutico latinoamericano

La capital colombiana se consolidó como el escenario principal para el debate sobre la industria farmacéutica en América Latina durante la XLVI Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Industrias Farmacéuticas (ALIFAR) y el Foro Latinoamericano de la Industria Farmacéutica, un evento organizado por la Asociación Colombiana de Industrias Farmacéuticas (ASINFAR). Este encuentro reunió a representantes de gobiernos, agencias regulatorias, asociaciones industriales, expertos en salud pública y académicos, quienes analizaron los retos y oportunidades de uno de los sectores más estratégicos para el desarrollo regional.

Según cifras oficiales, la industria farmacéutica colombiana representa el 12,2% del Producto Interno Bruto (PIB) industrial y el 1,5% del PIB nacional. En 2023, el sector alcanzó ventas por 24,6 billones de pesos, con un crecimiento del 8,48% respecto al año anterior. La producción nacional abastece el 75% de las unidades de medicamentos consumidas en el país, generando más de 60 mil empleos directos y operando 98 plantas certificadas con Buenas Prácticas de Manufactura.

La articulación regional y la soberanía sanitaria: eje central para América Latina

La apertura del Foro Latinoamericano de la Industria Farmacéutica, que se llevó a cabo este 29 de mayo, estuvo a cargo del ministro de Salud y Protección Social, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien enfatizó en la necesidad urgente de que América Latina fortalezca sus capacidades productivas y hable con una voz común frente a los desafíos globales que afectan la salud pública y la industria farmacéutica. “América Latina necesita articular su capacidad de producción, fortalecer sus cadenas farmacéuticas y construir una voz común frente a los desafíos globales”, destacó.

Para el ministro, este evento es más que un foro técnico; es la expresión pública de una conversación estratégica sobre soberanía y autonomía sanitaria, que debe traducirse en políticas y acciones concretas que permitan abastecer a la población con medicamentos y tecnologías de calidad, bajo criterios propios y oportunos. Enfatizó que “no puede haber sistema de salud sostenible sin industria farmacéutica nacional fuerte, ni integración regional sin economías articuladas como un bloque con vocación de autonomía”.

Jaramillo sostuvo también que defender la salud pública no es un interés particular, sino un principio común, de manera que el derecho a la salud comienza a su vez en la capacidad de producir lo que necesitamos y añadió que una industria nacional robusta “propicia el desarrollo del talento humano, de científicos y técnicos que participan activamente en las cadenas globales de innovación”, lo que es fundamental para no quedar relegados a “ser meros distribuidores de carga de uso”.

Diagnóstico exhaustivo: los desafíos estructurales del sistema colombiano de salud

Durante su intervención, el ministro ofreció un análisis detallado sobre las múltiples dificultades que enfrenta el sistema de salud colombiano, a pesar de avances significativos en cobertura formal. Reconoció que “tenemos el 99% de inclusión porque todos tienen carnet”, pero señaló que la verdadera problemática radica en la accesibilidad real a los servicios, que sigue siendo limitada en muchas regiones del país, especialmente en zonas rurales y marginadas.

El abandono y deterioro de infraestructura sanitaria fue otro foco crítico, dado que en departamentos como la Guajira y el Chocó, cientos de puestos de salud y pequeños hospitales están cerrados o en condiciones precarias, lo que afecta directamente a comunidades indígenas y afrodescendientes que deben realizar viajes prolongados para recibir atención primaria básica.

Además, la saturación hospitalaria, en especial de servicios de urgencias, refleja la debilidad de la atención primaria y un gasto administrativo excesivo que resta eficiencia al sistema. Según estudios recientes, Colombia tiene un gasto administrativo superior al promedio internacional, mientras que la deuda acumulada supera los 30 billones de pesos. Muchas EPS enfrentan una crisis financiera grave, y su eventual liquidación podría desencadenar un colapso en la cadena de proveedores, clínicas y hospitales, afectando el acceso y la calidad de los servicios.

El ministro también abordó la crisis del talento humano, alertando que “no hay incentivos para estudiar medicina o enfermería, y la profesión ha perdido su prestigio social y académico”. Relató su experiencia personal durante la reciente graduación de su hija, donde ningún estudiante alcanzó una calificación sobresaliente, lo que refleja la necesidad de fortalecer la formación profesional en salud.

Programas y estrategias para fortalecer la atención primaria y la salud mental

En contraste con las dificultades estructurales, Jaramillo destacó los avances en la ampliación de programas de salud mental, con una red de aproximadamente 1.000 psicólogos distribuidos a nivel nacional, financiados con un aporte de 150 millones de dólares del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF).

El gobierno ha invertido en la recuperación y modernización de la infraestructura sanitaria, incluyendo la dotación de equipos modernos, construcción de hospitales móviles en zonas de difícil acceso y conflicto, y la adquisición de más de 1.050 ambulancias para garantizar la movilidad y atención en territorios apartados.

El ministro afirmó que estas acciones buscan garantizar la llegada de tecnología y talento humano a las zonas más vulnerables, con ejemplos concretos en regiones como Arauca y la costa pacífica, donde los retos de acceso son particularmente complejos.

Producción farmacéutica local: reindustrialización y sostenibilidad económica

Uno de los temas centrales en el discurso de Jaramillo fue la situación económica del sector farmacéutico colombiano. Destacó que aunque la industria nacional produce el 80% de los medicamentos consumidos, solo recibe entre un 30% y 40% de los recursos del sistema dedicados a medicamentos, lo que evidencia un desequilibrio preocupante.

El déficit comercial farmacéutico es significativo: mientras las exportaciones rondan los 400 millones de dólares, las importaciones superan los 3.000 millones, lo que genera una fuerte dependencia externa que debe revertirse. En este sentido, el ministro enfatizó que “los 30 billones de pesos que se gastan en importaciones deberían producirse localmente”, en clara invitación a la reindustrialización del sector.

Para facilitar este objetivo, Jaramillo planteó la necesidad de simplificar y agilizar la regulación sanitaria, eliminando barreras como la renovación periódica de licencias sanitarias que encarecen y ralentizan la producción local. Recalcó que fortalecer la articulación institucional es fundamental para evitar contradicciones y avanzar en políticas coherentes.

En cuanto a la financiación, el ministro informó que los impuestos saludables generan cerca de 3.000 millones de pesos destinados a salud, con proyecciones de aumento en la inversión pública. Adicionalmente, se diseñan esquemas crediticios con tasas compensadas para apoyar a EPS, clínicas y hospitales, con el fin de garantizar la liquidez necesaria para pagar a proveedores y mantener la continuidad en la prestación de servicios.

Innovación, cooperación regional y compromiso conjunto

Por otra parte, el ministro destacó que la innovación tecnológica y científica es clave para alcanzar la autonomía sanitaria. Resaltó la importancia de cumplir con las normativas vigentes y fortalecer la cooperación con países vecinos como México y Brasil, con quienes Colombia impulsa procesos de armonización regulatoria y colaboración productiva.

Asimismo, señaló a la implementación de mecanismos como la compra centralizada de medicamentos de alto costo y para enfermedades huérfanas, que permiten optimizar recursos y mejorar el acceso a tratamientos especializados.

Para concluir, el ministro de salud lanzó un llamado a la unidad y al compromiso colectivo: “Este gobierno propone un gran acuerdo para que entre todos podamos sacar adelante este panorama complejo”, señalando que fortalecer el sector farmacéutico es indispensable para garantizar el derecho fundamental a la salud y superar las desigualdades históricas que aún afectan a la región.

Ministro de Salud detalla acciones para eliminar barreras en atención y fortalecer el sistema de salud

En el marco del Foro, el ministro Jaramillo profundizó ante los medios de comunicación en los aspectos clave de la política sanitaria. Al preguntarle sobre la reciente circular que busca eliminar autorizaciones para servicios críticos como urgencias y cáncer infantil, explicó que “muchas veces los pacientes llegan a urgencias y deben esperar a que la EPS decida dónde se les va a atender, a pesar de que en el hospital local hay especialistas y tecnología para brindar atención inmediata”. Esta medida busca eliminar barreras y garantizar atención oportuna para poblaciones vulnerables como niños, adultos mayores y pacientes con enfermedades catastróficas.

Respecto a las críticas por el aumento de tarifas y los costos en la prestación de servicios, el ministro aseguró que el gobierno está atento para revisar cualquier situación que pueda afectar negativamente la salud pública o la economía del sector.

Por otro lado, el ministro de salud también respondió a cuestionamientos sobre los tiempos de discusión y transparencia en las mesas técnicas convocadas por la Corte Constitucional. Detalló que se han seguido las indicaciones de la Corte, convocando a los actores necesarios, pero reconoció que existen reclamos sobre participación y documentación, por lo que solicitan claridad para reiniciar el diálogo con bases firmes.

Sobre la suficiencia de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), Jaramillo indicó que no se han recibido estudios claros que evidencien su insuficiencia y que las EPS del régimen subsidiado no presentan cifras completas para evaluar adecuadamente la situación.

Finalmente, enfatizó que sin datos concretos ni planes transparentes es imposible resolver la crisis financiera del sistema, subrayando la necesidad de información precisa y de la voluntad conjunta para avanzar.